Samurai Destructor

El Samurai Destructor era el nombre del cuarto robot que los Seguidores de la Luz, descendientes de los Lumina, raza alienígena que hace eones llegó a la Tierra para enfrentarse a sus enemigos de los Myndai, crearon para entregar a sus seguidores humanos para que les ayudaran en su lucha contra sus oponentes. A diferencia de los otros tres robots, que fueron terminados y entregados a pilotos humanos que terminarían convirtiéndose en los Shogun Warriors, el cuarto robot no fue terminado por causas desconocidas, permaneciendo inacabado en el santuario de los Seguidores de la Luz en el Monte Fujimoto.

En cierto momento, los Seguidores de la Luz murieron combatiendo contra Maur-Kon, uno de los Myndai, y el Santuario fue parcialmente destruido. Los Shogun Warriors abandonaron el lugar usando otras bases distribuidas en otros lugares, pero los restos del Santuario fueron localizados por William McLaughin, un aventurero y explorador que tras encontrar el acceso al lugar, encontró el robot a medio construir así como el material necesario para terminar su fabricación.

Comprendiendo el enorme potencial que alcanzaría si terminaba el robot, McLaughin trabajó durante un tiempo determinado hasta que acabó el cuarto robot, al que bautizó como Samurai Destructor. Con McLaughin a los mandos, el Samurai Destructor se encaminó a acabar con los únicos que podían igualarle en poder, los otros robots fabricados por los Seguidores de la Luz.

El Samurai Destructor localizó las bases donde los Shogun Warriors guardaban sus robots y aprovechando que estaban fuera, destruyó la base con los robots en su interior. Sin nadie que lo detuviera, William condujo al Samurai Destructor en una campaña de destrucción y robos por todo el país, mientras que sus enemigos marchaban a los USA para reclutar la ayuda de los 4 Fantásticos, que no dudaron en marchar a Japón para detener al robot.

Se produjo un primer encuentro entre los aventureros y el Samurai Destructor mientras este robaba ingentes cantidades de oro procedentes de un banco, en el que el robot derrotó facilmente al cuarteto fantástico huyendo con el botín, por su parte, los Shogun Warriors marchaban a la base de William en un intento de encontrar algo con lo que derrotar al robot, solo para ser descubiertos por McLaughin que los encerró en el interior del Santuario.

Los 4 Fantásticos por su parte, llegaron al Monte Fujimoto dispuestos a un segundo asalto y pese a que en un primer momento la batalla siguió los mismos derroteros que la primera, finalmente Reed Richards urdió un plan mediante el cual, tras un asalto concentrado de los 4 héroes, lograron derribar al Samurai Destructor tras lo cual pudieron abrir una pequeña apertura en el casco del robot por la que penetraron los Shogun Warriors para enfrentarse directamente con William McLaughin el cual, al verse acorralado, prefirió activar el mecanismo de autodestrucción para acabar con sus enemigos antes que dejarse capturar. Sin embargo, los 4 Fantásticos lograron evacuar tanto a los Shogun Warriors como al propio McLaughin antes que el Samurai Destructor saltara por los aires hecho pedazos sin posibilidad de reparación