Hydra Imperial

Arnold Brown era un hombre casado y con una hija, Laura, que vio como su esposa moría en la pobreza. Tras quedar viudo, Arnold se juró que le daría a su hija todo aquello de lo que su esposa había carecido. Se ignora si Brown ya pertenecía a HYDRA o a Imperial Industries antes de quedar viudo, la cuestión es que al poco de morir su mujer, empezó un ascenso imparable en ambas organizaciones, además de convertirse en secretario ejecutivo de las Leslie Carrington. Aprovechando su posición en la Carrington y en las Imperial Industries, Brown blanqueó dinero y desvió fondos secretamente hacia HYDRA.

El verdadero líder de HYDRA, el Barón Wolfang Strucker, quedó impresionado por los éxitos de Brown como miembro de HYDRA, Strucker, y el resto de miembros de la organización Them, el consejo rector de HYDRA que actuaba en la sombra, decidieron ofrecer a Brown el puesto de dirección de operaciones, Brown aceptó, y empezó a ser conocido como el HYDRA Supremo, o como le llamaban mas a menudo, HYDRA Imperial, tal vez por que no era el verdadero líder de la organización.

En sus apariciones como HYDRA Imperial, Brown salía con el uniforme de la organización, y con una máscara que le tapaba el rostro para aparecer más amenazador. Así, el hecho de que Brown era el HYDRA Imperial era desconocido incluso para los miembros de la propia HYDRA, a excepción de Strucker y el resto de los miembros de THEM. La única excepción era Laura, la hija de Brown, a la que este había introducido en HYDRA como agente. A pesar de que como trabajador de la Carrington, Brown era un hombre tímido e introvertido, como HYDRA Imperial demostró ser un hombre ambicioso, y un gran líder, pese a estar bajo las órdenes de Strucker. Brown carecía de amigos, y se desvivía por su hija Laura, y creía sinceramente que su labor como dirigente de HYDRA, y sus planes para conquistar el mundo, lo hacía todo para beneficiar a Laura.

Bajo el brillante liderazgo de Brown, HYDRA desarrolló un poderoso armamento, así como un numeroso ejército de submarinos y naves de combate superior al de muchos países. Brown incluso construyó una base de HYDRA en Manhattan, base la cual estaba unida secretamente a las oficinas de la Imperial. Bajo las órdenes de Brown, HYDRA asesinó al Director Público de SHIELD, la organización de espionaje creada para combatir a HYDRA, sin embargo, fracasó en asesinar a su sucesor, Nick Furia.

Brown dirigió la operación Doomsday, mediante la cual, HYDRA instaló la bomba Betatrón en la órbita terrestre. Tras hacer esto, HYDRA exigió a las naciones de la Tierra que se rindieran y les cedieran el control, o descargarían la radiación letal sobre la Tierra. Anthony Stark, al mando de una nave espacial, logró desactivar la bomba en órbita, y Furia lideró a una partida de agentes de SHIELD, en el ataque contra la base de HYDRA en Manhattan. Viendo cercana la derrota, Brown regresó a las oficinas de la Imperial Industries International, donde tenía un artefacto que destruiría los cuarteles de HYDRA en la ciudad. Tras quitarse el traje, Brown se dispuso a volarlo todo, pero entonces recordó que si destruía los cuarteles, mataría también a su hija, la cual estaba allí todavía, ayudando a Furia y sus agentes. En ese momento aparecieron dos miembros de HYDRA, que encañonaron a Brown. Este les dijo que era el HYDRA Imperial, pero estos, como no habían visto nunca al HYDRA Imperial sin su máscara, no le creyeron. Cerca del histerismo, y viendo como los agentes de SHIELD no tardarían en aparecer, Brown se puso a recitar el juramento de HYDRA. Sin embargo, los agentes de HYDRA no le creyeron, y considerándolo un fastidio, le acribillaron a balazos, hiriéndole de muerte. Momentos después aparecieron Furia, Laura Brown y otros agentes de SHIELD por el pasadizo que unía los cuarteles con la empresa, y acabaron con los dos agentes de HYDRA. Laura acunó a su padre entre sus brazos, y antes de que muriera, esta le explicó que no era necesario que conquistara el mundo para ella, ya que ella solo quería su amor.