Conquistador

Miguel Provenza era un mutante capaz de obtener poderes de la tierra misma. Gracias a ellos fundó una organización criminal con base en una rica finca de Madrid. Miguel enviaba a sus hombres para que obligaran a los negocios a pagarle por ofrecerles su protección. Uno de los pueblos bajo su tirana mano fue San Elainya. En él vivía Migdalia, la prima del Alejandro Montoya, un hombre de negocios que tenía una doble identidad como el Aguila. Ataviado con su disfraz se presentó en San Elainya y echó a patadas a los rufianes del Conquistador, como se hacía llamar Provenza. Los hombres asustados decidieron contarle lo ocurrido a su jefe, pero temiendo su represalia lo llamaron desde el aeropuerto con los billetes ya comprados hacia los Estados Unidos. Miguel hizo como que no sabía desde donde lo llamaban, pero estaba al corriente de su deserción, así que les agradeció la información y cuando colgó el teléfono ordenó que al llegar a los Estados Unidos sus asociados allí los mataran. Acto seguido decidió ir en persona al pueblo para ver que había ocurrido. Allí encontró al Aguila y se enfrentó a él arrojándose desde lo alto de su helicóptero a control remoto. El Aguila pudo librarse del ataque arbóreo del Conquistador rompiendo la rama que lo apresaba, así que el mutante absorbió gran poder de la tierra aumentando de tamaño. El Aguila salió corriendo y se refugió en un molino de viento con aspas de metal. El Conquistador salió tras suyo y empezó a arrancar las aspas para darle alcance, entonces, el Aguila saltó por una ventana y canalizó a través del metal todo su poder cortocircuitando los poderes de Provenza, que revirtió a su aspecto humano. Derrotado y temporalmente sin poderes fue entregado a las autoridades.

Lo último que se sabe de Miguel es que perdió sus poderes como consecuencia del Día de M en el que un hechizo lanzado por la Bruja Escarlata privó de sus poderes mutantes a la inmensa mayoría de mutantes del planeta tras lo cual no han vuelto a tenerse noticias suyas.