Oruga

Japheth era un niño que vivía en Sudáfrica, lejos de la guerra que asolaba la nación. Cuando sus poderes mutantes comenzaron a emerger, dejó de comer. Por esta razón sus padres le llevaron al hospital y el doctor le diagnostico simplemente cáncer de estómago. El niño no quería que sus padres continuaran pagando su costoso tratamiento al doctor, de manera que decidió huir. Sin embargo, sin que él lo supiera, su hermano se encontraba en el coche en el que había escapado. Perdidos en el desierto y a punto de morir, los dos hermanos contemplaron lo que parecía ser un ángel flotando en medio del cielo. Un ángel con ropajes de demonio, pensó Japheth. Magneto también los vio e intento ayudar a Japheth al darse cuenta de que también era un mutante y sufría terribles dolores. Magneto aplacó el dolor de Japheth, utilizando sus poderes magnéticos para determinar la naturaleza de su enfermedad. Ambos se sorprendieron cuando, instantes después, dos pequeñas criaturas similares a babosas salieron del estómago de Japheth, sellando el agujero que habían dejado tras de sí aunque dejándolo terriblemente débil. A pesar de que el chico sintió una gran repulsión por estas criaturas, termino aceptándolas como parte de él gracias a los consejos de Magneto. A pesar de que Japheth no podía comer, estas babosas parecían tener la capacidad de devorar cualquier cosa a una velocidad endiablada. Cuando terminaban de comer, volvían al cuerpo de Oruga y hacían las veces de sistema digestivo, repartiendo el alimento ingerido por su cuerpo. Esta "comida" era el combustible del poder mutante de Oruga, constatando que crecía y se volvía increíblemente fuerte.

Magneto y los dos hermanos volvieron a su pueblo de origen, únicamente para descubrir que la guerra finalmente lo había alcanzado. Uno de los hermanos de Oruga había sido alcanzado por el fuego cruzado y su padre había abandonado el pueblo buscando venganza. Al contemplar este hecho, Oruga pidió ayuda a Magneto a lo que este respondió deteniendo a los soldados y acabando con la vida de todos y cada uno de ellos. Asqueado por la falta de respeto de Magneto por la vida humana, rehusó la oferta del amo del magnetismo de unirse a él. A pesar de ello, Magneto le dejó una puerta abierta por si algún día cambiaba de opinión.

Tiempo después la hermana Maria del Orfanato del Santo Sepulcro se topó con Oruga mientras este se encontraba siguiéndole la pista al mutante conocido como Joseph en Guatemala. Oruga persiguió a Joseph hasta el pueblecito de Pine Bluff, Carolina del Sur y de allí a la Ciudad de Nueva York.Oruga se convirtió poco después en miembro de la Patrulla-X, así como lo había hecho el propio Joseph. El joven siempre supo que Joseph no era Magneto aunque nunca dijo nada por el bien del equipo.

Algo más tarde, las babosas simbióticas de Babosa fueron consideradas sospechosas de crímenes en el área de Salem Center y este se puso tan furioso que estuvo a punto de matar a las dos, dañándose a sí mismo a través de su especial relación. Finalmente, se descubrió que no tenían nada que ver con los asesinatos.

Oruga con el tiempo se sintió más próximo a Lobezno, contándole la historia de su pasado y, aunque siguió incomodo por la naturaleza de su poder mutante, se adaptó al equipo bastante bien. Los únicos problemas parecían ser los continuos encontronazos con Mariposa Mental, pues esta "sentía" que había algo en el interior del muchacho que la molestaba. Cual era exactamente el problema que detectaba en Oruga nunca se aclaró pues el joven terminó por abandonar la Patrulla-X. Al poco tiempo de haber abandonado el grupo, Oruga fue capturado por Arma-X y ejecutado en el campo de concentración mutante de Neverland pero no antes de darles sus dos babosas a dos niños mutantes del campo, Billy y Wendy, aunque no duraron mucho en su poder ya que la siguiente vez que se vio a las orugas, estas se encontraban en poder de Mister Siniestro que se encontraba disfrazado como el Dr Windsor, aunque nada sobre el destino de sus mascotas supo Japheth que había muerto semanas antes.