Izanagi

Según el mito japonés, Izanagi nació en la isla conocida en la actualidad como Kyushu, y podría haber sido el primero de los emperadores japoneses antes de morir y ascender a la divinidad. Se le supone hijo de Inn y de Yo (en realidad Gea disfrazada) la madre tierra japonesa. Izanagi yació con Izanami, la diosa de la luna, y fue padre de la mayoría de los dioses del panteón japonés, y junto a su esposa, creó la mayoría de las islas que hoy constituyen Japón. El nacimiento del último de sus hijos, Kagutsuchi el dios del fuego, dejó a Izanami tan gravemente herida por quemaduras, que huyó junto a sus hijos a la tierra de Yomi, considerada el inframundo de la mitología japonesa. Izanagi marchó en su busca, dispuesto a devolver a su esposa y sus hijos a la tierra de los vivos, sin embargo, asustado por las heridas de su esposa, le permitió quedarse en Yomi junto a uno de sus hijos, Emma-0, como dirigentes del reino de los muertos.

Alrededor del año 1000 después de Cristo, Izanagi se reunió con los demás patriarcas de los otros panteones para discutir acerca de la llegada de la Tercera Hueste de los Celestiales, liderados por Zeus y Odín, plantaron cara a los dioses cósmicos, pero estos amenazaron con destruir los portales que unían la Tierra a Ama y los demás reinos celestiales a menos que los dioses dejaran de involucrarse en los asuntos de los humanos, por lo que Izanagi, como el resto de los dioses, hubo de abandonar a sus seguidores. Izanagi y el resto de los patriarcas idearon un plan para rechazar a los Celestiales en su próxima visita, y Odín absorbió la fuerza vital de los asgardianos, y se puso dentro de la armadura del Destructor para enfrentarse a los Celestiales. Sin embargo los Celestiales derrotaron al Destructor, acabando con la vida de Odín y los Asgardianos. Pasada la amenaza cósmica, cuando Thor acudió a Ama para pedir que le dieran parte de su energía vital para restaurar a los Asgardianos, Izanagi, como patriarca del panteón japonés, le cedió parte de su energía, de manera que los Asgardianos pudieron volver a la vida.

Más tarde, Izanagi se reunió en el Concilio que reunió a los patriarcas, para tratar el problema que suponía Akhenaten, que había poseído sus mundos usando el poder cósmico. Sin embargo Akhenaten tuvo consciencia del plan, y usó su poder para destruir a los allí presentes menos Thor y Zeus que lograron escapar. Cuando Thanos adquirió un poder prácticamente ilimitado al hacerse con el control del Corazón del Infinito, el titán alteró la realidad, de manera que Akhenaten nunca ganó el poder cósmico, de modo que sus acciones quedaron invalidadas, y aquellos que había matado, incluyendo a Izanagi, volvieron a la vida. Sin embargo, la amenaza de Thanos podía ser una amenaza todavía mayor que la de Akhenaten, por lo que Izanagi se unió a los patriarcas y a multitud de héroes y villanos de la Tierra y el resto del Universo para oponerse a Thanos. Fueron derrotados fácilmente por el Titán Loco, el cual solo cedió el poder cuando Adam Warlock logró convencerle que cediera la omnipotencia y restaurara el Universo a su estado anterior.

Se ignora la situación de Izanagui después del "golpe de estado" llevado a cabo por Mikaboshi, muchos dioses japoneses murieron y otros, como Izanagi, se vieron obligados a huir. Cuando el malvado dios puso sus miras en la conquista de otros panteones, atacando a los dioses olímpicos, los Kami junto a Izanagi se aliaron con los olímpicos para combatir y finalmente derrotar a Mikaboshi que fue encerrado de por vida.

Sin embargo, la eternidad no es nada para seres inmortales como Izanagi y sus congéneres y pronto se hizo evidente que necesitaban a Mikaboshi, siendo que el malvado dios fue liberado por Izanagi y ofrecido como campeón de los Kami para unirse a la Escuadra Celestial formada por dioses de diferentes panteones y que debía viajar al espacio para enfrentarse a los dioses de los Skrulls, los cuales estaban embarcados en una cruzada para conquistar la Tierra. En el espacio la Escuadra logró acabar con los dioses alienígenas, aunque Mikaboshi pareció perecer en la batalla, algo que no causó demasiada congoja en Izanagi y los suyos.

Sin embargo, pronto Mikaboshi regresó mas poderoso que nunca ya que había absorbido el poder de los cientos de dioses alienígenas que habían caido a manos de los dioses de los Skrulls. Izanagi y el resto de padres celestiales decidieron sellar sus reinos celestiales para impedir que Mikaboshi pudiera amenazarles, aunque eso suponía en la práctica que no se opondrían a la llegada del malvado dios japonés.

Aquello provocó la ira de Hércules, que convocó a los padres celestiales, incluido Izanagi, para exigirles que se unieran a la lucha, aquello fue un error ya que de este modo Mikaboshi pudo acceder a los reinos celestiales, entre ellos al Palacio de Jade siendo que tanto el patriarca del panteón japonés como sus compañeros fueron presa fácil de Mikaboshi el cual sin embargo, fue derrotado mas adelante por Hércules, tras lo cual no han vuelto a tenerse noticias de Izanagi.