Gail Barnes

Gail Richards comenzaría a salir en su juventud con Steve Rogers, un antiguo compañero del colegio, poco después de que este accediera a someterse a experimentos secretos para transformarse en un supersoldado capaz de combatir adecuadamente a los nazis en la Segunda Guerra Mundial {ULTO}.

Justo antes de que Steve marchase al frente, Gail y él se comprometerían tácitamente en matrimonio {ULTS2 13}. Sin embargo, y aunque se mantuvo indemne durante toda la guerra, Steve pareció morir en una última misión al final de esta {ULTS 1}, quiso el destino que Steve no supo la feliz noticia que Gail tenía pensado decirle y que no era otra que estaba esperando un hijo suyo.

La pena acabó uniendo a Bucky (el mejor amigo de Steve) y a Gail, por lo que acabaron casándose y formando una familia de la que el hijo de Steve formaba parte. Esto no hizo fácil el reencuentro con Steve cuando este fue recuperado indemne en el Ártico; de hecho, Gail se negó a verle, en parte por no desear que la viese tan envejecida {ULTS 3}.

No obstante, cambiaría de opinión más adelante, y accedería a verle en varias ocasiones, como en el funeral por los muertos tras Hulk, aunque dejaría claro su preocupación porque Steve se adaptase adecuadamente al mundo actual {ULTS 7}, por aquel entonces Gail le habló a Steve sobre el hijo que habían tenido juntos y poco mas tarde, Steve supo el desgraciado destino que había alcanzado ya que se había convertido en el Cráneo Rojo.

Continuarían viéndose regularmente con Steve y Jan Pym (la Avispa) regularmente; sería durante una de estas citas cuando saldría a la luz la verdadera identidad de Hulk {ULTS2 1}. Cuando la relación de Steve y Jan se rompiese (por la diferencia de época entre ambos), Gail vio como Steve desahogaba sus penas con Bucky, desde el interior de su casa {ULTS2 8}.

La última vez que se tuvo noticias de Gail Barnes, fue en respuesta a una llamada de Steve que le informaba que su hijo había sido derrotado en batalla, siendo que estaba gravemente herido. Gail acudió al hospital para ver a su hijo y se despidió de él sabiendo que, aun en el supuesto que lograra sobrevivir a sus graves heridas, permanecería preso de por vida, tras lo cual no se han vuelto a tener noticias suyas.