Rivera, Tommy

Poco se sabe del pasado y orígenes del niño conocido como Tommy Rivera, mas que tras la muerte de sus padres, cuando contaba con unos cinco años, se quedó a vivir con su abuela. Transcurridos unos dos años desde la pérdida de sus padres, el joven Tommy creció feliz junto a su anciana familiar, criado como un niño curioso y que siempre buscaba formas de entrenemiento, no siempre inocentes como cuando encontró diversión en jugar con fuego que provocaba con un mechero. Preocupada porque su nieto pudiera hacerse daño o provocar un incendio, la abuela Rivera intentó asustarle, metiéndole miedo afirmando que si seguía jugando con fuego el demonio del fuego vendría a buscarlo y se lo llevaría.

Aquello sin embargo no puso fin a la nueva afición de Tommy, que decidió seguir jugando con fuego pero se cuidó mucho que su abuela volviera a verlo, por lo que escogió como lugar para jugar una fábrica abandonada, siendo que allí se materializaron los temores de la anciana Rivera puesto que Tommy, incapaz de controlar el fuego, provocó un incendio que se extendió descontrolado por la fábrica atrapando al niño en su interior.

Pese a los intentos de los bomberos por apagar las llamas y salvar al joven, la vida de Tommy corría un grave peligro aunque por fortuna, situación cambió cuando apareció el aventurero conocido como la Visión. El miembro de los Vengadores, al saber que había un inocente en peligro, se adentró en las llamas sabiendo que su cuerpo androide no corría peligro, encontrando al joven Rivera en medio de las llamas y urgiéndole a que le acompañara en dirección a la salida.

Sin embargo Tommy pensó que tenía ante si al demonio del fuego del que le hablaba su abuela y no se atrevió a seguir al héroe, por lo que el androide intentó calmarle para que confiara en él, pidiéndole que le hablara de las historias de su abuela. Tommy le contó lo que la anciana Rivera le había contado y la Visión comprendió que su misión no solo era salvar al joven, sino asegurarse que superara sus miedos y aprendiera la lección para que no volviera a jugar con fuego de modo que fingió quedar atrapado cuando el techo de la estancia se derrumbó sobre él, y pidió a Tommy que se pusiera a salvo, sin embargo el niño Rivera, armándose de valor, no estaba dispuesto a abandonar a la Visión y le ayudó a salir de debajo de los escombros, arrastrándolo hacia la salida.

El niño era demasiado joven para darse cuenta que con su corta edad y fuerza infantil no podría haber levantado el pesado cuerpo de la Visión si este no hubiera colaborado, pero el hecho es que había recuperado el valor y cuando se reunió con su abuela, le juró que nunca mas volvería a jugar con fuego. Habiendo cumplido su misión, la Visión abandonó el lugar tras lo cual no han vuelto a tenerse noticias de Tommy Rivera.