Lucy la Roja

Lucy Keough era la madre de dos niños gemelos a la vez que una feroz pirata por lo que recibía el nombre de Lucy la Roja. Mantenía a sus hijos de pocos meses apartados de su intrépida vida al cuidado de Vivienne en la costa de Normandía, a quien pagaba para que se ocupara de ellos. En medio de un ataque a un navío español, el espíritu de la Bruja Escarlata que había sido desplazado en el tiempo por el Amo del Pasado, entró en su cuerpo. Influenciada por la conciencia de su antecesora, Lucy perdonó la vida del Capitán Vasquez y la de sus hombres. El cambio de actitud sorprendió a su tripulación, así que ella los retó a vencerla si alguien pensaba que no tenía las cualidades suficientes para no seguir al mando. El pirata Aaron aceptó el duelo, pero fue igualmente derrotado, así que todos decidieron continuar con ella. Lucy no los decepcionó y obtuvieron grandes botines a lo largo y ancho de todos los mares. Durante una de las visitas secretas a Vivienne para ver a sus hijos fue atacada por el Capitán Vasquez. A punto de ser apuñalada, la tensión del momento despertó el enlace entre el espíritu de Wanda y Lucy. A través de ella la Bruja Escarlata pudo usar sus poderes y ahuyentar a los agresores. Pasado el peligro Lucy se dio cuenta del problema que padecía Wanda y decidió hacer lo posible por ayudarla {M/CP 61/3}.

Lucy decidió pedir ayuda a Valmoora la Vidente, tras pagarle una gran suma, la hechicera le enseñó el sortilegio necesario para poder devolver a Wanda al futuro, pero necesitaban conseguir las Piedras de Merlín para poder potenciarlo. Aunque las gemas estaban en poder del Conde Darwell y su temible demonio. Al mando de sus piratas, Lucy asaltó el Castillo de Darwell desenmascarando al demonio, que no era otro que el propio Conde disfrazado para mantener a la gente alejada de su tesoro. Con las Piedras de Merlín en su poder pudo realizar el conjuro y Wanda regresó al futuro. Lucy decidió entonces regalar el botín del Conde a su tripulación y abandonar la vida de pirata {M/CP 62/3}.