Magneto

Nada parece indicar que el Magneto de la Tierra-2149 tuviera aspiraciones diferentes a las de su contrapartida de la Tierra-616. Ambos pretendían a convertir a los mutantes en la raza dominante en la Tierra y ambos estaban dispuestos a cumplir sus objetivos a cualquier precio. Magneto reclutó a un grupo de mutantes que adoptaron el nombre de los Acólitos y el Amo del Magnetismo montó su base el Asteroide M, una estación en órbita. Magneto entró en contacto una entidad extradimensional, y siguiendo su plan de diezmar a la población humana para favorecer el alzamiento de los mutantes como raza predominante, acordó llevar a esta entidad hasta su Tierra. Magneto logró romper las barreras dimensionales y traer al Vigía hasta la Tierra-2149, aterrizando bruscamente en Manhattan. Desgraciadamente, el Vigía era portador del virus del hambre que convertía a aquellos que eran infectados en zombis hambrientos de carne humana. Los Vengadores, liderados por el Coronel América, llegaron al lugar del aterrizaje solo para verse sorprendidos por el Vigía, que los infectó con el virus convirtiéndoles en zombis.

Magneto por su parte, al ver que este la infección se extendía entre humanos y mutantes, abandonó el Asteroide M bajando a la Tierra para buscar supervivientes. Su primera visita fue la Mansión-X, donde encontró a la Patrulla-X peleando contra un Alpha Flight zombi, que ya había matado a Charles Xavier y pretendían comerse a los hombres-X. Gracias a su ayuda pudieron destruir a los infectados canadienses. Magneto, tras dar instrucciones a sus Acólitos para que acogieran en el Asteroide M a cualquier mutante que no estuviera infectado, marchó junto a los hombres-X hasta el Helitransporte donde se reunieron los héroes no infectados para organizar la última célula resistencia de la humanidad.

La batalla final tuvo lugar en algún lugar de los Estados Unidos, la resistencia era largamente superada en número y cuando Magneto vio que la causa estaba perdida abandonó el campo de batalla mientras que los zombis derrotaban e infectaban a los últimos héroes, y tras someter Latveria, el mundo entero quedó bajo su control.

La armada zombi regresó a Manhattan, en busca de un método de viajar a otras dimensiones que les proporcionaran sustento. Sin embargo, ni Richards ni Tony Stark ni ninguno de los otros genios poseídos por el virus podían permanecer apartados del ansia de comer el tiempo suficiente para recrear una máquina para viajar entre dimensiones. Aún así Richards logró contactar con el Reed Richards de la Tierra-1610 y lo convenció para que acudiera a su dimensión. Cuando Reed cruzó el portal, se encontró que toda la ciudad estaba destruida y que no había signos de vida. Fue entonces cuando irrumpieron los 4 Fantásticos zombis, aunque Reed logró escapar pronto se topó con un gran grupo de héroes zombis que rondaban por la ciudad, por suerte para él apareció Magneto y con su ayuda logró salvarse. Aprovechando el pánico causado, Magneto condujo a Reed a su refugio en donde estaba una policía, un padre y su hija. Magneto le explicó a Reed la catástrofe que había acaecido sobre su mundo, así como los planes del Reed zombi, ya que ahora los zombis podrían trasladarse a otras dimensiones y destruir poblaciones enteras. El Amo del Magnetismo y el Reed de la otra dimensión urdieron un plan para regresar al Edificio Baxter, trasladarse a otra dimensión sanos y salvos y destruir el portal. Perseguidos por decenas de zombis, Magneto condujo a Richards y los pocos supervivientes hasta el Edificio Baxter, donde lograron cruzar el portal y ponerse a salvo, sin embargo, Magneto se quedó atrás ya que alguien debía destruir el portal dimensional. Los zombis, que no habían podido evitar que Magneto destruyera el portal dimensional, y estaban furiosos en grado sumo. Magneto se defendió bravamente, acabando con varios zombis y decapitando a Ojo de Halcón con el escudo del Coronel América, e incluso contactó con el Asteroide M para informar que huiría al espacio tan pronto como fuera capaz, pero finalmente no pudo evitar que la Avispa le sorprendiera por la espalda, mordiéndole e infectándolo. Sin embargo la infección no llegó a apoderarse de él, ya que los zombis, dejándose llevar por su furia, lo despedazaron y se lo comieron.