Armadura Teledirigida Neuromimética Iron Man Mark II

descripción

Basada en el modelo anterior de armadura teledirigida de Iron Man, esta unidad teledirigida neuromimética (UTN-150) utiliza la tecnología más puntera de control remoto de Stark, permitiendo que la armadura fuese dirigida desde un completo control virtual. Paralítico en ese momento, la armadura le proporcionaba a Stark sentidos visuales, auditivos y táctiles como en una experiencia normal.

Además, este traje regresaba a los esquemas de color rojo y dorado. Más voluminosa que la Mark VII, no llegaba a los extremos de la armadura de Máquina de Guerra, de la que no obstante cogía algunos atributos, que la hacían más amenazadora que las armaduras Iron Man convencionales.

Fabricada en las instalaciones automatizadas de Stark, la armadura teledirigida neuromimética no era una armadura diseñada para ser puesta, pero podía ser controlada por ondas mentales del usuario a través del subespacio (a través de estos circuitos, Tony podía controlar también a sus dobles mecánicos, los Simulacros Dotados de Vida). Basado en los anteriores trabajos de Stark en diseños de encefalocircuitos, este traje se basaba en los mismos principios que permitían al cerebro transmitir órdenes al sistema nervioso central.

Para continuar con su vida a través de un sistema nervioso artificial, Stark tenía un puerto neural implantado en la base de su cráneo, justo debajo de su oreja derecha. Usando este puerto podía manipular los ordenadores de Empresas Stark y el UTN-150, utilizando unos auriculares a distancia; a partir de ahí, el UTN-150 usaba un transmisor subespacial para recibir y emitir señales de la armadura al portador y viceversa.

Lo que Stark pensaba, la armadura lo hacía; de igual forma, las recepciones visuales, auditivas y algunas táctiles recogidas por la armadura eran enviadas y descodificadas en detalles sensoriales a Stark. El intercambio de información era instantánea gracias a una antena subespacial incluida en la armadura; además, los datos sensoriales recolectados por la NTU-150 incluían la gama completa del espectro electromagnético y datos procesados por ordenador no al alcance de un ser humano.

La nueva tecnología teledirigida había eliminado el retraso asociado con la primera armadura de control remoto, y proporcionaba una sensación mucho más real de sentirse dentro de la armadura. Esta sensación se consumaba gracias al sistema de simulación táctil que devolvía al portador las sensaciones de la armadura como "realimentación física".

Desafortunadamente, esto podía ser un arma de doble filo, ya que este mismo sistema hacía que daños graves a la armadura (o su destrucción) daba lugar a una realimentación neural fatal para el portador. Por ello, los sistemas informáticos de la armadura incluían un modo de diagnóstico que podía revisar la interfaz neural, la retroalimentación cortical y las funciones motoras.

La malla de la armadura estaba hecha con compuestos de carbono, compuestos sintéticos, y siete aleaciones secretas, recubriendo los sistemas cibernéticos. La mezcla era tan resistente, que fue capaz incluso de resistir ser pisado por el colosal androide Ultimo. El exterior de la armadura estaba recubierto por una capa refractora de policarbono, que rechazaba las armas de energía. Esta capa fue disuelta por el Tecnodevorador, quien se la comió (dejando a la armadura reducida a su esqueleto) en apenas dos segundos.

La UTN-150 no precisaba de un esqueleto mecánico para imitar al cuerpo humano, ya que ninguna persona iba a estar en su interior. El movimiento se controlaba por un Escudo de Integridad Estructural que envolvía el escudo externo de la armadura. El EIE permitía un gran número de movimientos al tiempo que permitía que el interior de la armadura pudiera ser usado para componentes más importantes de la armadura.

En un momento indeterminado, quizás después de recibir una experiencia de combate insatisfactoria, Tony añadió un endoesqueleto que recorría todo el traje controlado por un sistema muscular artificial reforzado con un sistema de tensión hidráulica; todo esto proporcionaba a la armadura una mayor capacidad de movimiento, y aumentaba su fuerza.

Debido a su mayor peso, la UTN-150 utilizaba más energía, valiéndose para ello de un generador de partículas beta y de conversores de energía solar. También era capaz de absorber energía a través de la electricidad pura (electricidad que también podía descargarse posteriormente) o el calor. Si todo esto fallaba, también tenía una reserva energética para casos de emergencia.

La mano derecha presentaba (ocultos hasta ser necesarios) puertos de conexión en sus dedos, lo que permitía a Iron Man conectarse directamente con otros sistemas informáticos. El software incluido en la armadura, controlado además por el genio de Stark, permitía ganar sin dificultad el control de la mayoría de los sistemas informáticos donde se introducía. Por supuesto, esto significaba que la propia consciencia de Stark se introducía en estos sistemas (algo para lo que no se había previsto), por lo que resultaba peligroso. El sistema informático también podía controlarse de forma inalámbrica con otros sistemas.

