XTP-1

El XTP-1 era el submarino atómico mas moderno del mundo, capaz de llevar mas misiles Polaris que ninguna otra nave, lo que lo convirtió en objeto de deseo del Cráneo Rojo, que pretendía hacerse con el submarino y su mortal carga de misiles para conquistar el planeta.

Sin embargo, el villano nazi era incapaz de conocer la situación exacta del submarino, por lo que aprovechó un enfrentamiento contra el Capitán América, durante el cual usó su nave para alzar la ciudad de Nueva York varios kilómetros sobre el suelo para amenazar a los USA para que le dieran el control del país, para llevar a cabo sus planes.

Y es que el nazi, además de obtener poder, quería vencer y humillar a su enemigo, y le ofreció un trato, devolvería la ciudad a su lugar si el Capitán América aceptaba seguir sus órdenes durante 24 horas.

Enfrentado a la muerte de millones de personas, el Capi aceptó y el Cráneo Rojo, tras devolver a la ciudad a su lugar de origen, no dudó en exponer la nueva situación al mundo entero de modo que todos pensaron que el aventurero se había convertido en un traidor.

Con el Capitán América en su poder, y sabiendo que debido a su condición de miembro de los Vengadores, a los cuales el alto mando informaba de la posición de defensa global del país, le obligó a decirle donde se encontraba el submarino XPT-1, obligado por su juramento, el Capi no tuvo mas remedio que darle al villano la ubicación del arma atómica.

Una vez obtenida la información, el Cráneo Rojo intentó asesinar a su rival, pero este logró evadirse y colarse en la nave del villano nazi, el cual alcanzó la posición del submarino atómico y usando un hipno rayo, obligó a la tripulación a emerger de bajo de las aguas. El Capi salió entonces de su escondrijo y se coló en el submarino para intentar evitar que el malvado se hiciera con el control, pero tuvo que enfrentarse a la tripulación la cual, controlada por Cráneo Rojo, estaba dispuesta a entregar la nave a su amo.

El aventurero logró abrirse paso entre los esclavos del villano nazi hasta que alcanzó la sala de máquinas que suministraban energía al submarino y una vez allí, ajustó la emisión de energía de modo que cancelara el rayo hipnótico del malvado. Paradójicamente esto libró a la tripulación del control del nazi, pero ahora había otro problema y es que los marineros habían oído que el Capi obedecía al Cráneo Rojo y ahora pensaban que era el aventurero quien quería robar el XPT-1, entonces el villano nazi ordenó a los marineros que abandonaran el submarino y la tripulación comprendió entonces que el Capi decía la verdad.

Con el apoyo de la tripulación, el Capi abandonó el XPT-1 a bordo de una nave, mientras el Cráneo Rojo descendía y tomaba posesión de su nueva arma, sin embargo pronto comprendió su error, puesto que el XPT-1 era un arma todavía en estado experimental la cual una vez llevado a cabo su viaje de prueba, debía ser destruido para lo cual llevaba un dispositivo de autodestrucción.

El Capi informó que había activado el mecanismo de destrucción para que hiciera explosión en pocos segundos, y que debía rendirse y entregarse o de lo contrario se enfrentaba a la destrucción. El Cráneo Rojo sin embargo se negó a rendirse y a los pocos segundos se produjo la explosión que destruyó el XPT-1, no hay noticias que el Gobierno volviera a fabricar otro prototipo.