Storm, Franklin

Franklin Storm era el padre de Sue y Johnny Storm. Si bien su joven hija le colmaba de alegría y orgullo ya que se convirtió en médico siendo una doctora respetada, su hijo menor era otro cantar ya que se convirtió en un delincuente que realizaba robos de poca monta lo que le convertía en un delincuente fugitivo.

Con su hogar en la casa familiar en Atlanterra, donde su hija pasaba consulta, Franklin veía con preocupación como la mayor (y única) superpotencia del planeta, Atlantis, planeaba llevar a cabo un plan que podía llevar al mundo a la catástrofe, trayendo asteroides helados hasta la tierra para intentar equilibrar las mareas, sin embargo muchos como el señor Storm pensaban que este plan provocaría un dramático aumento de las aguas que inundarían el planeta.

En estos pensamientos se encontraba el patriarca de los Storm cuando las malas noticias no hicieron mas que aumentar, ya que a la casa familiar llegó Johnny portando a un amigo malherido después de un atraco que había salido mal, para disgusto de Franklin, su hijo venía en busca de la ayuda de su hermana para que le sacara de un lío.

Lo que ni Franklin ni su hijo sabían, es que aquella no era su hija ni hermana, sino que había sido sustituida por su contraprartida de la Tierra 616 que venía en busca de Johnny Storm para extraerle unos datos de su memoria (colocados allí por el Vigilante) que le permitirían encontrar el Nulificador Supremo con el que podrían enfrentarse a Abraxas.

Cuando vio a Johnny acompañado de su compinche herido, Sue se dispuso a ayudarles lo mejor que fuera capaz, pero entonces la Mujer Invisible se dio cuenta que debajo de la barba y aspecto desaliñado, se encontraba el Príncipe Namor y sabiendo perfectamente lo que debía hacer, pidió un cubo de agua y se lo arrojó al herido, de inmediato, Namor recobró no solo la salud sino también los recuerdos como regente de Atlantis.

Mientras sus dos hijos se ponían al día, Franklin se reunía con Namor, intentando convencerle que debía poner freno a los planes de Atlantis de traer asteroides helados a la Tierra y que cejara en su política expansionista, no han vuelto a tenerse noticias de Franklin Storm desde entonces.