Rowregyynac

El alienígena conocido como Rowregyynac era un guerrero de élite que pertenecía a la raza de los Axi Tun, una civilización que habitaba el planeta Tun, en el sistema solar M57 y que estaba imbuida por la creencia que eran superiores a las otras razas lo que llevó a algunos gobernantes o bien a aislar a los Axi Tun de la influencia de otras razas, o bien extender sus dominios sobre otros planetas para someterlos.

Junto a otros tres guerreros Axi Tun, Rowregyynac fue enviado hace cientos de miles en dirección a la Tierra, un lugar remoto habitado por seres primitivos pero cuya importancia radicaba en su posición en el Universo, puesto que era un importante nudo de comunicaciones entre Galaxias y que era parada obligatoria en los planes de conquista de los Axi Tun. Se ignora cuanto tiempo permanecieron Rowregyynac y sus compañeros en la Tierra, pero fue el suficiente para dar origen a la leyenda de cuatro jinetes que sembraban el caos y la destrucción en la Tierra, siendo Rowregyynac asociado con el jinete de nombre Muerte.

Por desgracia para los Axi Tun, pronto encontraron en la Tierra un rival igual de formidable que ellos, en forma de una raza alienígena desconocida que estaba decidida a defender el planeta, y tras ardua batalla que duró casi un siglo pero de la que se desconocen los detalles, Muerte y sus compañeros fueron expulsados. De vuelta al planeta Tun, los guerreros fueron tachados de cobardes y traidores por su derrota ante seres inferiores, puesto que era así como los Axi Tun consideraban al resto de razas de la galaxia, siendo exiliados a un lugar remoto de la Galaxia y obligados a vagar por el Universo por toda la eternidad.

Durante su exilio, Rowregyynac y sus compañeros vieron muchas maravillas, vieron nacer mundos al tiempo que otros eran destruidos por la mala utilización de su poder, pero ni todas las maravillas podían apartar de sus pensamientos la derrota y humillación sufrida en la Tierra, por lo que tras eones de exilio, decidieron regresar a la Tierra para conquistar el planeta y así demostrar a su pueblo que no eran cobardes ni traidores, entregándoles el mundo que tanto ansiaron en el pasado.

Los planes de Muerte y sus compañeros eran conquistar el planeta en apenas dos días, puesto que estaban seguros que la raza que los derrotara antaño habían desaparecido. Tampoco temían los avances tecnológicos de la raza que poblaba el planeta puesto que dichos avances eran primitivos en comparación con la ciencia de los Axi Tun. Pero los alienígenas no habían tenido en cuenta la existencia de seres dotados de habilidades especiales que sin duda les harían frente, en concreto los 4 Fantásticos que desde el principio se opusieron a los planes de los alienígenas.

Como parte de los planes de los Axi Tun, Muerte se instaló en el Everest mientras sus compañeros debían combatir a los 4 Fantásticos en otros lugares del planeta. Finalmente, el cuarteto fantástico marchó hasta el Himalaya para enfrentarse al último de los Jinetes, el cual uso su poder para dar forma a criaturas que representaban la muerte de cada uno de los aventureros. Reed Richards adivinó que debían cambiar los oponentes y no luchar contra sus propias contrapartidas puesto que entendió que no se podía luchar contra la muerte de uno mismo a riesgo que ambos fueran destruidos, por lo que los aventureros intercambiaron rivales en una táctica que resultó acertada, puesto que los héroes lograron acabar con las creaciones de Rowreggynac poniendo fin a la batalla, puesto que al ser derrotado el Axi Tun despareció.

Y es que la lucha por la Tierra sin embargo se decidiría por un factor externo, puesto que la resistencia que los aventureros presentaron a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis provocó que los sistemas de seguridad que los antiguos oponentes de los Axi Tun habían colocado en la Tierra para prevenir un posible retorno de los alienígenas tras su marcha del planeta se activara, expulsando a Rowregyynac y sus compañeros del sistema solar.

No se volvió a tener noticias de los Jinetes del Apocalipsis durante largo tiempo, hasta que se supo que habían sido capturados por el ser cósmico conocido como el Extranjero y llevados a su mundo prisión. Los Axi Tun lograron escapar después que el Extranjero fuera atacado por Mente Suprema lo que provocó una fuga masiva de los prisioneros del alienígena, entre ellos Muerte y sus compañeros. Como precio a la libertad, Mente Suprema ordenó a los Jinetes y a otros prisioneros que se enfrentaran al Extranjero y a cualquiera que le apoyase, como era caso de Quasar con quien mantuvieron una breve pelea puesto que el vengador cósmico logró derrotar a los Axi Tun conteniéndolos en una esfera de energía cuántica, aunque se ignora si acabada la batalla los puso bajo la custodia de las autoridades o volvió a entregarlos al Extranjero.