Heimdall

Heimdall es la contrapartida del centinela de Asgard del mismo nombre de la Tierra-616. Al igual que su contrapartida, Heimdall tenía como misión custodiar el Bifrost y vigilar que ningún enemigo atentara contra Asgard y en su labor de centinela, tuvo ocasión de ver como su líder, Odín, castigaba a sus dos hijos por razones diversas, exiliando a Thor a la Tierra sin recuerdo alguno de su pasado y a Loki en una prisión en un árbol, de donde solo saldría si alguien derramaba una lágrima por su situación (algo que ni Heimdall ni ningún asgardiano conocía).

En cierto momento y mientras paseaba por un prado cercano, el centinela de Asgard encontró a la joven Neri apoyada bajo un árbol, el cual era, sin que ninguno de los dos lo supiera, el árbol que servía a Loki de prisión. Cuando la joven diosa explicó a Heimdall que estaba allí en busca de inspiración para una canción, el guerrero le pidió que le cantara algo y Neri cantó una canción sobre el destino de los hijos de Odín, la canción era tan dulce que Heimdall ni se percató como una hoja caía del árbol y rozaba su ojo, provocando que vertiera una lágrima, tras esto los dos dioses abandonaron el lugar sin saber que habían provocado.

Y es que al estar Heimdall parado frente al árbol para escuchar una canción sobre Loki, y al haber vertido una lágrima, se habían dado los condicionantes para que el dios del mal escapara de su encierro, y lo hizo con mas ganas que nunca de vengarse de su medio hermano.

De este modo, Loki, tras esquivar a Heimdall que vigilaba el Puente del Arco Iris, llegó a la Tierra minutos antes que su hermano, atrapado en la forma del mortal Donald Blake, lograra encontrar su martillo el cual estaba camuflado en forma de una rama de árbol. Loki cogió el martillo/rama y lo arrojó lejos, quedando camuflado en un bosque lleno de ramas y árboles y por tanto prácticamente indistinguible. Por su parte Blake, perseguido por una partida de alienígenas Kronanos, llegaba a la sala donde estuvo el martillo camuflado pero no halló ni rastro del arma por lo que quedó a merced de sus atacantes que acabaron con su vida.

Cuando Odín supo de la muerte de su hijo, encabezó los ejércitos de Asgard en dirección al Valhalla para liberarlo, pero se encontraron ante la negativa de Hela para liberar al Dios del Trueno por lo que dio comienzo a una batalla entre las fuerzas de Asgard y las de Hel.

Loki por su parte, aprovechó la marcha de Odín de Asgard para emboscar a Balder, el cual había quedado atrás en la ciudad, asesinándolo con una flecha de muérdago, único material que podía herirle.

Según las leyendas, la muerte de Balder era la antesala del Ragnarok, y con Odín peleando con Hela y con el dios del trueno muerto, nada parecía impedir que Loki invadiera Asgard. Entonces Heimdall reunió a los Tres Guerreros, puesto que aunque el Padre de Todos lograra rescatar a Thor, este necesitaría su martillo.

Usando sus sentidos aumentados, Heimdall localizó el martillo, todavía convertido en rama, en el bosque donde Loki lo había ocultado, junto a sus tres compañeros marchó a Midgard dispuesto a recuperarlo, pero descubrió que el Dios del Mal, en previsión que nadie encontrara el Mjolnir, había llevado un dragón para que acabara con cualquiera que buscara el arma.

Finalmente, los asgardianos lograron derrotar al dragón y Heimdall encontró el arma tras lo cual regresaron a Asgard, entregando el martillo a Lady Sif, la cual estaba dispuesta a sacrificarse para rescatar al Dios del Trueno, y murió para marchar al Valhalla donde le entregó el martillo a su legítimo dueño el cual volvió a la vida a tiempo de rechazar a los ejércitos que asediaban Asgard. No han vuelto a tenerse noticias de Heimdall desde entonces.