Mendelhaus, Klaus

Klaus Mendelhaus fue un eminente médico alemán, asignado al Campo de concentración de Dibenwald donde se ganó el apodo del Carnicero de Dibenwald debido a sus sádicas técnicas empleadas contra los prisioneros judíos del campo. Entre los cientos de judíos víctimas de Mendelhaus se encontraba la familia Kapplebaum de la que formaba parte Anna Kappelbaum, la cual vio como el Carnicero ordenaba separar a los prisioneros por sexo para examinarlos y cuando su padre se negó a abandonar a su familia, fue molido a palos hasta la muerte por orden del médico nazi.

La joven tuvo otro desagradable encuentro con Mendelhaus, puesto que había sido obligada a formar parte de la banda de música del campo y de esta forma llamó la atención del científico que consideró que se podían dar "otros usos" al atractivo cuerpo de Anna, sin embargo esta se negó violentamente a satisfacer al médico e incluso le golpeó con el instrumento que tocaba, entonces el doctor ordenó al jefe del campo que le diera un tratamiento especial para "quebrarla".

No hay registro de sus actividades desde entonces aunque debió abandonar Dibenwald poco después puesto que no estaba presente cuando los aliados con el Capitán América a la cabeza liberaron el campo de concentración salvando a los pocos supervivientes del genocidio, entre ellos la joven Anna. Mendelhaus logró escapar de las autoridades aliadas que hicieron de su captura una prioridad, escapando de algún modo hasta los Estados Unidos donde pasó inadvertido durante décadas.

Durante este tiempo, Mendelhaus cambio por completo su pensamiento y postura respecto al nazismo y a los judíos, comprendiendo por fin que Adolf Hitler no era el mesias que todos los nazis habían considerado sino que era la encarnación de satanás, y se esmeró en renegar de todos sus actos durante la guerra. Pero esta conversión del médico nazi no le libraba de ser un objetivo anhelado de ciertas gentes, unos eran una organización neo nazi que deseaba fundar un nuevo orden basado en el anti semitismo en Sudamérica, los cuales tras localizar a Mendelhaus pretendieron incorporarlo a su organización debido al prestigio y honor que hubiera supuesto tener una figura tan eminente entre sus filas.

Otros que también buscaban a Mendelhaus, aunque por otras razones, eran Aaron y Anna Heller, ambos judíos y cazadores de nazis, que tenían en el Carnicero de Dibenwald a una de sus presas mas codiciadas, aunque hacía años que le habían perdido el rastro. Entonces el destino jugó una mala pasada a Klaus, puesto que casualmente se encontró cara a cara con Anna Kapplebaum la cual recordaba perfectamente el rostro de aquel que había asesinado a su familia, el shock provocó que la anciana se desmayara y fuera ingresada en el hospital, aunque al recobrarse informó sobre la presencia del médico nazi en Nueva York lo que provocó que Heller y su hija marcharan al hospital para reclutar a la judía en su cruzada.

Pero la presencia de Heller alertó a los neo nazis, que secuestraron a Kepplebaum y también obligaron a Mendelhaus a acompañarles hasta los muelles de Long Island, donde un submarino les llevaría hasta Sudamérica. Los esfuerzos de Klaus por convencerles que había cambiado y comprendía que sus actos pasados habían sido criminales y no debía repetirlos, cayeron en saco roto puesto que ni Anna ni los neo nazis lo aceptaron, entonces al lugar llegó el Capitán América, atraído por el secuestro de Anna, así como los Heller.

De este modo, mientras el Capi se las veía con los neo nazis uno de ellos, pistola en mano, pretendió llevarse a otro lugar a Kapplebaum y a Mendelhaus, siendo interceptados por Aaron Heller y su hija que sorprendieron al criminal por la espalda, pero entonces el anciano Aaron Heller sufrió un infarto cayendo al suelo y perdiendo el arma y el neo nazi entonces se dispuso a usar su arma para acabar con la hija de este, pero entonces Klaus, harto de tanta muerte, saltó sobre el agresor comenzando una pelea que fue interrumpida cuando Kapplebaum se hizo con una pistola y encañonó al médico nazi dispuesta a vengar a su familia, pero el Capi la convenció que la venganza no era la solución, la anciana oyó las palabras del Capi y bajo su arma, pero no fue el caso de Anna Heller, que dispuesta a vengar a su padre empuñó el arma de este y abrió fuego contra Klaus Mendelhaus acabando con su vida.