Tyr

Tyr es el mayor de los hijos de Odín, patriarca de los Dioses asgardianos, y es hijo de la gigante Saga. Tyr sin embargo, fue desplazado en el cariño de su padre por el hijo que Odín tuvo con Gea en su papel de Jord, la madre tierra asgardiana. Tyr creció sintiendo celos de Thor e intentaba constantemente demostrar su superioridad sobre le dios del trueno. Su oportunidad de demostrar su coraje, le llegó cuando los asgardianos pretendieron capturar al Lobo Fenris para evitar que provocara el Ragnarok. Para ello, Odín ordenó a los enanos que construyeran una cadena irrompible llamada Gleipner para retener al Lobo, sin embargo, el dios lobo se olió la traición y rechazó ponerse la cadena, a no ser que uno de los dioses pusiera una de sus manos entre su mandíbulas, así, si la cadena mostraba ser irrompible, el asgardiano perdería su mano. Tyr se ofreció voluntario, y colocó su mano izquierda en la boca del lobo, y cuando le colocaron la cadena, y esta demostró ser irrompible, Fenris le arrancó a Tyr la mano.

Esta acción colocó a Tyr entre los dioses asgardianos más admirados por su coraje, y por un tiempo su rivalidad con Thor disminuyó, incluso colaboraron juntos en robar un gran caldero dorado de las manos de Hymir con la ayuda de madre del dios de la guerra. Finalmente, y pese a la intervención de los gigantes de hielo, lograron su misión. Tyr demostró ser uno de los guerreros más feroces de Asgard, así lo demostró en múltiples batallas, como contra los Gigantes de Hielo, o en la guerra contra Hercules y sus hermanos.

Al igual que el resto de los Asgardianos, a excepción de Thor, Tyr dio su fuerza vital a Odín, para que animara al Destructor para enfrentarse a los Celestiales. Cuando estos destruyeron el cuerpo del Destructor y con él a Odín, los asgardianos perecieron, y fue necesario que Thor recogiera un fragmento de energía de los demás patriarcas de los otros panteones, para devolver a Odín a la vida, y este revivió a Tyr y los demás asgardianos.

La rivalidad entre Thor y Tyr volvió a aparecer, cuando el dios de la guerra cortejó a Sif, pero esta lo rechazó ya que continuaba fiel a Thor. Furioso, Tyr urdió un plan para derrotar a Thor sin romper las leyes asgardianas. Encontró una antigua ley que prohibía a cualquier asgardiano viajar a la Tierra sin la aprobación de la mayoría de los asgardianos, y valiéndose de ella, obtuvo el permiso de Odín para traer a Thor de vuelta a Asgard. Tyr viajó a la tierra y armado con una de las míticas armas de Odín, la maza de las guerras, se enfrentó a Thor, sin embargo, la batalla acabó cuando Thor rompió la maza con su martillo. Thor llevó a Tyr de vuelta a Asgard, y entonces el dios de la guerra le acusó de haberle atacado, y exigió que se llevara a cabo la votación. Esta estuvo reñida hasta el final, con un empate que la llegada de Sif y su voto a favor de Thor desniveló la balanza. Además, la diosa de la caza reveló las atenciones de Tyr hacia ella, descubriendo sus verdaderas intenciones, y mostrando la verdadera cara del dios de la guerra ante los asgardianos.

