Robertson, Robbie

Robbie Robertson era un periodista que trabajaba para el periodico conocido como el Bugle, que fue testigo del estallido de la guerra entre humanos y mutantes los cuales estaban dirigidos por Apocalipsis, que siguiendo la premisa de la supervivencia del mas fuerte, declaró a la humanidad como seres inferiores y ordenó a sus esbirros que exterminaran a dicha raza.

Los humanos perdieron la guerra contra Apocalipsis y sus hordas, exterminando a millones de humanos y obligando a cientos de miles a abandonar el país, sin embargo, fueron muchos los que se quedaron en Norteamérica, bien porque no contaran con los medios para escapar, porque fueron incapaces de eludir las hordas de Apocalipsis o bien, como el caso de Robertson, por propia voluntad.

Y es que el periodista, pese a que su periódico había sido cerrado, se negaba a abandonar la ciudad y continuó con la labor de seguir informando sobre aquello que Apocalipsis y los suyos se negaban a admitir en público, los medios eran primitivos, oculto en un bunker subterráneo bajo la ciudad de Manhattan, trabajando con imprenta casera y papel de baja calidad, pero Robertson continuó informando durante largos meses en los que eludió a las hordas mutantes.

Cierto día, Robbie se encontró con otro humano el cual acababa de escapar de los laboratorios de la Bestia Oscura, se trataba de Christopher Summers, que había sido abducido por una raza alienígena en las primeras semanas de la guerra viendo como era separado de sus hijos. Robbie se llevó al fugado hasta su bunker subterráneo donde le puso al día de lo sucedido desde su marcha.

Cuando el periodista supo que su nuevo amigo se apellidaba Summers, y que suss dos hijos perdidos se llamaban Scott y Alex, comprendió que se trataba del padre de Cíclope y Kaos, dos de los principales colaboradores de Siniestro, lugarteniente de Apocalipsis. El periodista no tuvo mas remedio que informar a su nuevo amigo que la reunión familiar que anhelaba podía terminar mal, puesto que sus hijos eran mutantes y él un simple humano, con lo cual estaba condenado a muerte.

Pero Robbie cometió el error de considerar a Christopher Summers un humano, y es que durante su estancia en el espacio, el humano había sido inoculado con un huevo por parte de la raza alienígena conocido como el Nido que provocó que se transformara en uno de ellos volviéndose una bestia salvaje que asesinaba a cuanto veía, siendo Robbie una de las desafortunadas víctimas que se cruzó en su camino siendo herido de muerte. En este estado fue encontrado por las fuerzas de Siniestro (que envió a sus agentes en busca de Summers antes que pudiera encontrar a sus hijos), que descubrieron que Robertson, aunque herido de muerte, todavía estaba con vida y una de ellas, Aurora, al ver con asco que el destrozado cuerpo del humano que tenía ante sus ojos todavía se movía y extendía su mano hacía ella, lo incineró con un rayo.