Armadura de Infiltración Iron Man Mark III

descripción

La composición de la armadura era totalmente nueva y radical. Sus componentes cerámicos avanzados fusionados con un polímero similar al kevlar, estaban respaldados por una red de fibra óptica, que, trabajando en sincronización con una serie de generadores holográficos de policarbono hacían invisible a la armadura para cualquier forma de detección (incluyendo visión nocturna, infrarrojos, y sentidos biológicos mejorados). En el momento de su estreno, Stark ajustó sus generadores holográficos para un ancho de banda infrarrojo específico, inutilizando la visión nocturna de Pantera Negra.

La superficie exterior de la armadura funcionaba en esencia como una pantalla de cine. Los inductores holográficos proyectaban imágenes del área colindante en la superficie de la armadura, creando una ilusión de invisibilidad, ya que Iron Man se fusionaba con su entorno.

Para evadir sistemas de detección más avanzados, el traje almacenaba un sistema artefacto reductor de ruido para permitir un espionaje silencioso. Y para lograr un silencio total durante el funcionamiento, la armadura también almacenaba el CO2 emitido por el portador, liberándolo a través de pequeños orificios sólo cuando era adecuado.

Diseñado con unos circuitos bio-orgánicos experimentales "inteligentes" (técnicamente una especie de circuitos líquidos bio-neurales), los sistemas internos de la armadura eran casi tan impresionantes como su exterior "plástico". Este exterior no contenía ningún tipo de metal, y su diseño de polímero cerámico era inmune a las garras de anti-metal de Pantera Negra (capaces de hacer jirones sus otras armaduras metálicas).

Construida específicamente para enfrentarse a la Pantera Negra, la armadura guardaba un as en la manga. Además de ser inmune al vibranium, era capaz de reaccionar a su contacto, liberando una poderosa descarga de plasma, suficientemente fuerte como para poner a Pantera de rodillas.

Debido a su equipamiento holográfico, sus estupendos circuitos (que incluían procesadores de combate lógicos y capaces de adaptarse), y los sistemas de energía para activarlos, había poco espacio para las armas en esta armadura. Como la armadura de infiltración Mark II, tenía repulsores con capacidad para tres disparos.

Cuando no estaba utilizando los holoproyectores para parecer invisible, Iron Man podía redirigir energía desde sus células de energía para obtener disparos repulsores extra. Además de sus repulsores, la armadura constaba con un haz pectoral limitado (con infrarrojos), y la armadura podía emitir pulsos electromagnéticos de alto nivel.

La carencia de espacio interno también significaba que tampoco había sitio para un suministro interno de oxígeno. El vuelo se llevaba a cabo mediante botas-jet de infiltración actualizadas.

A pesar de los innovadores avances de esta armadura, tenía dos fallos de diseño que se descubrieron en su primer uso. Si sus descargas de plasma salían al mismo tiempo que Iron Man expelía dióxido de carbono, el plasma podía introducirse a través de las aberturas de CO2, haciéndolo arder y poniendo en peligro a toda la armadura.

Además, y ya que la superficie del traje era similar a una pantalla de cine, si estaba sucio, su invisibilidad se veía comprometida. Más específicamente, la coraza cerámica era porosa y vulnerable al amoníaco. Por ello, un simple producto de limpieza que contuviese amoníaco era capaz de dañar su superficie, dejando manchas aquí y allá, impidiendo que partes de la armadura no pudiesen ocultarse adecuadamente.

Aunque Pantera Negra explotó estos dos fallos de diseño en su lucha contra Iron Man, finalmente fue Ultrón quien le proporcionó los medios para la victoria final. Para ello, Pantera Negra utilizó un antiguo artilugio de Stark, que atacó a la armadura al transmitirle una criptografía hecha de códigos autodestructivos ultrónicos. Lamentablemente, esto afectó al corazón artificial de Stark (de origen ultrónico, derivado de la armadura viviente), dañándolo.