Templarios

Los Templarios, o Caballeros Templarios eran una orden de monjes guerreros creada alrededor del siglo XII para proteger las rutas hasta Jerusalén. El origen exacto de la orden es un misterio, aunque algunos dicen que se creó para proteger un tesoro de gran poder. En cualquier caso tras un siglo se convirtieron en la organización más poderosa de la cristiandad, y únicamente respondían ante su líder, el Gran Maestro. Un siglo después de eso, el Rey de Francia y el Papa se aliaron para destruir a los Templarios. Aunque muchos murieron, algunos de sus miembros lograron escapar hasta Inglaterra y Escocia, otros, en cambio escaparon del poder, las cámaras de tortura y las hogueras de la Inquisición y se quedaron en Jerusalén, protegiendo el tesoro en la ciudad santa {1602 1}.

Cuando se iniciaron los presagios de que un gran mal se cernía sobre la Tierra, los Templarios decidieron llevar el tesoro que habían guardado tan celosamente hacia Europa para que pudiera ser usado para contrarrestar el cataclismo. Por este motivo enviaron al Anciano con el mismo, para que no despertara sospechas y, simultáneamente, sacaron a tres grupos fuertemente armados como señuelos para los enemigos que codiciaban el tesoro. El truco funcionó y el Anciano pudo abandonar Jerusalén sano y salvo {1602 1}.

El tesoro templario resultó ser una vara de madera conseguida por miembros de la orden del Norte de Europa. Aunque cayó en posesión del Conde Otto von Muerte, el Anciano llevaba con él una esfera de oro que sirvió para distraer al Conde del verdadero tesoro. El truco dio resultado y cuando el Anciano fue liberado pudo recuperar la vara y, golpeándola contra el suelo se transformó en Thor {1602 4~ 5} siendo de vital importancia para cerrar la brecha temporal que amenazaba su dimensión.

No han vuelto a tenerse noticias de los Templarios desde entonces.