Tierra-83840

La Tierra-83840 es una realidad divergente de la Tierra-616. En ambas Tierras, un brillante cirujano llamado Stephen Extraño, sufrió un accidente de coche que le dejó las manos inservibles, en ambas Tierras el ex cirujano se dio a la bebida y hubiera muerto en alguna cuneta de no haber oído en una taberna un rumor acerca de un misterioso anciano místico que habitaba en una montaña. Extraño se decidió a trepar hasta montaña para encontrar al mago para que este le ayudara a sanar sus manos. Es aquí donde el destino de ambas Tierras divergen, en la Tierra-616 el Anciano ya tenía un discípulo, el Barón Mordo, al cual su ambición y maldad le impedía desarrollar plenamente su potencial de modo que cuando Extraño llegó al hogar del Anciano, y viendo su potencial unido a su disgusto con la evolución del Barón Mordo, el místico lo convenció para que se convirtiera en su nuevo discípulo y con el tiempo adoptaría el nombre de Doctor Extraño convirtiéndose en el Maestro de las Artes Místicas.

En la Tierra-83840 los acontecimientos se desarrollaron de otra manera, en un momento dado, Mordo intentó llevar a cabo un complicado hechizo que le llevó a abrir las barreras dimensionales permitiendo al demonio conocido como Pesadilla, entrar en esta dimensión poseyéndolo. Pesadilla pretendía conquistar la Tierra pero para ello debía derrotar al Hechicero Supremo de esa dimensión, viendo en Mordo a un mago más fácil de derrotar que el Anciano, decidió corromperle antes que fuera un hechicero más experimentado. Como parte de su plan, Pesadilla hizo que Mordo se convirtiera en el discípulo ideal, el Anciano se mostró asombrado por el cambio experimentado por su discípulo que se convirtió en el alumno ideal, trabajador, habilidoso, intuitivo... De modo que cuando Extraño llegó al hogar del Anciano, este no vio la necesidad de tomar un nuevo discípulo, pese a todo, permitió a Extraño quedarse en su hogar puesto que la llegada del invierno impedía que volviera a la civilización, en este tiempo curó sus manos y su mente.

Acabado su aprendizaje, Mordo marchó a los Estados Unidos, instalándose en su nuevo Sancta Sanctorum y tomando un sirviente-mayordomo, Wong. Mordo combatió amenazas místicas que amenazaban la Tierra hasta que fue convocado por el Anciano en el Tíbet, allí, le habló sobre la amenaza que representaba el señor de la Dimensión Oscura, Dormammu. Mordo penetró en la dimensión de Dormammu, en su camino se encontró a la hechicera conocida como Clea, Mordo usó su magia para someter a Clea a su voluntad de modo que cuando fuera el momento, Clea debilitaría las barreras místicas del reino de Dormammu, permitiendo a los seres místicos conocidos como los Sin Mente, invadir el reino. Tras preparar a Clea, Mordo fue al encuentro de Dormammu comenzando un duelo místico entre ambos, batalla que estaba en tablas cuando Clea permitió el paso de los Sin Mente. Debilitado por su batalla contra Mordo, Dormammu era incapaz de repeler el nuevo ataque y no hubiera tardado en caer derrotado de no mediar la intervención del Barón Mordo que unió su magia al señor de la dimensión oscura para derrotar a los Sin Mente. Acabada la batalla, Dormammu se vio obligado a posponer su ataque sobre la Tierra puesto que tenía una deuda de gratitud con Mordo por salvarle de los Sin Mente.

De vuelto a la Tierra, el Anciano se mostró gratamente sorprendido por como Mordo había solucionado la crisis, creyendo que Mordo había superado sus expectativas, le entregó la capa de levitación y el Ojo de Agamotto. Por otra parte, Stephen Extraño vagaba por la ciudad, tras su regreso del hogar del Anciano se veía asaltado por pesadillas que amenazaban con volverle loco, viéndose incapaz de volver al Tibet a reencontrarse con el Anciano, decidió ir a ver a Mordo. Mordo aseguró que podía curar a Extraño y le dijo que para acabar con sus pesadillas tenía que entrar en el Reino de los sueños. El antiguo cirujano aceptó confiado, pero una vez en el reino de los sueños hizo su aparición Pesadilla, el cual atrapó a Extraño en una prisión mística puesto que afirmaba que era el único mortal con el potencial suficiente para oponerse a sus planes.

Tras esto Pesadilla envió a Mordo a la Tierra dispuestos a enfrentarse al único defensor místico que quedaba en el planeta, el Anciano. Para ello Mordo exoneró a Dormammu de su promesa de no atacar la Tierra y el señor de la dimensión oscura se aprestó a vengarse del Barón Mordo al que mató, en realidad era una construcción mística y el verdadero Mordo estaba junto a Pesadilla, al cual entregó el Ojo de Agamotto. Al ver derrotado a su discípulo, el Anciano hubo de abandonar su santuario en el Tíbet para enfrentarse a Dormammu en combate personal. Extraño por su parte languidecía en el reino de los sueños, en un momento dado recordó las palabras de Pesadilla que él disponía del potencial místico para convertirse en el mejor hechicero de la Tierra, y mediante la concentración y la intuición logró romper la prisión mística en que estaba encerrado. Una vez libre, Extraño se encontró con Clea la cual le ayudó a regresar a la Tierra aunque esto llamó la atención de Pesadilla, que envió a Mordo para que matara a Extraño. Mordo acorraló a Extraño y a Clea y se dispuso a matar al ex cirujano, pero Clea se interpuso en el camino del rayo místico lanzado por Mordo salvando a Extraño que lanzó un contraataque mágico que eliminó a Mordo. En la dimensión oscura mientras tanto, el Anciano caía finalmente derrotado, muriendo a manos de Dormammu, entonces hizo su aparición Pesadilla que pactó con Dormammu conquistar juntos la Tierra gracias al Ojo de Agamotto. La impía alianza fue presenciada por Extraño, el cual, contra todo pronóstico, lanzó un hechizo alimentado por su propia fuerza vital que logró expulsar a Dormammu y a Pesadilla de vuelta a sus respectivos reinos, aunque esto le costó la vida. Sin embargo, la muerte para seres como Extraño solo es un paso más en el camino puesto que allí se reunió con el Anciano, el cual lo convirtió en su discípulo dispuesto a enseñarle todo lo que sabía.