Tyannanos

Hace eones, y siempre en palabras de dicha raza, los Tyannanos eran la primera y única raza sentiente de la Zona Negativa, una dimensión compuesta de antimateria. De aspecto leonino, con el paso de los siglos los Tyannanos se convirtieron en una raza noble y orgullosa que trataba de llegar allá donde otras especies no podían llegar, esto, unido a que también eran una raza orgullosa, les llevó a construir enormes fábricas en las que se crearon simientes de la vida y las encerraron en cilindros dorados de poder para que sobrevivieran a los rigores del viaje....

Y es que los Tyannanos en su arrogancia se creyeron los dueños del Universo e imbuidos con la sagrada misión de extender la bendición de la vida allá por donde decidieran que debían ir, por lo que empezaron un viaje para poblar las estrellas en busca de planetas que pudieran albergar vida tras lo cual esparcían la simiente de los cilindros para que creciera la vida en ellos.

Se ignora la totalidad de planetas que recibieron la visita de los Tyannanos, pero se sabe que Baluur, hogar de Blastaar, recibió miles de años antes del nacimiento del villano la visita de esta raza, otro planeta llamado Bathandia también fue a su vez colonizado.

En cierto momento, la flota de vida de los Tyannanos se encontró frente a una lluvia de meteoros que alcanzaron una de sus naves provocando que se alejara de la flota yendo a estrellarse en el desierto planeta Arthos en el corazón de la Zona Negativa, siendo que la mayor parte de su tripulación murió en el impacto mientras que las posibilidades de sobrevivir del resto, después que el choque destruyera los procesadores de comida, eran escasas.

Decidido a cumplir su misión pese a todo, el capitán de la nave liberó las esporas para que crecieran y dotaran de vida el desierto planeta, tras lo cual registró sus recuerdos en un casco de memoria y con el paso del tiempo, tanto él como su tripulación murieron de inanición. Sin que los Tyannanos supieran las consecuencias de sus actos, fueron indirectamente responsables de la creación del mayor tirano que jamás vio la Zona Negativa, puesto que una de estas esporas al crecer, encontró el casco viendo su intelecto aumentado por la experiencia y tras adoptar el nombre de Annihilus, utilizó el núcleo de poder de la nave de los Tyannanos para crear su Cetro de Control Cósmico y el transmutador genético usado por los alienígenas para transformar a aquellos seres que encontraba en su camino en su siervos conocidos como los Carroñeros.

Mientras el resto de la flota, consternados por la pérdida de una de sus naves lo que consideraban la mayor tragedia de la historia de su raza e incapaces genéticamente de aceptar el fracaso o sus limitaciones, decidieron cometer un suicidio racial por lo que aquellos que habían quedado en el planeta y el aquellos que viajaban en las naves (al parecer no aquellos que estaban en planetas dedicados a la colonización) se dirigieron hacia el Vortex (una de las áreas de aniquilación en la Zona Negativa en la que el contacto entre materia y antimateria provoca una reacción explosiva) esperando con ello ser destruidos. Sin embargo, los Tyannanos contaban con tecnología necesaria para trasnformar su cuerpo y de este modo evitar la destrucción, de manera que de algún modo, lograron sobrevivir en el interior del Vortex convirtiéndose mas poderosos a nivel mental y tecnológico mientras civilizaciones enteras nacían y se extinguían fuera del mismo.

En tiempos recientes, una de los Tyannanos que había colonizado el planeta Bathandia, la conocida como Tjellina, se alió con el alien de nombre Prodigion, embarcándose en la cruzada que les llevó a intentar establecer nueva vida en la Zona Negativa. Sin embargo, tanto Tjellina como otros agentes de Prodigion pervirtieron la misión original, ya que pretendieron usar las esporas para crear nueva vida, pero antes eliminarían a la vida existente anteriormente. Finalmente el plan de la miembro de los Tyannanos y sus compañeros fue abortado y ellos abandonados en un desolado planeta periférico donde hubieron de luchar por mantenerse con vida intentando transformar el mundo en un nuevo paraíso.

En cierto momento el Bruto (el Reed Richards de la Contratierra) se sacrificó marchando a la Zona Negativa en lugar de Mister Fantástico, quedando flotando a la deriva dirgiéndose hacia el vortex donde fue rescatado por los Tyannanos que vivían en su interior. Tras recobrarse, el Bruto utilizó su intelecto y la ciencia de los Tyannanos para esclavizar a la raza que le había salvado, puesto que planeaba utilizarlos para subyugar la Zona Negativa como antesala de un ataque contra la Tierra el el universo positivo.

El Bruto construyó un ingenio que debía transformar a los Tyannanos en energía negativa lo que le permitiría abandonar el vortex, pero tras activar el ingenio, las energías desatadas llamaron la atención de Blastaar y Annihilus que marcharon al lugar a investigar en vistas de utilizarlo para sus propios fines. Por fortuna, este estallido de energía también atrajo a Mister Fantástico que acudió al lugar acompañado de sus compañeros puesto que lo consideraba una posible amenaza para el universo positivo y el universo negativo. Dirigidos por el Bruto, los Tyannanos capturaron facilmente tanto a los aventureros como a los nativos de la Zona Negativa, tras lo cual lanzaron un asalto contra Baluur desde donde pretendían abrir un portal que uniera de manera permamente los dos Universos.

Los 4 Fantásticos lograron escapar de su encierro y se enfrentaron al Bruto y a los Tyannanos, retrasando su traslado al Universo positivo el tiempo suficiente para que el Vortex volviera a absorberlos en su interior. Una vez allí, Richards les convenció para que usaran su poder mental y tecnológico para restaurar la barrera que separaba ambos Universos y que la máquina del Bruto había debilitado, tras cumplir con las indicaciones de Mister Fantástico, y todavía frustrados por la manipulación a la que habían sido sometidos, los Tyannanos decidieron no intervenir mas en los asuntos de las razas de la Zona Negativa por lo que no han vuelto a contactar con ninguno de sus habitantes.