Khurusan

Khurutan era uno de los guardias de la corte del Rey Eannatum de Makkalet. Mientras la ciudad se encontraba asediada por las tropas de Aghrapur quienes pretendían recuperar a la encarnación de Tarim. Siguiendo las órdenes de la Reina Melissandra llevó ante su presencia a Conan, el poderoso bárbaro cimmerio a quien habían capturado en el puerto cuando desertaba de las tropas invasoras. Encomendándole una falsa misión a Conan, Khurutan reunió a los soldados Yaar Ali y Akhaan y emprendió la marcha de la ciudad. Al poco de dejar la protección de las murallas fueron emboscados por arqueros de Aghrapur, pero Conan logró matarlos sin que sufrieran bajas. Con la escusa de que debían realizar ciertos rituales, Khurusan atrajo a Conan hasta los Monolitos Negros de Xuthltan donde les estaban esperando Justin el Hermitaño Ciego y su hermosa hija. El anciano les advirtió del peligro de realizar una ceremonia esa noche de entre todas las noches, pero Khurusan le respondió que era consciente de ello. En efecto, cuando Justin terminó la invocación, lo mató y ordenó a Yaar Ali que redujera a Conan. El soldado lo golpeó por la espalda dejándolo inconsciente y lo ató a un altar de piedra mientras que en el altar de al lado ató a la hija de Justin. Entonces ordenó a los soldados acercarse y también los mató traicioneramente, ya que había recibido órdenes de no dejar testigos. Tras sacrificar a la chica empezó el ritual y pronto emergió de entre las columnas negras una extraña criatura con forma de anfibio, enviada por el Dios Sin Nombre. Conan logró soltar sus ligaduras y cuando se dio cuenta que el brazalete que le había entregado la Reina Melissandra atraía al ser lo arrojó a las manos de Khurusan. Acto seguido, el grotesco sapo gigante cambió de objetivo y devoró al desprevenido guardia.