Glarg

Glarg era un mutante nativo de la Tierra 295, una realidad donde Apocalipsis encabezó a los mutantes en su guerra contra la humanidad siguiendo su premisa de la supervivencia del mas apto, provocando la muerte de millones de humanos en Norteamérica. Glarg se unió a las fuerzas de Apocalispis y en cierto momento fue asignado a las instalaciones conocidas como el Núcleo, que dirigidas por el Hombre de Azucar y usando mano de obra humana, proporcionaban energía a todo el país.

Durante años, Glarg y el resto de mutantes torturaron, maltrataron y esclavizaron a centenares de humanos obligándoles a trabajar sin descanso para mayor gloria de los mutantes, y salvo algún incidente aislado, mantuvieron el orden y la disciplina sin problemas. Sin embargo cierto día, el Núcleo fue atacado por los jóvenes mutantes estudiante de Coloso y aliados de la Patrulla-X, la Próxima Generación, que llegaron al lugar dispuestos a rescatar a una de las prisioneras, Illyana Rasputin, hermana de Coloso y básica para el plan de Magneto de derrocar a Apocalispsis.

La irrupción de los rebeldes mutantes provocó una insurrección entre los prisioneros humanos, a la que Glarg y sus compañeros respondieron ferozmente y que terminó con el aplastamiento de los rebeldes y la captura o exterminio de los mutantes al cargo de Coloso, que sin embargo logró escapar junto a Illyana. Pero el ataque se había cobrado la vida de Quietus, uno de los líderes del Núcleo, al tiempo que el Hombre de Azucar marchó oculto en una de las botas del mutante blindado para descubrir cuales eran los planes de la Patrulla-X.

Como quiera que al poco se produjo la caída de Apocalipsis, en el Núcleo, sin sus líderes para dirigirlos y sin una autoridad que les diera órdenes, Glarg y el resto de guardas de las instalaciones quedaron desorientados y sin saber que hacer hasta que en cierto momento decidieron abandonar el Núcleo dejando atrás a los humanos y mutantes prisioneros.

Glarg marchó hasta Canadá junto a otros mutantes que habían servido a Apocalipsis y que ahora, tras la caída del Alto Señor y el retorno al poder de los humanos, se habían convertido en fugitivos perseguidos no solo por las autoridades humanas, sino también por sus aliados mutantes de la Patrulla-X.

Se ignora cuanto tiempo permanecieron Glarg y sus compañeros en las tierras del Norte, aunque se sabe que atacaban a viajeros y forasteros indefensos. Por desgracia, cierto día localizaron a un viajero solitario al que emboscaron y atacaron, sin saber que se trataba del mutante conocido como Arma-X. El mutante, que había abandonado la lucha tras la muerte de su amada en la guerra, les dio la oportunidad de marchare sin luchar pero Glarg y sus compañeros sin saber el peligro que corrían, lo atacaron y el propio Glarg lo engulló con la intención de devorarlo, sin embargo, Logan se abrió paso desde el interior del cuerpo del mutante destripándolo con sus garras y acabando con su vida