Ian Mcnee

Ian Mcnee era un niño prodigio en cuanto a magia se refiere. Ya desde una temprana edad comenzó a estudiar los secretos de las artes místicas y a estudiar magia elemental, personal y extradimensional. Ian estudió magia durante más de diez años, momento el cual creyó estar preparado para retar al Doctor Extraño por el título de Hechicero Supremo.

Ian marchó disfrazado hasta el Sancta Sanctorum y llamó a la puerta, y allí toda su confianza se desvaneció cuando Wong, mayordomo del mago, le abrió la puerta y el Doctor Extraño anunció que le estaba esperando. Expulsando sus miedos, Ian retó al Doctor Extraño y el Hechicero Supremo aceptó. Extraño le dirigió a una puerta donde le dijo que se llevaría a cabo el duelo. Ian se dispuso a cruzar la puerta y entonces el Doctor Extraño se desvaneció obligando a Mcnee a cruzar él solo. Al atravesar lo que parecía una puerta normal, Ian se vio empujado a una tierra extraordinaria y surrealista donde le esperaba su rival. El joven se repuso rápidamente de la sorpresa y comenzó la batalla contra el Hechicero Supremo y, sorprendentemente, logró derrotarlo y aparentemente, asesinarlo. Todavía extasiado por haber derrotado al hechicero mas poderoso del Universo, Ian reclamó rápidamente el título para si mismo. Pero entonces apareció de la nada otro mago que atacó al joven para arrebatarle el cargo. Ambos lucharon y Mcnee volvió nuevamente a prevalecer pero de nuevo se vio obligado a matar a su oponente, no tuvo mucho tiempo para recapacitar sobre el hecho que había matado a dos personas ya que apareció un nuevo oponente dispuesto a pelear con él y de nuevo Ian, luchando en una batalla a vida o muerte, se vio obligado a destruir a su oponente. Entonces docenas de portales dimensionales se abrieron y aparecieron distintos magos y hechiceros que retaban a Ian a combatir. Ian sufrió un colapso y se derrumbó en el suelo rogando que se detuvieran las batallas y el derramamiento de sangre. De repente, Ian se encontró de vuelta en el Sancta Sanctorum frente a un Doctor Extraño completamente indenme. El mago le explicó a Ian que, efectivamente, tenía talento pero que todavía tenía que aprender muchas cosas, como por ejemplo a usar su poder mágico de manera responsable, sin matar a nadie. Ian se mostró de acuerdo y abandonó el lugar habiendo descubierto que la magia no era un divertimento tal y como él pensaba.