Munson, Georgie

Cuando era joven, Georgie Munson coincidió con el por entonces desconocido Johnny Storm en la Escuela Superior de Glenville, por alguna razón, Munson odiaba a Storm y se metía con él constantemente. En los años siguientes la actitud de Georgie no cambió, siguió por el mal camino convirtiéndose en un criminal sin escrúpulos que no dudaba en cometer robos, atracos y si era necesario, asesinatos.

No se tiene constancia de cuales fueron los crímenes cometidos por Munson pero debieron ser lo suficientemente llamativos para atraer la atención de Morris Vance, un agente al servicio de Cabeza de Martillo, que decidió convertir a Munson en el chivo expiatorio para un asesinato del dueño de una licorería que blanqueaba dinero para el crimen organizado, que su jefe le había encargado cometer. Vance contactó con Munson con el que fingió entablar amistad y le habló sobre la licorería y lo fácil que sería atracarla, incluso le enseñó a Georgie el arma con que pensaba cometer el crimen, Munson la cogió despreocupado sin sospechar que la intención de su “amigo” era que sus huellas quedaran impresas en el arma.

Como Morris esperaba, Georgie decidió atracar la licorería en solitario y tras ser sorprendido por el dueño, se entabló una pelea en la que Munson dejó al tendero sin sentido de un puñetazo tras lo cual huyó del lugar precipitadamente sin darse cuenta que agazapado en las sombras esperaba Morris, el cual acribilló al hombre que yacía inconsciente a sus pies tras lo cual se deshizo del arma asegurándose que la policía la encontrara, tras lo cual acusaron a Georgie de asesinato siendo este juzgado y condenado a la pena de muerte.

Durante dos años, Munson languideció en el Correccional de Deeden a la espera que se cumpliera la sentencia, encontrando consuelo únicamente en sus charlas con el vicario de la prisión, el Padre Vito. Durante meses Georgie defendió su inocencia pero finalmente hubo de aceptar su destino, pero la noche antes de su ejecución, decidió pedir ayuda a su viejo compañero de instituto, al que rogó que limpiara su nombre.

Georgie encargó al Padre Vito que hiciera llegar la carta a Storm tras lo cual se dirigió estoicamente hacia la silla eléctrica donde su cuerpo fue atravesado por miles de voltios que le provocaron la muerte siendo su cuerpo enterrado en el cementerio de Deeden. El Padre Vito cumplió su cometido, entregando la carta a Storm el cual decidido a cumplir la última voluntad del fallecido investigó el caso descubriendo la implicación de Morris, y la Maggia exonerando a Georgie del crimen del que había sido acusado, pero nada de esto importaba ya a Munson que había muerto días antes.