Loki

Loki llegó a la Tierra junto con el resto de los asgardianos. Hallándose en la tercera fase de su mutación, los asgardianos tomaron forma de las creencias de un humano, Donnerson, que se convertiría en Odín. Odín modelaría a Loki de tal manera que se convertiría en el dios del mal asgardiano, el eterno rival de Thor, con la excusa de que el bien necesita de un mal para que el primero brille aún más.

Durante siglos, Loki se enfrentó a Thor e intentó tomar el control de Asgard, y en ocasiones, destruirla. Los poderes de diversos supervillanos, como el Hombre Absorbente, se deben a la intervención directa o indirecta de Loki. Los Vengadores, el supergrupo más poderoso de la Tierra, fueron creados como consecuencia de las maquinaciones de Loki.

Cuando Thor utilizó sus poderes asgardianos para obtener poder y placer carnal, Loki convenció a Odín para que diese al dios del trueno forma de mujer, para enseñarle humildad. Una vez conseguido su objetivo, Loki humilló a Thor prometiéndole con el dios olímpico Hércules, aunque ese matrimonio nunca tendría lugar.

Loki había comenzado una relación sentimental con Clea, la hechicera suprema, totalmente por interés. Cuando ésta abrió para Hulk y Thor las puertas del Reino de la Muerte, Loki apareció en la mansión del Doctor Extraño para intentar encerrarles allí.

Abandonó a Clea cuando las cosas se pusieron difíciles, y obligó a Thor a regresar a Asgard con la hechicera, para mostrarle a Odín los siniestros planes de Loki. Sin embargo, el regreso de Thor a Asgard le impediría regresar a la Tierra, debido a un hechizo de Loki.

Sin embargo, la completa libertad del Dios del Engaño en la Tierra le llevó a descubrir el mayor engaño de todos, el que se había perpetrado sobre el propio Loki y los asgardianos. Loki comprendió que sus identidades estaban basadas en las creencias del propio Odín, y regresó a Asgard para intentar revelar la verdad ante los asgardianos.

Al no poder convencerles, Loki se "suicidó", yendo a parar a Hel, el mundo de los Muertos asgardiano. Allí, liberó a los asgardianos fallecidos y a Hela, la diosa de la muerte asgardiana, y les lideró en batalla contra los Celestiales. Sin embargo, los difuntos asgardianos cayeron pronto en la batalla, cuando los Celestiales les convencieron de nuevo de que estaban muertos.

Durante los siguientes tres años, Loki tomó una identidad abstracta y vagó por la Tierra. Cuando de la mansión del Doctor Extraño, rotas las barreras místicas por la ausencia de éste y Clea, comenzó a ser invadida por los Sin Mente (los sirvientes de Dormammu), Loki se encargó de erigir nuevas barreras que les impidieron abandonar la casa y asolar Nueva York.

Allí se encontró con el Capitán América y Mar-Vell, en los comienzos de su búsqueda de poder, y les aconsejó para que pudiesen continuarla. Más tarde aparecería en el funeral del Capitán América, donde intentaría reconciliarse con Thor, sin éxito. También visitó a Surtur, el demonio de fuego asgardiano, para revelarle la verdad sobre los asgardianos.

Al mismo tiempo, ayudaría al Tong de Creel a recuperar los pedazos del Hombre Absorbente, a sabiendas de que éste era necesario para repolarizar la Tierra. A pesar de que algunos todavía le consideraban un villano, consiguió convencer al Hombre Absorbente para convertirse en vibranium, y ser absorbido para la repolarización de la Tierra.

Tras salvar el mundo, Loki se reunió con Thor, que finalmente había asumido la verdad sobre la existencia asgardiana. Juntos se reunieron con Surtur, con el que comenzarían a planear el Ragnarok. Sin embargo, antes ambos acompañaron al Doctor Extraño y el supergrupo japonés llamado Xen a Asgard, para rescatar a Clea, la esposa de Extraño, de manos de Odín.

Allí, tras enfrentarse a las hordas asgardianas de Odín, Loki se ofreció para sacrificarse y que Clea pudiese abandonar Hel. Odín, temeroso de que Loki volviese a liberar a los difuntos asgardianos, ordenó que fuese Thor el apresado en Hel. Sin embargo, esto formaba parte del plan de Loki, para que los asgardianos fallecidos fuesen liberados por Thor, ya que aunque ya no creerían a Loki, no desconfiarían de la palabra del hijo de Odín.

Tras eso, Loki, junto a Thor y Surtur, se refugiaron en Nueva York planeando el Ragnarok, mientras que el Doctor Extraño les escudaba místicamente de Odín. Acompañados de X-51, el trío de asgardianos regresaron a Asgard. Loki tomó la forma de Thor, para que su Ragnarok se pareciese más a las leyendas nórdicas.

El Ragnarok fue todo un éxito. Los engaños de Odín fueron revelados y éste regresó a su forma humana. Yddgrasil, el fresno del mundo, fue derribado. Sin embargo, con su caída propició que Odín pudiese crear un nuevo engaño, en el que Loki también se vio envuelto. Solo la presencia de X-51, el único inmune a los poderes de Odín, permitió que Loki y sus compañeros recuperasen sus verdaderas identidades.

Loki abandonó entonces a Odín y el resto de asgardianos, y separó su camino de Thor y Surtur. Posteriormente se uniría a Rechazado, el desviante, y al Caballero Negro, para fundar los Nuevos Vengadores, tomando el mismo la identidad de Thor.