Simons, Roscoe

Roscoe Simons era un joven nacido en Brooklym el cual era un fanático del Capitán América. Dotado de habilidades gimnásticas naturales, Roscoe comenzó a dirigir a temprana edad un gimnasio, el Gimnasio Starlin. En cierto momento Simons asintió consternado al anuncio del Capitán América que abandonaba su carrera como aventurero después de un enfrentamiento con el Imperio Secreto que le había hecho perder la fe en el sistema americano, sin que Roscoe lo supiera, uno de los nuevos clientes, era Steve Rogers la identidad civil de su ídolo, aunque tuvo ocasión de comprobar de primera mano las habilidades del nuevo socio de su gimnasio, cuando Steve fue "atacado" por el Arquero Dorado (en verdad Ojo de Halcón disfrazado) en lo que no fue mas que un intento del amigo del Capi de convencer a su amigo para que continuara su labor como aventurero aunque fuera bajo otra identidad, lo que llevaría a adoptar la identidad del Nómada.

Pronto surgieron nuevos personajes que intentaron tomar el lugar del aventurero retirado, la estrella de la liga de beisbol, Bob Russo, intentó convertirse en el nuevo Capitán América pero se fracturó un brazo mientras intentaba detener un robo mientras que otro candidato, “Cicatriz” Turpin, descubrió que no era fácil acabar con el enemigo en combate personal cuando este le superaba en número resultando apalizado por lo que decidió abandonar. Convencido que la causa por la cual los sustitutos del Capi habían fracasado debido a que tanto Turpin como Russo se creían hombres importantes que se merecían llevar el manto del aventurero de la estrella, mientras que Roscoe estaba convencido que para ser el nuevo Capitán América debías trabajar toda la vida para ser lo bastante digno.

Simons obtuvo la dirección de Steve Rogers de los datos del gimnasio, obteniendo la dirección del despacho de Sam Willson donde ejercía como trabajador social, Roscoe pretendía que Rogers, el mejor gimnasta que conocía, le entrenara para convertirse en el nuevo Capitán América pero en su visita a Harlem solo encontró al Halcón, al cual le contó sus planes de convertirse en aventurero, algo que Sam intento sacarle de la cabeza afirmando que se trataba de un sueño sin sentido.

Sin dejarse persuadir, Roscoe diseñó un traje y una réplica del escudo del Capitán América, comenzando a patrullar la ciudad, volviéndose a encontrar con el Halcón al que intentó impresionar con sus habilidades atléticas, aunque nuevamente Sam intentó convencerle que cejara en su empeño, nuevamente sin éxito.

Tras comprender que no podria hacer desistir al joven en su deseo de ser el nuevo Capitán América, el Halcón decidio tomarlo bajo su tutela para entrenarlo y evitar que se pusiera en peligro. Mientras ambos patrullaban, fueron testigos de un atraco a un banco perpetrado por una banda misteriosa, la cual pretendía no solo robar el dinero sino sustutiurlo por moneda falsa en un claro ataque contra la economía del país. Pese a que Roscoe demostró un notable empeño contra los ladrones, el atraco demostró ser parte de un plan a gran escala del Cráneo Rojo, el cual emboscó a los héroes a los que noqueó y tomó prisioneros.

El villano nazi se mostró exhultante por su victoria sobre su viejo enemigo, pero cuando vio que había capturado únicamente a un sustituto, enloqueció de furia y apaleó a Roscoe brutalmente y finalmente lo degolló poniendo fin a la vida del joven, dejando con vida al Halcón para que diera una advertencia al verdadero Capitán América, retándolo a un combate definitivo.

La muerte del joven Simons significó el aliciente definitivo para que Rogers volviera a adoptar la identidad del Capitán América pero nada de eso supo Roscoe, el cual llevaba tiempo muerto.