La armadura también tenía un sistema específico de navegación externa a la consciencia de Stark (es decir, computerizada), un piloto automático sustentado por microprocesadores que controlaban la armadura cuando era necesario, incluso huyendo de un lugar peligroso si lo consideraban necesario. Este sistema solía activarse cuando la consciencia de Stark quedaba momentáneamente incapaz de manejar la armadura. Stark podía dejar conscientemente a la armadura en piloto automático, dando vueltas a grandes alturas hasta ser reclamada por su consciencia; un escudo de camuflaje impedía que fuese detectada.

La NTU-150 también podía trabajar en el espacio. Como anteriores armaduras, para ello precisaba de un lanzamiento especial que le permitiera superar la gravedad terrestre, lo que le permitía tanto alcanzar la baja órbita de la Tierra como la más alta. El cohete que le permitía alcanzar esto tenía un sistema de maniobra orbital, lo que ahorraba energía a la propia armadura.

Para el uso espacial, Tony dejaba a un lado las armas de alto calibre para sustituirlas por propulsores de maniobra y sistemas deflectores, escudos que protegían a la armadura de la escoria espacial y armas de fuego. De hecho, incluso permitían a la armadura soportar las llamas solares (hasta cierto punto, por supuesto). La armadura también poseía capacidad subacuática limitada.

El armamento incluía tanto armas integradas y sistemas de armamento intercambiables según la necesidad, muchas de ellas almacenadas en compartimentos internos. unos repulsores Mark III (de un alcance de aproximadamente 12 metros, situados en hombros, muñecas y vainas traseras) y un Unirrayo que podía ajustarse para seguir rastros lumínicos o caloríficos, o emitir luz ultravioleta, rayos tractores, láser, inductor de imagen y descarga electromagnética (este dispositivo tiene un alcance de unos 50 metros salvo en alguna de sus utilidades, pues el láser no tiene más de unos 9 metros de alcance y el rayo tractor no supera los 3 metros).

Como esta armadura no necesitaba dejar espacio para que alguien se la pusiese, constaba de muchas más armas, como pulsos electromagnéticos, un descargas de rayos de partículas, cañones láser, un cable-garfio resistente a grandes tensiones, lanzallamas, taser, haces pulsores, gas lacrimógeno, un cuchillo láser, sondas de interfaz computerizado, toberas de espuma anti-incendios, rayos caloríficos y lanza calorífica, proyectores de rayos-X, un escudo disruptor y un distorsionador sónico.

Además de ello, tenía una ametralladora de hombro con varios tipos de munición, desde armas ligeras hasta minilanzadores de misiles, que podían dispararse de forma consciente por el portador, o a través del ordenador de combate, que tenía capacidad para disparar simultáneamente a 60 blancos diferentes. Sus haces pulsores también podían ser controlados de forma automática por la armadura.

Los guanteletes incluían pequeñas turbinas que podían usarse para repeler objetos. La armadura tenía también un compartimento especial en su espalda para llevar artilugios allí, como partes intercambiables o recambios para la armadura. Otros compartimentos en la espalda contenían droides voladores semi-autónomos. Cada droide poseía un sistema de proyección holográfica tan sofisticado que podría crear campos reflectores de radar capaces de engañar incluso a los sistemas de detección más avanzados. Las imágenes proyectadas parecían reales incluso a ultrasonidos. Con un sistema de armas controladas por ordenadores de combate, los droides podían imitar de esa forma la lucha de Iron Man.

Los sistemas defensivos de la UTN-150 eran variados. La capa exterior de la armadura se protegía con una cobertura reflectora y una parrilla de absorción, que asimilaba los ataques energéticos transformándolos en energía para la armadura; unidades de señuelo táctico creaban ilusiones de varias armaduras para confundir al enemigo.

A pesar de esto, Tony Stark comprendió que una unidad de control remoto era ligeramente más vulnerable y necesitaba algunas medidas de seguridad extra. La principal medida de seguridad era que la UTN-150 sólo respondía a los patrones mentales de Stark; es innecesario decir que éstos residían en los archivos permanentes de memoria de la armadura, y sólo podían ser alterados por el propio Stark. Un cierre de seguridad y una desconexión del sistema frustraban automáticamente cualquier intento de piratear la armadura. Intentos persistentes de manipular los sistemas de seguridad activaban un paquete termal en la armadura, que freía el sistema operativo y sus instrumentos más allá de cualquier reparación.

La segunda medida de seguridad era una conexión de emergencia. Si en algún momento Stark perdía el control, aunque sólo fuese temporalmente, el piloto automático (ya mencionado anteriormente) se conectaba y encontraba el lugar más seguro para aterrizar, normalmente cerca del propio Stark. La armadura desconectaba entonces sus sistemas y esperaba hasta que el portador volviese a efectuar la conexión.

Los sistemas sensores de la UTN-150 incluían radar, sonar, infrarrojos y ultrasonidos, además de un detector vital (que detectaba formas de vida escaseando sus temperaturas corporales), y sensores electromagnéticos (que le permitían determinar las fluctuaciones en otros escudos). Sistemas ópticos avanzados y un sistema rastreador completaban esto, haciendo que la armadura estuviese diseñada para actuar como una gran antena de comunicaciones.