Wolfgang

Wolfgang era el nombre que recibía uno de los androides plásticos creados por Armin Zola que fueron entregados al Barón Zemo para que le sirvieran. Instalado en la base sita en su castillo, en la frontera entre Méjico y Estados Unidos, Wolfgang y sus compañeros androides fueron entregados a un Barón Zemo mas pacífico y familiar que en otras ocasiones, se había retirado a vivir en su castillo sin buscar venganza contra sus antiguos enemigos o planeando hacerse con el control del mundo, contentándose con vivir con su esposa, la Baronesa, y buscando crear una familia, aunque para ello hubo de recurrir al secuestro de niños a los cuales lavó el cerebro para que consideraran a él y a la Baronesa como sus padres.

Wolfgang y el resto de androides actuaban como sirvientes de Zemo y su esposa, dedicándose a satisfacer sus necesidades sin necesidad de llevar a cabo actos hostiles, sin embargo esto cambió cuando el Capitán América, junto a su compañera Iguana, llegaron al Castillo de Zemo siguiendo el rastro de los niños secuestrados. Apenas llegaron al lugar, fueron emboscados por los androides, es de suponer que Wolfgang estaba entre ellos, y conducidos ante el Barón Zemo. Allí, ambos héroes se separaron recorriendo el gigantesco castillo siendo atacados por los androides plásticos. En su lucha, contaron con la ayuda de la joven Espíritu Libre, que había llegado a Méjico siguiendo el rastro de Superia (que iba a reunirse con la Baronesa) solo para encontrarse inmersa en una batalla campal contra Wolfgang y sus compañeros.

Tras unir fuerzas con el Capi, los dos aventureros fueron perseguidos por Wolfgang así que ambos usaron un cable de acero para cortar las piernas del androide plástico aunque esto no detuvo al sirviente de Zemo, que logró capturarlos con sus enormes manos y conducidos a la presencia del Barón. El Capitán América, que en esa época sufría un deterioro del Suero del Supersoldado que mermaba sus capacidades físicas, obligándole a portar una armadura llena de armas y artilugios, usó unas granadas para volar el brazo que sujetaba a su compañera la cual pudo escapar, mientras el héroe alado era llevado ante Zemo.

El villano nazi ordenó a Wolfgang que arrojara al Capi al interior de una tina llena del Adhesivo X, en un intento de acabar con la vida de su enemigo. Sin embargo el héroe, una vez libre, usó una pistola que lanzaba un cable para sujetarse a la pared evitando caer a la tina, el villano nazi ordenó a Wolfgang que volviera a capturar al Capi y el androide plástico saltó al vacío dispuesto a cazar al aventurero que colgaba de un cable a escasos metros de la tina. Al ver el peligro, el Capi trepó por el cable esquivando a Wolfgang que cayó en la tina de Adhesivo X siendo destruido.