Agni

Agni es el hijo de Dyaus, el dios del cielo, y de Prithivi, la diosa de la tierra. Poco se sabe de su papel y su rol en el panteón de los vedas, excepto que era uno de los dioses mas importantes, presidiendo la llama del sacrificio, y guiando los espíritus de los muertos hasta el inframundo donde empezaban una nueva vida. Cuando los Rakshasas, liderados por Ravanna, usurparon el poder a los dioses Vedas, Agni se encargó de proteger al dios Mono, Hanuman, y lo llevó a lugar seguro. Cuando el dios Vishnu lideró a los vedas contra los Rakshasas expulsándolos, los dioses vedas tomaron de nuevo el control, pero en su ausencia una nueva teología se había extendido entre sus antiguos seguidores, el hinduismo, por lo que los antiguos dioses vedas hubieron de cambiar sus nombres para adaptarse a las creencias de sus seguidores, es por esto que Agni pasó a llamarse Atar. Atar, vio como moría su hijo, el dios de la guerra, Kartikkeya, a favor de Skanda, hijo de Shiva y nuevo dios de la guerra asumiendo el manto del hijo de Atar. Poco más tarde, Atar fue el encargado de derrotar y encadenar a una montaña a Azhi Dahaka, uno de los Asuras, culpable de múltiples crímenes contra los dioses.

Ya en tiempos más recientes, en 1870 en plena ocupación británica, un rebelde indio llamado Mahdi, pidió ayuda a los dioses hindúes para destruir al ejército británico. En una visión, Yama Ratri (diosa de la noche), Maya (diosa de los sueños), Kali y el propio Atar, le dieron a Mahdi poderes y armas suficientes para destruir a sus enemigos. El Mahdi se lanzó a la batalla, solo para descubrir demasiado tarde que había ofendido a los dioses al pretender darles órdenes, todos sus poderes y armas eran ilusiones, y se encontró en medio de la batalla completamente desarmado, siendo abatido y muriendo.

Ya en nuestros días, Atar se reunió en el Concilio que reunió a los patriarcas, para tratar el problema que suponía Akhenaten, que había poseído sus mundos usando el poder cósmico. Sin embargo Akhenaten tuvo consciencia del plan, y usó su poder para destruir a los allí presentes menos Thor y Zeus que lograron escapar.

Cuando Thanos adquirió un poder prácticamente ilimitado al hacerse con el control del Corazón del Infinito, el titán alteró la realidad, de manera que Akhenaten nunca ganó el poder cósmico, de modo que sus acciones quedaron invalidadas, y aquellos que había matado, incluyendo a Atar, volvieron a la vida. Sin embargo, la amenaza de Thanos podía ser una amenaza todavía mayor que la de Akhenaten, por lo que Atar se unió a los patriarcas y a multitud de héroes y villanos de la Tierra y el resto del Universo para oponerse a Thanos. Fueron derrotados fácilmente por el Titán Loco, el cual solo cedió el poder cuando Adam Warlock logró convencerle que cediera la omnipotencia y restaurara el Universo a su estado anterior.