Tyr fue reclutado por Loki para que le ayudara a destronar a Odín. Loki había descubierto como Odín había tenido un romance con la Reina Jolena, y pensó que planeaba traicionar a Frigga, Tyr indignado y ofendido, se unió a Loki en el complot de derribar a Odín, plan al que se unieron también los Gigantes de Hielo, los demonios de fuego de Surtur, los dioses lobo y Karnilla y sus soldados. A fin de debilitar a los asgardianos, Tyr secuestró a Idunn, guardiana de las manzanas doradas que dotaban a los asgardianos de su juventud y vitalidad, y se las dieron a la Serpiente de Midgard para que las vigilara. Sin las manzanas, los asgardianos perderían poco a poco su juventud, momento que aprovecharon Tyr y Loki para reunir sus tropas a las afueras de la ciudad, dispuestos para atacarla. Idunn fue rescatada de Tyr gracias a la intervención de Balder y los Tres Guerreros, pero no pudieron recuperar las manzanas, Odin, para escapar del cerco, decidió llevar sus tropas a Midgard, para intentar ayudar a Thor. Sin embargo, Tyr y Loki usaron en cuerpo de la Serpiente de Midgar para viajar de Asgard a la tierra, casi al mismo tiempo que las tropas de Odín. Se entabló entonces un combate, entre las fuerzas de Asgard y Tyr y sus aliados, el dios de la guerra comenzó luchando contra Hogun el Torvo, pero acabó siendo derrotado por Odín, además, Loki en el último momento, decidió apoyar a Asgard al ver que Odín no planeaba traicionar a Frigga. Thor por su parte recuperaba las manzanas y las llevaba de vuelta a las raíces del Yggdrasil, con lo que la guerra acabó.

Tyr había perdido el honor por alzarse en armas contra Asgard, pero la oportunidad de redimirse le llegó cuando todos los asgardianos, fueran cuales fueran sus crímenes, fueron llamados para acudir en defensa de Asgard con ocasión de la guerra contra Surtur y sus demonios de fuego. Tyr se unió a las huestes de Asgard y combatió valientemente en la Tierra, ganándose así la redención.

Se vio envuelto en una nueva Guerra, cuando Seth y sus legiones de la muerte invadieron Asgard, Tyr luchó junto a los ejércitos de Asgard y de Avalón y a pesar que las derrota les sobrevino en un primer momento, el regreso de Odín y la victoria de Thor, les permitió alcanzar la victoria.

Tyr tuvo ocasión de vengarse de su antiguo aliado, Loki, cuando este poseyó a Odín, y ordenó que los Tres Guerreros fueran ejecutados por oponerse a sus órdenes, el propio Tyr, Tilda, Hermod y Brunilda acudieron para evitar la ejecución, y aunque Odín/Loki se negó, los tres guerreros fueron liberados, y Loki fue finalmente derrotado por Thor.

Tyr luchó junto a Thor y los asgardianos, contra los Dioses Oscuros, demostrando su valor y destreza, sin embargo, nada esto le sirvió para prevalecer en la tragedia que aconteció a continuación.

Loki logró hacerse con la forja original en la cual fue construido el Mjolnir, y lo usó para crear una miriada de martillos, con los que alzó un ejército de trolls, gigantes, demonios de fuego, y soldados del reino de los muertos, que invadieron y devastaron Asgard, el reino de los enanos, de los elfos y extendieron la muerte por todo el Reino Dorado.

Liderados por Thor, Tyr y los asgardianos marcharon a Vanaheim, dispuestos a resistir hasta el final, cuando Thor marchó a enfrentarse a Loki, Tyr y los demás quedaron bajo el mando de Bill Rayos Beta, que los lideró durante el combate final contra Surtur y sus ejércitos, batalla que acabó con la muerte de Tyr y los demás asgardianos.

Meses mas tarde, Thor devolvió a la vida a sus camaradas asgardianos, incluyendo a Tyr, los cuales se traladaron a vivir a Asgard, la cual había sido trasladada a la Tierra, junto a la ciudad de Broxton en Oklahoma. En ese periodo, Tyr permaneció apartado de la corte puesto que consideraba que su pueblo no necesitaba un dios de la guerra en un periodo de paz como el que vivían, pero pronto todo cambió puesto que Loki se unió a la Cabala, un grupo de villanos terrestres que incluía entre otros miembros a Norman Osborn, el monarca latveriano Doctor Muerte o el Encapuchado.

Además, gracias a las manipulaciones de Loki, Thor fue exiliado de Asgard pasando el trono de la ciudad dorada a manos de Balder que fue convencido por Loki para que trasladara a su pueblo a un territorio mas parecido a su hogar natal, lejos del desierto de Oklahoma, como eran las tierras gobernadas por el Doctor Muerte.

En las tierras de los Balcanes, pronto se hizo patente la traición del villano que estaba secuestrando y asesinando asgardianos para rombar su poder, obligando a Balder a encabezar una partida de soldados entre los que se encontraba Tyr para enfrentarse al monarca latveriano que finalmente fue derrotado gracias a la oportuna aparición de Thor.

