Akua

Akua, o Kahunas, es el nombre que reciben los dioses del panteón oceánico, adorados por los nativos de las islas de Hawai, en la Polinesia y la mayoría de las islas de continente australiano. Denominados de diferentes formas, loas Akua eran conocidos como los Tagaloa por los samoanos, los Tangaloa por los habitantes de Tonga, los Ta'aroa por los habitantes de Tahiti o los Tangaroa por los neozelandeses.

Se desconocen muchos de los dioses de este panteón, aunque entre estos se encuentra la diosa del volcán, Pele, Tame (también conocido como Kane), líder del panteón y probablemente quien acudió a los diferentes concilios entre patriarcas de los demás panteones, y Rangi, aunque esta se trataba en verdad de una identidad de Gea. Existen otros dioses como Haumea, Laka, Polivah, Namaka, Hiiaka, Hina, Tangaroa, Rongo, Ku, Tawhiri, Papa, aunque de muchos de ellos se desconocen su rol dentro del panteón. Los dioses oceánicos fueron adorados desde tiempos antiguos, alrededor del 1600 AC como quedó recogido en distintos escritos, canciones o literatura, y lo fueron durante muchos siglos hasta que vieron como la llegada de la civilización y de otras religiones como el cristianismo y el Islam, reducía enormemente el número de sus seguidores, aunque en la actualidad su culto está extinguido, son muchas las islas que todavía conservan la adoración a los dioses antiguos.

Según la leyenda, la madre priomordial, Gaea, yació con Rangi, el dios primordial de los cielos, dando a luz al primero de los Akua, el dios de la luz conocido como Kane (a veces llamado Tane), al dios de la guerra Ku, al dios de los mares Kanaloa y a Lono, dios de la paz y de la agricultura.

Mientras vivían en la Tierra y debido a los conflictos entre sus creadores, los Akua vivían en una constante oscuridad por lo que Ku sugirió a sus hermanos acabar con la vida de sus creadores pero Tane se negó, escogiendo separarse de sus progenitores creando un nuevo hogar alejado de la Tierra creando un mundo de luz que sirvió de hogar celestial para él, sus hermanos y su progiene conocido como el Hawaiki, una dimensión de bolsillo adyacente a la Tierra y que estaba unido al planeta azul mediante unos portales que unían de algún modo el Pacífico y las doce islas flotantes que conformaban Hawaiki. En dicho reino además, habitaban otros seres como eran los Wairua (espíritus), Tipua (duendes), Taniwha (monstruos marinos) o Patupaiarehe (fauna marina).

Por haber logrado independizar a sus hermanos y creado su propio reno, Tane fue elegido como líder de los dioses oceánicos y pronto junto a Haumea, diosa de la fertilidad y el nacimiento, tuvo numerosa descendencia los cuales terminarían configurando el panteón oceánico que vivía en su reino celestial aunque una de sus hijas, Pele, recibió una forma mortal ya que fue concebida mientras sus padres todavía habitaban en la Tierra por lo cual eran frecuentes sus visitas a dicho plano dimensional.

Cuando Pele alcanzó la madurez, empezó a rivalizar con su hermana mayor, Namaka la diosa de los mares, para alcanzar el derecho para convertirse en diosa celestial al igual que sus padres, esta rivalidad se intensificó cuando Pele sedujo al amante de su hermana, Aukelenuiaaiku, lo que provocó la ira de Namaka por lo que la diosa de los volcanes hubo de hacer frente a su hermana en una guerra de cientos de años que provocó la erupción de cientos de volcanes que configuraron el actual paisaje plagado de islas volcánicas del que goza la zona hoy en día, producto del contacto de la fría agua oceánica con los ardientes volcanes de Pele.

La batalla terminó con la muerte de Pele, aunque esta fue devuelta a la vida por su padre Kane, que le concedió la divinidad y pleno acceso al reino celestial, aunque una furiosa Namaka se tomó su justa venganza al ocultar el corazón de su hermana cuando tenía un cuerpo no divino, el cual escondió en el interior del volcán Kilauea, protegiéndolo mediante hechizos de modo que se requería un guerrero de noble corazón para rescatarlo.

En tiempos "recientes", Kane se unió a otros patriarcas de otros panteones para discutir como hacer frente a la amenaza de los Celestiales, los seres cósmicos amenazaron con cortar el acceso de los reinos celestiales a la Tierra si los dioses de diferentes panteones no dejaban de interferir en la evolución de la humanidad ya que en caso contrario no podrían juzgar si la evolución natural de la humanidad les permitía o no sobrevivir.

Kane y los demás padres celestiales accedieron a reducir su influencia en la Tierra durante los siguientes siglos, pero se prepararon para hacer frente a un posible juicio negativo por parte de los Celestiales que hubiera desembocado en la destrucción de la humanidad. La solución fue la creación de una armadura celestial, conocida como el Destructor, que sería animada por el poder de los padres celestiales para combatir a los seres cósmicos.

En los siguientes siglos, Kane ayudó a su madre a extender la paz y la prosperidad entre sus súbditos en un intento de extender los ideales de Gaea por la Tierra, pero la promesa hecha a los Celestiales apenas si les dejaba margen de intervención.

Finalmente ya en este siglo, se produjo el retorno de los Celestiales para juzgar a la humanidad, Kane y los otros padres celestiales dotaron al Destructor de poder pero ni así fueron capaces de derrotar a los Celestiales que acabaron con la vida de los asgardianos, cuyos espíritus habían sido necesarios para animar la armadura. Finalmente los Celestiales se convencieron de la adecuada evolución de la humanidad cuando Gaea les presentó a ciertos humanos elegidos (los conocidos como Jóvenes Dioses), que representaban el futuro de la evolución humana. Cuando los seres cósmicos abandonaron la Tierra, Kane y los demás patriarcas unieron sus poderes para devolver a los asgardianos a la vida.

Uno de los dioses oceánicos, el dios tiburón B'Ngudja (que antaño vivió en la las costas de la Isla Woodha, en el actual territorio del Norte en Australia) y que en la antigüedad había sido famoso por la caza de delfines en el Golfo de Carpentaria, fue suplantado por Brent McCinley que urdió el ataque de varios tiburones contra bañistas en la costa australiana en un intento que se legalizara la caza de tiburones (siendo que el propio McCinley era el principal cazador de tiburones para el mercado negro lo que le reportaría grandes ganancias). Sin embargo el propio Brent murió en un ataque perpetrado por docenas de tiburones los cuales fueron guiados a la batalla por el propio B'Ngudja.

En cierto momento, los Hombres Lava robaron el corazón de Pele oculto en el corazón de un volcán, y planearon usarlo para sus planes de destrucción del mundo de la superficie. Tomando el aspecto (o ocupando el cuerpo) de la mutante conocida como Risque, Pele se materializó en la Tierra y guió a X Force hasta Oceanía para recuperar su corazón y abortar los planes de los Hombres Lava devolviendo el corazón a su poseedora que regresó a Hawaiki.

El dios del mal Whiro, fue visto recientemente cuando se alió con otros dioses de la guerra como Marduk (de los dioses mesopotámicos) o Aghat, para urdir una guerra global para sus propios fines, pero sus planes fueron abortados por Ciudadano V y el Batallón V.

Kane y los dioses oceánicos han sido vistos en crisis que han afectado a la Tierra y han provocado la intervención de los panteones, como el ataque de los Skrulls (y su panteón de dioses alienígenas) o la Guerra del Caos), aunque no han tenido una actuación individualizada.