Alcaide Michaels

El Alcaide Michaels fue el sustituto del Superintendente Carlson al mando de la Isla Ryker después que este fuera obligado a dimitir después que su sistema de seguridad, basada en una puerta acorazada que solo se abría mediante una palabra secreta (en este caso Capitán América) fallara cuando uno de los internos pronunció la palabra casualmente y la puerta se abrió, estando a punto de provocar una fuga masiva.

Las críticas sobre la seguridad de la Isla Ryker, además de las dudas del público y el Gobierno sobre el sistema de reinserción que el Alcaide Michaels pretendía implantar en la prisión basándose en educar, animar y dar esperanza a los presos para ayudarles ser útiles cuando abandonaran la cárcel en lugar de únicamente retenerlos, llevaron al Alcaide a solicitar la ayuda del Capitán América, con quien había combatido durante la Segunda Guerra Mundial, para demostrar al público que la cárcel era segura.

El Capi aceptó ayudar a un viejo amigo y sugirió que le encerraran como a un preso normal durante unas semanas, tiempo durante el cual intentaría escapar para comprobar si las medidas de seguridad eran adecuadas. Michaels convocó a los medios de comunicación para explicarles su proyecto, convencido que el Capi no lograría eludir los nuevos sistemas de seguridad entre los que se incluían un sistema de vigilancia mediante cámaras que mantenían controlada toda la prisión.

Por desgracia, los planes de Michales y del Capi fueron descubiertos por algunos presos, los cuales decidieron aprovechar el momento de la huida del Capi para seguirle y escapar también, sin embargo, llegado el momento, solamente el Capitán América logró escapar mientras el resto de presos eran capturados. El vengador apoyó el programa progresista de reformas del Alcaide Michaels mientras la prensa tenía que reconocer que los sistemas de seguridad de la prisión eran imposibles de superar para cualquiera que no fuera un super hombre con lo que la gestión del Alcaide Michaels quedó validada.