Azote

La mujer que se hacía llamar Azote era una admiradora de la etapa de justiciera de Piedad, la ex jugadora de las Garras del Dragón. Imitando su modus operanti elegía a sus víctimas entre las personas acusadas de haber cometido algún crimen que la justicia dejaba escapar con impunidad. Al parecer sus acciones se centraban en Montreal donde mató al menos a cinco personas {DC 7-FB-BTS}.

El Consejo de Desarrollo Mundial avisó a NURSE de la presencia de la asesina. La organización de ex jugadores decidió enviar a las Garras del Dragón, su grupo de intervención formado por los gladiadores campeones de los Juegos. Justo mientras se dirigían hacia la sede del Consejo, Azote acababa de matar a Barker, un miembro de la organización que había sido acusado de algunos crímenes que una investigación interna determinó que no había causado. Carroñero y su perro Rasguño, Dígito y Acero salieron corriendo tras ella, pero la mujer les lanzó una granada y logró escapar. Piedad encontró una pequeña daga en el lugar del crimen que identificó rápidamente como la marca que dejaba ella cuando actuaba como justiciera. Previendo el próximo movimiento de su imitadora la encontró en una azotea acechando a Judden Milis, un corrupto magnate de los negocios acusado de asesinato. Piedad intentó acercarse a Azote, pero la mujer cortó el cable con el que Piedad cruzaba las azoteas precipitándola al vacío {DC 7}.

Piedad logró amortiguar la caída, pero igualmente atravesó un escaparate y quedó tendida inerte en el suelo. Pensando que ya no era una amenaza para ella, Azote se enfrentó a Mick y Paulie, los guardaespaldas de Milos matándolos a los dos, pero cuando iba a encargarse del magnate, Piedad se interpuso obligándola a huir. La mujer no quiso renunciar a su presa y poco después intentó de nuevo matarlo cuando todas las Garras del Dragón lo estaban protegiendo mientras acudía a una discoteca. Prendiendo fuego para causar una diversión, Azote volvió a atentar contra Milos, pero de nuevo le impidió matarlo. Las dos mujeres se enfrentaron en duelo y Piedad no tuvo más remedio que matarla de un disparo {DC 8}.