Martin, Nathan

Nathan Martin era comisario de policía en una de las comisarias de la ciudad de Nueva York, siendo que una de las zonas que tenía asignadas era la de Harlem. En cierto momento, el Comisario Martin fue testigo como varios de sus agentes desaparecían misteriosamente, por ello se puso en contacto con el Capitán América para pedirle ayuda por lo que el aventurero, con la colaboración de Martin, se infiltró en la comisaria como patrullero para vigilar las calles haciendo la doble función de cebo y de investigación.

Como el patrullero Rogers, el Capi fue puesto bajo el mando del Sargento Muldoon, un veterano y cascarrabias oficial de policía que no tenía en alta estima a Rogers debido a las faltas de asistencia y desaparciones misteriosas del agente, sin embargo no pudo tomar acciones contra su nuevo subordinado puesto que el Comisario Martin lo defendió afirmando que Rogers estaba desarrollando una misión secreta para él.

Pronto, el Capi descubrió que detrás de las desapariciones se encontraba la Gárgola Gris, que estaba buscando reunir un ejército de soldados de piedra para sus propios fines. El villano convirtió en piedra a un sacerdote local, el Reverendo Garcia, atrayendo la atención del Capitán América que se enfrentó a la Gárgola Gris obligándole a huir, liberando de esta forma a los prisioneros que no obstante hubieron de ser hospitalizados.

El Comisario Martin visitó al Reverendo Garcia en el hospital, allí coincidió con una joven de Harlem, Leila Taylor, activista por los derechos de las minorías y que lanzó una velada acusación contra el policía, afirmando que corría el rumor que había sido la policía quien había provocado las heridas del Reverendo, afirmando que de ser así el barrio no tardaría en alzarse en armas, el Comisario Martin intentó convencerla que no había verdad en sus palabras pero la joven se negó a creerle.

Los caminos de Nathan Martin y la joven Leila volvieron a encontrarse cuando el barrio de Harlem se vio alborotado por la presencia del grupo conocido como la Milicia del Pueblo, que pregonaban una defensa mediante la violencia de los derechos de las minorias. Alentados por los líderes de la Milicia, decenas de jóvenes negros sembraron el caos en el barrio ya que creían que si los blancos querían confinarlos en un barrio marginal, ellos le prenderían fuego como represalia.

El Comisario Martin encabezó a las fuerzas del orden, dispuestos a detener a los alborotadores e impedir que abandonaran el barrio extendiendo la violencia a otros barrios, la situación podía haber terminado en una batalla campal de no ser porque el Capi convenció a Martin para que la policía no interviniera mientras ellos investigaban a la Milicia del Pueblo.

Bajo las órdenes del Comisario, la policía mantuvo sus posiciones sin responder a las provocaciones de los manifestantes mientras el Capi y sus compañeros invadían la base de la Milicia del Pueblo descubriendo la identidad de su líder, que no era otro que el villano nazi conocido como el Cráneo Rojo. Cuando los principales activistas de Harlem descubrieron que estaban siguiendo órdenes de un reconocido racista supremacista, detuvieron las algaradas aceptando regresar en paz a Harlem, el Comisario decidió no realizar detenciones por la violencia y destrucción causada por los alborotadores, los cuales amenazaron con volver a provocar disturbios si volvían a ver sus derechos amenazados.

Pese a dar por zanjada la crisis de los policías secuestrados, el Capi continuó trabajando en la comisaría como agente infiltrado ya que le permitía combatir de primera mano el crimen, tal vez por orden del Comisario Martin, pasó a ocupar un coche patrulla con el que patrullaba Harlem junto a su compañero Bob Courtney, esto le sirvió para alejarse temporalmente del Sargento Muldoon, al cual pese a todo el aventurero respetaba por ser un hombre duro e íntegro, esta es la razón que se sorprendiera tanto cuando el Comisario (o algún subordinado suyo) encontró pruebas que Muldoon había cometido delitos y por ello decidió apartarlo del cuerpo mientras se investigaban las acusaciones.

En cierto momento, el Comisario Martin citó al Capi en una comisaria apartada en la Cocina del Infierno, sin embargo antes de entrar, el héroe fue emboscado por unos criminales que pretendían impedir la reunión. Tras vencer a sus enemigos el Capitán América entró en comisaria y se reunió con Martin, ya que el policía quería informar al aventurero sobre la existencia de la amenaza conocida como el Comandante Encapuchado, cuando el aventurero le informó que acababa de enfrentarse a algunos de sus esbirros, el Comisario le confirmó que el criminal tenía agentes infiltrados en el interior del cuerpo de policía y le pidió ayuda al vengador de la estrella no solo para encontrar a los infiltrados y limpiar el nombre de los policías honrados cuya honestidad estaba siendo puesta en duda, sino también que descubriera la identidad del Comandante Encapuchado.

En ese momento el Comisario Martin abandonó el despacho alegando que tenía que hacer una llamada, después que el policía abandonara el cuarto, una bomba hizo explosión que casi acaba con la vida del Capi, aunque por suerte la explosión lo lanzó a través de una ventana salvándose de lo peor de la deflagración.

El Capi descubrió que detrás de la explosión estaba la Ola de Crímenes, esbirros al servicio del Comandante Encapuchado que buscaban sembrar el caos y el terror en la ciudad provocando crímenes y atracos. Junto a su compañero el Halcón, el Capi se enfrentó a los miembros de Ola de Crímenes y a punto estuvo de capturarlos obligándolos a escapar, el aventurero corrió tras ellos pero su camino se vio interrumpido por un coche de policía en el que iba el Comisario Martin, que aparcó frente al aventurero impidiendo la captura, este hecho fortuito junto a la explosión en la comisaria producida solo unos segundos después que Martin abandonara el despacho llevaron al Capi a creer que el Comisario Martin era un agente corrupto, aunque finalmente se demostró que era el Sargento Muldoon quien estaba detrás de la identidad del Comandante Encapuchado.

El Comisario Martin recibió una llamada poco después de Steve Rogers, que había decidido abandonar su identidad del Capitán América, y deseando cerrar todos los flecos de su vida como aventurero, se pusiera en contacto con el comisario para indicarle que abandonaba su trabajo como infiltrado. Martin le agradeció tanto que hubiera colaborado con el caso de la Gárgola Gris como el tiempo que permaneció ayudando a la policía.

Poco mas tarde, Steve volvió a enfundarse su uniforme de policía para visitar a sus antiguos compañeros y entrevistarse con el comisario Martin, al que interrogó sobre la Fuerza Nacional, el comisario solo pudo decirle que se trataba de una organización racista que fomentaba el odio a los judíos, los negros, los hispanos.... y que además contaban con el beneplácito para sus actividades de alguien importante, puesto que se había prohibido a la policía actuar contra ellos a no ser que hubieran cometido un delito flagrante. Sin embargo el Capi estaba por encima de las las órdenes de hmbres poderosos que velaban por sus intereses y se dispuso a investigar y desmantelar a la organización, Martin le deseo suerte y que triunfara allá donde él nada podía hacer tras lo cual ambos se despidieron y no se han vuelto a tener noticias de Nathan Martin desde entonces.