Namor

Nacido de la princesa Fen de Atlantis y el marinero Leonard McKenzie, la naturaleza híbrida de Namor causaba la locura al príncipe de los mares si pasaba demasiado tiempo dentro o fuera del agua, debido a un desequilibrio (por exceso o defecto) de oxígeno en su cerebro.

Participó junto los Invasores durante la 2ª Guerra Mundial en la lucha contra el Tercer Reich. Tras el final de la misma, quedó amnésico durante décadas, hasta que fue descubierto por la Antorcha Humana. Pronto recuperaría el trono de Atlantis, pero sus desequilibrios de oxígeno le convertirían en un inestable aliado, tan pronto héroe como villano.

Fue ésta locura la que, unida a la explotación excesiva de los mares por parte de la humanidad mutada, causó su última alianza con el Doctor Muerte. En ella, Namor mató a la Antorcha Humana. Por ello, Franklin Richards le maldijo a que la mitad de su cuerpo ardiera para siempre.

Después de eso, el mar se convirtió en un lugar peligroso para los mutantes. Cualquier tipo de explotación piscícola por parte de la mutanidad era vengada por Namor. Por ello, la población terrestre se vio obligada a a subsistir con el alimento que eran capaz de producir en la superficie.

Sin embargo, cuando los poderes de Cráneo despertaron y comenzó a crear su ejército, éste rompió la regla no escrita de no tocar los mares, y comenzaron a pescar para alimentarse. Cuando Namor surgió de los mares para vengar esta intrusión, fue controlado también por Cráneo.

Se vio obligado a luchar contra los héroes enfrentados a Cráneo, pero pronto dejó de hacerlo. La razón es que la escasez de agua le comenzaba a provocar su locura, y Cráneo era incapaz de controlar a los locos. Aún así, se hallaba demasiado débil como para luchar contra Cráneo o incluso defenderse. Fue salvado entonces por el zar Coloso, que le arrojó a las aguas del puerto de Nueva York. Poco después, tras el regreso de los Celestiales a la Tierra, se enfrentó a ellos liderando a los ejércitos atlantes y numerosas y gigantescas criaturas marinas.

Después se aisló en Atlantis, donde habilitó una sala en donde podía tanto estar en un entorno tanto acuático como con aire, para evitar así sus problemas derivados del desequilibrio de oxígeno. Cuando Reed Richards le entregó al niño Mar-Vell a su cuidado durante sus tres primeros años de su vida, ayudó a criarle junto a Agatha Harkness, tras lo cual volvió a su retiro en Atlantis, aunque advirtió a Reed y Susan Richards en Latveria de la proximidad del ataque a su Antorcha.

Fue invitado a la boda del Rey Britania y Medusa, donde el Doctor Extraño uso las aguas eternas de Malginor para apagar su llama, que podría encender a voluntad, a pesar de lo cual mantuvo sus cicatrices después que Extraño le hiciera ver que tenía que estar tan orgulloso de sus cicatrices como de su corona ya que indicaba lo que había padecido y sacrificado.

No han vuelto a tenerse noticias de Namor desde entonces.