Comandante Bauman

Manfred Bauman era un joven oficial del ejército nazi. En 1942, el general Reinhard Heydrich, le ofreció el puesto de ocupar el puesto de comandante al mando del campo de exterminio de Sobibor (ya que su predecesor se había suicidado), como una oportunidad de ganar experiencia y causar una grata impresión a sus superiores. Considerando que las tasas de exterminio de Sobibor eran altamente deficientes, comparadas con otros campos, Bauman estaba decidido a aumentar la eficiencia del mismo. Su primer acto oficial fue la ejecución de uno de los prisioneros, para dar una lección al resto de reclusos.

Sin embargo, el hombrecillo (muy probablemente un mutante con poderes curativos, más probable aún el que años más tarde sería conocido como Lobezno) reaparecería a lo largo de las semanas, sin importar cuantas veces fuese ejecutado.

Finalmente, cuando fue encontrado vivo, rodeado de cadáveres en el interior de una cámara de gas, fue llevado a la presencia de Bauman. Allí, el comandante, en un ataque de ira y locura a partes iguales, golpeó salvajemente a su maniatado prisionero. Durante la paliza, se provocó un incendio, en donde murió Bauman.