Magda Lehnsherr

Magda era descendiente de una familia de gitanos que habían sido capturados y enviados a los campos de concentración alemanes. Magda fue enviada al campo de concentración de Auschwitz en el cual, en medio del horror de las matanzas, conocería a un joven de nombre Erik Magnus Lehnsherr quien había sobrevivido a un fusilamiento, ambos se enamoraron y lograron huir del campo de concentración gracias a la pericia de Erik y a las habilidades especiales de este para controlar el magnetismo. Los dos jóvenes se trasladarían a los Cárpatos donde se casaron y tuvieron a su primogénita Anya. Poco después el matrimonio se fue a vivir a Rusia. En 1946 se instalaron en Vinnitsa, una ciudad ucraniana. Erik y Magda vivían como simples granjeros y siempre ocultó sus poderes; durante una disputa Erik tuvo un altercado con el encargado del lugar donde estaban empleados y usó sus poderes magnéticos para que le pagara el salario prometido. El ataque de Erik provocó la ira del hombre que incitó a una muchedumbre de aldeanos a linchar al matrimonio. Cuando Erik regresó a su casa se encontró que estaban quemándola. Aunque consiguió salvar a su mujer, no pudo hacer lo mismo por su hija, que murió en el incendio. Enfurecido Erik mató sin piedad a los causantes de la muerte de Anya. Magda se horrorizó por lo que había hecho su esposo y huyó de él sin decirle que estaba embarazada {CX 12/2}.

Magda que había perdido la razón tras lo acontecido, escapó buscando refugio. Había sido testigo del descontrol y el terror que podía crear Erik y de cómo su ansias de poder lo estaban dominando y no quería que sus hijos nacieran en medio de las ambiciones de su padre. De alguna manera, Magda caminó por bastante tiempo buscando refugio y lo encontró sin saberlo en la Ciudadela Científica de Wundagore. Allí Magda fue asistida por Bova, una mujer evolucionada de una vaca por el Alto Evolucionador, un genio genético. En Wundagore, Magda dio a luz dos gemelos, un chico y una chica, actuando Bova como comadrona. Sin tener conocimiento Magda la noche en la que nacieron los gemelos, el dios primigenio Chthon trataba de manifestarse en la dimensión de la Tierra y, aunque no lo logró, dejó una parte de él en Wanda, lo que alteraría sus futuros poderes mutantes hacia la magia. Magda pudo quedarse en Wundagore pero estaba más temerosa de que su marido la encontrara y la obligara a desvelar el paradero de sus hijos, por eso abandonó la ciudad y se internó en la montaña para morir en medio de una tormenta de nieve {A 186}.