Xa

Hace milenios, existía una entidad de enorme poder que viajaba por el cosmos, salvando y ayudando civilizaciones cósmicas y disfrutando de su adoración. Su sola presencia infundía terror en otras entidades como los Tetrarcas de la Entropia, que ponían freno a sus malvados planes para no llamar la atención de dicha entidad cósmica, sabedora que con sus poderes podría detenerlos facilmente.

En cierto momento hace miles de años, la criatura decidió llevar a cabo el llamado Gran Experimento, consistente en dividir su ser en dos partes, una totalmente malvada y otra totalmente bondadosa, de modo que sus poderes se vieron también divididos, una de estas partes, la que agrupaba el mal, recibió el nombre de Ngh mientras que la parte bondadosa recibió el nombre de Ahh.

El experimento sin embargo, no fue del todo exitoso ya que tanto la parte malvada como la parte bondadosa, conservaron una pequeña de bondad y maldad respectivamente, en la figura de un pequeño diablo alado a la que llamaban Xa y un querubín respectivamente que siempre los acompañaban. Sin embargo, lo que si logró el experimento es que su poder se viera disminuido hasta el punto que los Tetrarcas de la Entropia lograran derrotarlo, encerrándolo en la conocida como Dimensión del Exilio, donde se vio privado de sus poderes, siendo que Ahh quedó atrapada dentro de un gigantesco monolito mientras que Ngh, pese a poder campar a sus anchas por la dimensión del exilio, permaneció allí atrapado con sus poderes disminuidos y sin poder liberar a su otra mitad,.

Se ignora cuanto tiempo estuvo Xa atrapada en su prisión particular, aunque se sabe que fueron miles de años (10000 si atendemos al testimonio de Aah) hasta el punto que en un momento dado olvidó sus orígenes y su contrapartida benigna hasta el punto de convertirse en un ser malvado y depravado. En un principio permaneció a solas junto a Ngh, pero con el paso del tiempo, fue acompañado por otros alienígenas a los que los Tetrarcas también habían exiliado. Dado el enorme poder de Ngh, pese a las características propias de la dimensión del exilio que disminuían enormemente sus poderes, todavía conservaba parte de ellos hasta el punto de ser la criatura mas poderosa del lugar lo que le otorgó el mando de los exiliados, con los que compartió parte de su poder convirtiéndolos en seres de gran poder.

Cierto día, Xa y los suyos vieron como se les presentaba la ocasión de escapar de su encierro cuando hasta su prisión particular llegaron los aventureros terrestres conocidos como los Vengadores. Puesto que los héroes habían llegado al lugar voluntariamente, no perdieron sus poderes ni facultades lo que les vino muy bien para hacer frente a los aliados de Xa que los atacaron intentando obligarlos a llevarlos de vuelta a la Tierra con ellos. Los terrestres dieron buena cuenta de los esbirros de Ngh por lo que esté cambió de táctica, y envió a Xa para que se infiltrara entre ellos, fingiendo que se ponía de su parte. Pero como no terminaba de confiar en su diminuta aliada, el malvado la hipnotizó para que obedecira sus órdenes.

Xa intervino en la batalla, ayudando a los terrestres contra sus compañeros y estos se retiraron, no tanto por el poder de su ex amiga sino por todo lo que Xa sabía de ellos. Ngh sin embargo comprendía que los recién llegados no confiarían ciegamente en el cambio de bando de la diminuta guerrera y para darle mayor credibilidad, en medio de la batalla le arrojó una enorme piedra que la dejó malherida.

Como Ngh había planeado, los Vengadores volvieron a su propia dimensión llevando a Xa con ellos para darle cuidados médicos, sin embargo, el pequeño ser alado cuando abandonó la dimensión del exilio recuperó sus poderes y pudo curarse por si sola rápidamente tras lo cual abrió un portal que accedía a su antigua prisión, permitiendo a sus camaradas escapar en pleno Nueva York.

Pese a que sus esbirros le pedían permiso para sembrar el caos en la ciudad, Ngh, que no había recuperado todavía sus poderes, comprendió que necesitaban saber mas de este planeta antes de hacerse notar para no atraer a los Vengadores, por lo que ocultos desde lo alto de una iglesia, se dedicaron a observar la ciudad, siendo que Ngh fue capaz de leer los labios de los transeuntes desde gran altura.

Sus exploraciones les mostraron que en este planeta también había seres malvados de los cuales podían aprovecharse, como era el caso de LD50 y sus esbirros, unos traficantes de drogas de la zona que se habían enemistado con Rabia, uno de los Vengadores, y por ende con todo el grupo. Xa y Ngh se mostraron ante los traficantes y ambos grupos decidieron unir fuerzas contra su enemigo común.

De este modo, lograron localizar a la abuela de Rabia la cual vivía en Brooklyn, y Ngh acudió a su casa y la tomó como rehén con la esperanza que Elvin, al ver a su familiar en peligro, aceptara convertirse en un espia dentro del grupo de aventureros pero Rabia no cayó en el engaño y avisó a sus compañeros y todos juntos marcharon a Brooklyn a enfrentarse a Ngh y sus aliados, tanto terrestres como alienígenas.

Junto a los aventureros terrestres estaban también los Tetrarcas de la Entropia que habían unido fuerzas con los Vengadores para que los ayudaran a localizar a los prisioneros fugados aunque sus intenciones eran poco loables ya que una vez terminada la batalla tenían pensado exiliar a la Tierra a la dimensión del exilio.

La batalla sin embargo, iba a decidirse en otro punto ya que un grupo de Vengadores regresó a la dimensión del Exilio donde localizaron la prisión donde Ahh permanecía encerrada y tras liberarla, la llevaron de vuelta a la Tierra donde ambos seres volvieron a unirse recuperando su forma originaria. Cuando Ngh y Aah volvieron a unirse, Xa despareció