Nakka

Poco se sabe del pasado y orígenes del alienígena conocido como Nakka. Perteneciente a una raza poco avanzada, con una cultura y tecnología similar a la de la edad de piedra en la Tierra y cuyo nombre es desconocido, Nakka ejercía las labores de líder de la tribu. Se desconoce el momento exacto, si Nakka había nacido o si ya ejercía como líder de su gente, pero el hecho es que su pueblo fue capturado por el Primigenio conocido como el Coleccionista, que los redujo a tamaño microscópico y los colocó en su zoo particular donde cientos de habitáculos formaban una colección especial.

Tras un tiempo sin determinar en que Nakka y los suyos permanecieron atrapados en el habitáculo, sufrieron la desagradable visita de otra raza que descendió desde la luna (en realidad, a través de uno de los túneles de ventilación que estaba en lo alto del habitáculo), se trataba de la Cofradía que tras escapar de su encierro en su propio ecosistema, se extendió por los habitáculos vecinos dejándose llevar por su instinto de conquista.

El pueblo de Nakka no fue rival para la Cofradía los cuales se vieron diezmados no solo por la batalla, sino por el hecho que cuando la Cofradía, debido a las particularidades de sus organismo, abandonaron el ecosistema conquistado en busca de nuevos retos, dejaron eun ecosistema devastado, donde los mas débiles y enfermos, en especial mujeres y niños, morían y el resto enfermaban y se debilitaban.

Cierto día, hasta el ecosistema donde vivían Nakka y los supervivientes de su raza, llegaron un grupo de Vengadores en busca del habitáculo original que había albergado a la Cofradía para estudiar sus orígenes y buscando hallar alguna debilidad. Cuando Nakka y los suyos oyeron hablar de Maestre Ector, el líder de la raza que los había devastado, confundieron a los aventureros con aliados de su agresor y los atacaron, aunque en su debilitado estado no fueron rivales para los héroes que tras contenerlos, les hablaron de su verdadero propósito. Comprendiendo que no eran enemigos y que estaban buscando una manera de detener a la Cofradía, Nakka aceptó acompañarlos a través de las docenas de ecosistemas, para buscar el habitáculo que albergó a Ector y sus huestes.

Tras viajar por decenas de ecosistemas, todos ellos destruidos y devastados, finalmente, Nakka y sus aliados llegaron al ecosistema donde había estado prisionera la Cofradía, por desgracia, la exposición del debilitado cuerpo de Nakka a un ambiente saturado de microbios como era dicho receptáculo debido a las particularidades biológicas de dicha raza, fue demasiado para el frágil organismo del líder guerrero que murió a los pocos segundos. Los Vengadores continuaron su camino de investigación, pero no antes de dar un funeral digno a su valiente aliado.