Wolfmann, Erica

Poco se sabe del pasado de Erica Wolfmann, mas que era una agente nazi al servicio de Cráneo Rojo. Wolfmann formaba parte de un plan urdido por los nazis, que habían ocultado una serie de robots, los Durmientes, para activarlos en caso de derrota en la Segunda Guerra Mundial. La Agente Wolfmann era la encargada de custodiar y activar el Segundo Durmiente llegado el momento.

Wolfmann permaneció como agente durmiente durante dos décadas tras la derrota de los alemanes, hasta que llegó Der Tag (el día), el momento acordado para activar los Durmientes. Después de tener noticias que el Primer Durmiente había sido activado, Erica reunió a un grupo de obreros, puesto que el lugar donde se hallaba el Segundo Durmiente se hallaba bajo tierra.

Efectivamente, el Segundo Durmiente yacía enterrado bajo cientos de metros, y la única manera de acceder a él para liberarlo era activar un detonador que permitiría al robot salir a la superficie. Cuando encontraron el detonador, los obreros no fueron capaces de reconocer el mortal ingenio, no así la Agente Wolfmann, a la que no le importó el hecho que para liberar al ingenio nazi debiera dar su vida. La mujer ordenó a sus obreros que activaran el detonador, tras lo cual se produjo una enorme explosión que liberó al Durmiente, pero nada de esto supo Erica Wolfmann puesto que había muerto en la explosión.