General Ross

El general Thadeus T. Ross consiguió llegar a la cúspide de su carrera militar cuando alcanzó el mando de S.H.I.E.L.D., la organización militar y de espionaje más importante de los Estados Unidos. Las relaciones con su hija eran amistosas, pero tampoco demasiado profundas.

En la época de la Guerra del Golfo, reclutaría para S.H.I.E.L.D. a Nicholas Furia, al que descubrieron como un experimento de supersoldado huído en tiempos de la Segunda Guerra Mundial {ULTO}. Cuando un accidente con la fórmula super-soldado convirtió al doctor Bruce Banner (antiguo novio de su hija Betty) en Hulk, Ross consiguió seguir a este en Manhattan tras una de sus transformaciones, pero no antes de que causase destrozos en la zona portuaria {ULTM/TU 3}.

Puesto que S.H.I.E.L.D. también controlaba el programa Arma-X, en donde utilizaban soldados mutantes en operaciones encubiertas, ordenó al coronel John Wraith utilizar a sus efectivos para rescatar al ya por entonces coronel Nick Furia, atrapado en el desmantelamiento de una operación genética oculta {ULTX 9}. Sin embargo Wraith detonó un explosivo en las altas esferas de S.H.I.E.L.D., general Ross incluido, al saber que el programa Arma-X iba a ser desmantelado no mucho después {ULTX 11}.

En un principio Ross pareció haber muerto en la explosión, pero cuando le iban a hacer la autopsia despertó diciendo "Quita la mano de mis preciosos fluidos corporales, soldado". Es de suponer que quizás Ross se hubiese sometido a algún tipo de terapia genética para permitirle una recuperación tal. No obstante, por motivos físicos, fue relevado de su cargo sustituyéndole Nick Furia al mando de S.H.I.E.L.D., destinándose a Ross a la vigilancia y dirección militar del grupo intelectual del edificio Baxter {ULTFF 14-FB}.

De allí expulsaría al doctor Topovic por realizar experimentos inmorales, y supervisaría un experimento de teletransportación que terminaría con la creación de los Cuatro Fantásticos {ULTFF 2}. Pensando en las aplicaciones militares de la teletransportación, accedió a financiar una exploración de la Zona-N por parte de los 4 Fantásticos {ULTFF 13~ 14}.

Aunque la operación resultó en un pseudo-fiasco (ya que un ataque de alienígenas de la Zona-N propició que el cuarteto fantástico fuese revelado al gran público), Ross quedó satisfecho al obtener un rayo mortal de mano, fruto de la tecnología invasora alienígena {ULTFF 15~ 18}.

Meses después, visitando al resto del grupo intelectual del edificio Baxter, trasladados a Oregón, fue capturado junto a estos por el Hombre Topo, quien quería crear una sociedad utópica de genios bajo tierra. Mantenido en custodia, fue liberado por la acción de los 4 Fantásticos, pero no pudo evitar que los jóvenes científicos deseasen permanecer en los antiguos dominios subterráneos del Hombre Topo {ULTFF@ 2}. Más tarde, y junto al Doctor Franklin Storm, siguió relativamente de cerca la obsesión de Reed Richards con la creación del Cubo Cósmico {ULTFF 39, 47}.

En cierto momento, el General Ross lideró un escuadrón de soldados que se dirigeron a Utopia para desalojar a los mutantes del lugar y apoderarse del lugar. Los mutantes de Utopia estaban dirigidos por Kitty Pryde que se reunió con Ross para discutir la situación, la cual pasó de tensa a altamente explosiva cuando un telépata mutante con el aspecto de Mariposa Mental, usó sus poderes para influenciar sobre ambos bandos hasta el punto que una guerra entre ambos grupos parecía inminente, siendo que Ross llegó a ser alcanzado por los disparos de un tirador misterioso, aunque el General pudo ponerse a salvo culpando a los mutantes del ataque.

Ross y sus hombres se dispusieorn a llevar a cabo el ataque definitivo sobre Utopia pero afortunadamente en el último momento, los mutantes descubrieron al impostor y acabaron con él, poniéndose fin a su influencia telepática. Sabiéndose manipulado, Ross decidió retirar a sus hombres de Utopia, advirtiendo a los mutantes que por su propio bien, mantuvieran un perfil bajo y no abandonaran el lugar, sin embargo Kitty les advirtió que era al revés, eran los humanos quienes no debían adentrarse en Utopia por su propio bien.

No han vuelto a tenerse noticias del General Ross desde entonces.