Chumballa Bey

Chumballa Bey era el capitán de la guardia de Makkalet, una ciudad de Hyrkania. Mientras la ciudad se encontraba sitiada por las tropas de Aghrapur, un grupo de mercenarios enviados en auxilio de Makkalet por el Rey Ghannif se emborracharon y causaron una pelea en una de las tabernas. Al ver a tantos hombres fuera de combate, Chumballa Bey amenazó al propietario del local en quitarle la licencia o incluso la cabeza por permitir que eso ocurriera, pero el tabernero le dijo que la culpa la tenía Jar el Grande, quien había comenzado la lucha. Chumballa Bey a penas podía dar crédito que una persona tan corta como era pudiera haber sido la causa del estropicio cuando el ruido de los caballos atrajo su atención. Los soldados salieron corriendo de la taberna, pero ya era demasiado tarde, Red Sonja y Conan les habían robado la montura {CTB 24}.

Al día siguiente, Kharam-Akkad ordenó a Chumballa Bey capturar a Conan en el nombre del Rey Eannatum. Se al incidente con el caballo, el capitán no tenía en mala consideración al bárbaro y dudaba de las palabras del hechicero, pero no tuvo más remedio que obedecerle. Chumballa Bey persiguió a Conan hasta los jardines del palacio real, donde logró dejarlo inconsciente de una pedrada. Conan había tropezado en su huida con el Rey, pero la Reina se agachó para ver como se encontraba el joven bárbaro. El capitán le insinuó que tenía que ocuparse de su majestad y la Reina corrió al lado de su marido. Chumballa Bey llevó entonces a Conan hasta el Templo de Tarim. Allí presenció como Kharam-Akkad invocaba unos tentáculos demoníacos a través de los Espejos de Tuzun Thune para matar al bárbaro. El capitán consideró el acto un sacrilegio hacia Tarim y socorrió a Conan, pero Kharam-Akkad lo apuñaló por la espalda y Chumballa cayó al suelo. Conan lo vengó matando la hechicero {CTB 25}. Aunque grave, el capitán de la guardia solo había resultado herido y Conan lo ayudó a levantarse. Se dieron cuenta entonces que las tropas turanianas habían logrado entrar en la ciudad y vieron a un grupo de soldados con la Reina Melissandra hecha prisionera. Conan la rescató y los tres huyeron por los pasillos del templo. En las profundidades del edificio fueron atacados por una especie de topo gigante antropófago. Conan le hizo frente, ya que Chumballa a penas podía sostenerse y no pudo ayudarlo. Tras vencer a la bestia salieron al exterior. Conan siguió su camino y Chumballa Bey se marchó con la Reina Melissandra {CTB 26}.