Hrolf

Hrolf era un vikingo, descendiente de una partida de guerreros nórdicos que cientos de años atrás, siguieron a Harek Korgon, que había resultado mutado al entrar en contacto con un meteoríto con propiedades radiactivas, en su exilio hasta el Polo Norte. Usando sus poderes, Korgon creo un refugio seguro en tan desolado paraje, construyendo una cúpula, que debía ser renovada cada cierto tiempo con el poder que ostentaba, donde sus seguidores permanecerían a salvo, con una temperatura estable y agradable y donde se podía cultivar y criar ganado.

Los poderes de Korgon le convertían en inmortal, pero no así sus seguidores que fueron cediendo el paso a sus descendientes, y estos a sus hijos, así hasta nuestros días en que los vikingos seguidores de Korgon seguían adorando al mismo dios que sus padres, siendo Hrolf uno de estos seguidores que aceptaba el origen divino de Korgon, llegando a convertirse en su lugarteniente y hombre de confianza.

Sin embargo cierto día, el poder de Korgon comenzó a funcionar mal, incapaz de regenerar la cúpula, el poderoso ser hizo un último intento que casi acaba con su vida, al tiempo que su energía se dispersó alcanzando incluso la lejana Nueva York, lo que atrajo la atención de los 4 Fantásticos que marcharon al Polo Norte a investigar.

Una vez en los páramos helados, la Antorcha Humana se adelantó a explorar, siendo descubierto y atacado por una partida de vikingos de dentro de la cúpula que lograorn capturarlo y llevarlo ante Horlf, el cual ostentaba el mando durante la convalecencia de su dios junto a Wiglif, el cual estaba convencido que los males de su líder eran consecuencia de la actuación de seres del mundo exterior, como llamaban a aquellos que vivían fuera de la cúpula. El resto del cuarteto fantástico partió en ayuda de su compañero, pero finalmente aceptaron ser sometidos a cautiverio con tal de tener una entrevista con Korgon.

Los aventureros se reunieron con el Dios Ciego el cual les habló de la pérdida de sus poderes, Reed aceptó ayudar Harek, revisando la máquina que absorbía el poder de Korgon para generar la cúpula, y tras realizar ciertas modificaciones se dispuso a curar a Harek, el cual sin embargo, y en previsión que los extranjeros pretendieran traicionarle, entregó a Hrolf un arma mediante la cual podría privar a los héroes de sus poderes convirtiéndoles en presa fácil de los vikingos, sin embargo, el plan de Richards funcionó y logró devolver al poderoso ser toda su energía.

Hrolf se unió a la alegría general por la curación de su Dios, pero no así Wiglif que vio desolado como aquellos a los que consideraba enemigos se convertían en héroes, pero mayor fue su consternación cuando fue testigo de una conversación entre Reed Richards y Harek, en que Korgon rogaba al aventurero que le ayudara a librarse de sus poderes puesto que estaba cansado de vivir después de haber vivido durante siglos, aunque de manera reticente, Reed aceptó sin saber que Wiglif les estaba escuchando.

El vikingo decidió que no podía permitir que acabaran con la vida de su dios y manipuló las máquinas de Richards de modo que, en lugar de arrebatarle los poderes a Korgon, la máquina le bañó en energía volviéndole mas poderoso que nunca. Loco de poder y al ver que la ansiada muerte le era esquiva, Korgon atacó a los 4 Fantásticos a los que acusaba de haberles traicionado y sin duda hubiera acabado con su vida de no ser por la oportuna aparición de Thor, que vio desde Asgard como uno de sus antiguos seguidores había enloquecido.

Superado por el poder del dios del trueno y sus aliados mortales, Korgon decidió que prefería morir luchando que ser derrotado y comenzó a lanzar toda su energía amenazando con destruir la cúpula, al ver lo que sus actos habían provocado, Wiglif se delató ante Hrolf como el culpable del estado de su dios pero esto no detuvo a Korgon, al que solamente la intervención de Odin desde Asgard, devolviéndole el control de sus poderes, logró calmar poniendo fin a la batalla. No han vuelto a tenerse noticias de Hrolf desde entonces.