Beverly Carpenter

Cuando la madre de Beverly murió, su padre le pidió que se marchase una temporada para dejarle solo. Aun sin entenderlo del todo, ella respetó su decisión y se marchó de allí. Tres meses después, presenció en un barco lo que pareció ser el suicidio de un hombre que cayó a la borda. En realidad, ese hombre no era más que otra víctima de Drácula, al que el Señor de los Vampiros había mordido y había arrojado al agua para deshacerse de cualquier prueba que indicase que él se hallaba a bordo del barco. Usando el pseudónimo de Justin Drake, conoció a Beverly, con quien entabló una pequeña pero amable conversación.

Un mes más tarde, ambos volvieron a encontrarse en el Lago del Diablo, en Dakota del Norte: ella regresaba a casa y él tuvo que hacer una parada forzosa para investigar una fuerza maligna que había presentido y que podría oponerse a sus planes de conquista. Ya que Beverly no conocía la verdadera identidad de Drácula, le ofreció amablemente hospedarse en su casa. Cuando quisieron llegar allí, descubrieron que el padre de Beverly no se encontraba en la casa, y que había abandonado el sitio dejando la puerta abierta. En realidad, éste había huído a la iglesia del pueblo para solicitar consuelo religioso, ya que en el período de los últimos meses, una fuerza asesina se había apoderado de él, obligándole a matar a un granjero llamado Anton Nyborg y a su propia perra. Además, él mismo había sido el responsable indirecto de la muerte de su esposa, ya que ésta huyó de su furia asesina durante una lluvia de ventisca, muriendo en medio del frío. Cuando confesó todo esto al secerdote del Lago del Diablo, la misma furia asesina le poseyó a éste también, intentando matar a Paul. La lucha acabó con el sacerdote muerto con la cabeza abierta con un candelabro de la iglesia. Horrorizado, Paul huyó de allí.

Entretanto, mientras Drácula daba un "paseo nocturno", otra presencia invadió la mente de Stuart, un amigo de Beverly. En el momento en que ella hacía frente a su amigo, su padre, completamente fuera de sí, irrumpió en la casa. Entre los dos, dejaron inconsciente a Beverly, y se unieron a los difuntos padre Aimes y Anton Nyborg para llevarla a la montaña Corazón del Diablo por medio de un pasadizo subterráneo. Drácula había estado siguiendo al grupo y, una vez bajo la montaña, descubrió la fuente de maldad que había estado buscando: un gigantesco corazón animado por magia chamánica. El objetivo de ese corazón viviente era que sus esclavos mentales sacrificaran a Beverly, pero Drácula se enfrentó a éstos prácticamente sin problema alguno. Sin embargo, durante la pelea, Beverly murió apuñalada a manos de su propio padre sin que el Señor de los Vampiros pudiera evitarlo. No obstante, la muerte de Beverly sirvió para liberar el alma del corazón y, de paso, allanar el terreno para que Drácula siguiese esparciendo el mal por el mundo.