De vuelta a Asgard, Tyr y sus camaradas hicieron poco caso a la predicción de uno de sus profetas, Knut, que afirmó que se acercaba el momento en que Asgard caería de los cielos y que llegaría la muerte del dios de la guerra. Pronto las profecias resultaron ser acertadas puesto que Osborn encabezó un ejército contra la ciudad dorada, diezmando las filas de los asgardianos, viendo que las predicciones de Knut se cumplían, el dios de la guerra temió que la predicción de Knut sobre su muerte también se cumpliera y permaneció ajeno a la batalla temiendo por su vida, pero cuando vio que la muerte del dios de la guerra a la que Knut se refería no era la suya, sino la de Ares, dios de la guerra griego asesinado por el Vigía, Tyr se avergonzó de su propio miedo y volvió a la lucha encabezando a los asgardianos en un contraataque contra las fuerzas lideradas por el Encapuchado, el cual disparó contra el propio Tyr dejándolo malherido.

Entonces el espíritu de Tyr quedó a merced de las Disir, devoradoras de las almas de los muertos que habían sido expulsadas de Asgard por un antiguo encantamiento, pero que se habían visto beneficiadas por el traslado del reino dorado a la Tierra, que anulaba su exilio, para retomar sus hábitos alimenticios.

El alma del dios de la guerra hubiera sido devorada de no ser por la intervención de Danielle Moonstar, una valkyria humana enviada por Hela para combatir a las Disir a las que expulsó haciéndolas retroceder. Tras esto, Danielle hizo ver a Tyr que no estaba todavía muerto y debía seguir luchando, por lo que el dios de la guerra regresó a su cuerpo para ayudar a sus camaradas asgardianos en la lucha final contra las fuerzas de Osborn y aunque los asgardianos y sus aliados vencieron, no pudieron evitar que el Vigia derribara Asgard de los cielos.

Decididos a reconstruir Asgard, algunos de sus camaradas dejaron de confiar en Balder pues había sido durante su mandato cuando el reino dorado había sido derribado, y plantearon la posibilidad que Tyr fuera nombrado como el nuevo monarca, pero el dios de la guerra, todavía avergonzado por su pobre prestanza en los primeros momentos del ataque, se negó y prefirió acompañar a Thor en una misión contra las Disir, que habían invadido el reino de Hela obligando a la diosa de la muerte a refugiarse en el reino de Mefisto.

Así, mientras Thor intentaba hacerse con un arma capaz de acabar con alguien tan insustancial como las Disir y que se encontraba clavada en la Tierra, Tyr protegía las espaldas del dios del trueno y cuando las villanas rompieron las defensas de Hel, fue Tyr quien les hizo frente, empuñando una espada alimentada por su propia energía vital, manteniendo a las devoradadoras de almas a raya hasta que Thor, empuñando el arma mística que había logrado liberar de la Tierra, se unía a la batalla derrotando a las Disir.

Mas adelante Tyr intentó capturar al genio humano llamado Amadeus Cho, puesto que se creía (erróneamente que se trataba de Vali, el hijo de Loki, que trataba de hacerse con la omnipotencia aunque pronto quedó demostrado el engaño y el dios de la Guerra dejó de acosar a Amadeus.

Cuando los Devoradores de Mundos invadieron los nueve reinos, provocando una oleada de refugiados que se dirigieron a Asgard en busca de la protección de los asgardianos, Tyr, convencido que debía redimirse ante sus camaradas y ante si mismo por la cobardía mostrada contra el ataque a Asgard, se unió a Balder para hacer frente a los enemigos que se encontraban a las puertas de Svartalfheim, hogar de los elfos oscuros.

En tan tenebroso lugar, Tyr y Balder diezmaron a decenas de sus enemigos, antes que el propio Tyr muriera al resultar empalado por Thane. Pero ni aún así el dios de la guerra dejó de luchar, puesto que continuó peleando valientemente en el reino de la muerte ante los devoradores de mundos que comprendieron que ni la muerte podía detener al dios de la guerra.