Control de Daños

Control de Daños es una compañía constructora especializada en reparar los daños que las peleas entre seres superpoderosos causan en los bienes materiales. Control de Daños trabaja al servicio tanto del Estado como de otras compañías (tales como Industrias Stark), como de particulares (una taberna de la Cocina del Infierno, Nueva York llamada Josie's tiene asegurada su luna de cristal pues siempre que Daredevil entra buscando al matón Turk Barrett en la taberna la acaba rompiendo). Habitualmente los clientes pagan a Control de Daños por medio de seguros especiales de Actividad Extraordinaria (o seguros superheroicos). Quien no pueda pagarse estos seguros puede recurrir al Estipendio del Área Federal de Desastres que proporciona el estado de Nueva York para cubrir los gastos.

Control de Daños fue fundada en un principio a medias entra la Fundación María Stark (propiedad de Tony Stark) y el magnate del hampa Wilson Fisk (alias Kingpin) y pervivió durante cierto tiempo bajo la dirección de Anne Marie Hoag. Control de Daños es una empresa tremendamente lucrativa, pues ostenta el monopolio en el sector y cuenta con competentes economistas y financieros como John Porter y Albert Cleary entre sus empleados.

En una ocasión Control de Daños fue comprada por una compañía llamada Carlton, dejando la señora Hoag la presidencia en favor de Michael Souris, de la Carlton. Souris comenzó a limitar y a vigilar de cerca todas las actuaciones de Control de Daños, evitando el gasto excesivo de dinero y reduciendo la plantilla. Pronto se descubrió que Souris jugaba sucio y que desviaba los beneficios de la empresa a las arcas de su jefe, Kingpin. Hoag, que había estado trabajado en la CAS (Comisión de Actividades Superhumanas), se puso de acuerdo con la organización de espionaje SHIELD para recuperar la propiedad de la compañía, que actualmente depende de SHIELD.

Actualmente Control de Daños continúa trabajando para la reparación de los daños causados por peleas superheroicas y mantiene una excelente relación con Reed Richards, quien les suministra tecnología a cambio de sus servicios. Cuando la base de los 4 Fantásticos (el Espigón) fue destruida, Control de Daños les cedió amablemente un hogar provisional en sus dependencias del Edificio Flatiron.

En la actualidad, con la guerra abierta entre las distintas facciones superheroicas debido a la guerra civil, Control de Daños tiene quizás mas trabajo que nunca.