Clairton

Clairton es el nombre de un pequeño pueblo ubicado en el estado de Virginia del Oeste. Con alrededor de 14000 habitantes, Clairton era un pueblo normal, como las decenas de pueblos que pueden encontrarse en el interior del país, pero sin que nadie lo supiera, ni siquiera sus pobladores, entre sus habitantes se encontraban los malvados alienígenas conocidos como los Fantasmas. Estos extraterrestres, dotados de poderes metamorfos que les permitían adoptar cualquier aspecto que desearan, habían sido duramente derrotados tras su lucha con los Caballeros Espaciales provenientes del planeta Galador, y su flota se había disgregado por toda la galaxia, siendo perseguidos por los Caballeros del Espacio. Entre los muchos planetas a los que huyeron los Fantasmas del Espacio, se encontraba la Tierra. Los Fantasmas adoptaron el aspecto de humanos y se infiltraron en la humanidad, como preparativo para una futura invasión. Los Fantasmas se infiltraron en decenas de ciudades, colocando agentes en todos los estratos sociales, ocupando tanto puestos de importancia como un simple cartero.

El pueblo de Clairton no fue una excepción, los Fantasmas llevaban infiltrándose en Clairton desde mediados de siglo adoptando el aspecto de humanos normales. A finales de siglo ya estaban completamente integrados, entre los Fantasmas infiltrados en Clairton podíamos encontrar a gente tan inofensiva como el barbero o gente con un puesto mas importante como la encargada de la central de teléfonos o el sheriff Barnes. Afortunadamente, proveniente del espacio llegó uno de los Caballeros del Espacio, Rom, que había detectado una numerosa presencia de Fantasmas en la Tierra y llegaba dispuesto a erradicar del planeta la lacra de los alienígenas.

El destino quiso que aterrizara cerca de Clairton, y que en su camino se cruzara una de las vecinas del pueblo, Brandy Clark, a la que Rom estudió con su Analizador, constatando que era una humana normal. Brandy, pese a estar aterrada vio algo en Rom que le hizo comprender que este no deseaba hacerle daño, pero antes de poder hacer nada Rom se marchó. El alienígena, siguiendo el rastro mas cercano de Fantasmas, le llevó hasta la cercana Clairton, casi al mismo tiempo que Brandy que asustada llegaba dispuesta a dar la alarma.

Rom estudió a la muchedumbre con su Analizador, localizando a un par de Fantasmas a los que exilió al Limbo usando su Neutralizador. Desgraciadamente, para el resto de ciudadanos de Clairton, el alienígena había matado a dos de sus vecinos. Todos huyeron menos Brandy, que no podía comprender como el alienígena al que consideraba benigno era en realidad un asesino. Rom la llevó con él a las afueras del pueblo donde usó su traductor para aprender el idioma que hablaba la joven. Entonces le explicó la historia de su pueblo y la infiltración de los Fantasmas. En Clairton mientras tanto, había cundido el pánico, el alcalde intentó pedir ayuda a Washington pero las autoridades no le creyeron. Sin embargo los Fantasmas pensaron utilizar a los humanos para combatir a su enemigo y pidieron ayuda a sus agentes en Washington para que enviaran a Clairton a la Guardia Nacional. Acompañándolos, algunos vecinos de Clairton entre los que se encontraban los infiltrados Fantasmas que sembraron la discordia azuzando a los militares contra el alienígena, cuando el ejército no pudo pararle usaron sus armas para atacar al Caballero del Espacio, el cual pudo así localizar a sus atacantes a los que exilió al Limbo con la ayuda de Brandy, que fue testigo del ataque de los Fantasmas comprendiendo que Rom decía la verdad.

Sin embargo el ejército pensó que el alienígena había matado a humanos inocentes y continuaron sus ataques, Rom decidió marchar al haber acabado con los Fantasmas y no querer hacer daño a los humanos. Su siguiente objetivo fue el vecino pueblo de Lansing, donde una banda de ladrones dirigida por un vecino de Clairton, Archie Stryker, intentaba robar en una empresa que fabricaba laseres. Rom llegó al lugar en busca del encargado de esta empresa, ya que se trataba de un Fantasma. Los ladrones huyeron del lugar pero Stryker, que pese a ser un ladrón no estaba dispuesto a abandonar a otro humano ante un alienígena asesino, intentó detener a Rom que se deshizo fácilmente del ladrón y exilió al Fantasma al Limbo. Stryker por su parte pensó que el alienígena había matado al pobre diablo a sangre fría y juró vengarse. La ira de Stryker fue bien vista por los Fantasmas infiltrados en Lansing que convencieron al ladrón para que se uniera a ellos haciéndose pasar por una agencia gubernamental, con la promesa de darle armamento con el que podría combatir al alienígena. Los Fantasmas le dieron la armadura de un Caballero del Espacio caído, Firefall, aunque lo que Stryke no sabía era que no podría abandonar la armadura una vez en su interior.

Por su parte, Brandy regresó a Clairton donde contó su historia, pero nadie la creyó, ni el médico que la examinó, ni sus padres ni su novio Steve. Sin embargo este último fue testigo de la aparición de Rom que venía en busca de Brandy, Rom comprobó que Steve era también humano justo antes de la llegada de las autoridades dispuestas a acabar con Rom, el cual huyó de nuevo para no herir a los humanos, pero no antes de exiliar al jefe de policía de Lansing, que era en realidad un Fantasma infiltrado. Pero Stryker creyó que el alienígena había matado al policía y aceptó la oferta preparándose para entrar en la armadura.

Mientras Stryker se preparaba para luchar contra Rom, este seguía con su búsqueda de Fantasmas, localizó a un amplio número de ellos a las afueras de Clairton, en unas minas abandonadas, los cuales estaban fabricando un aparato de transporte interdimensional usando la energía del núcleo terrestre para rescatar a sus camaradas exiliados en el Limbo. Rom logró derrotar a los Fantasmas con su Neutralizador pero entonces hubo de hacer frente a Stryker, enfundado en la armadura de Firefall. Mientras ambos combatían, Brandy fue secuestrada por dos Fantasmas, haciéndose pasar por agentes del FBI, debido a su relación con Rom. Sin embargo, gracias a la ayuda de Steve, Brandy logró escapar al tiempo que acababan con los Fantasmas, cuyos cadáveres se disolvieron ante los ojos de Steve el cual comprobó la veracidad de las palabras de Rom.

Ambos, junto a Rom, huyeron de Clairton hacia las montañas, siendo perseguidos por los Fantasmas y sus sabuesos infernales, que persiguieron a Rom y sus aliados humanos obligándoles a refugiarse en la gasolinera donde trabajaba Steve. Pero incluso allí fueron encontrados por los mastines de los Fantasmas que lograron quitarle a Rom su Neutralizador e hirieron al Caballero del Espacio antes de ser destruidos. Rom logró recuperarse pese al ataque que Clairton sufrió por parte de unas plantas mutadas por los Fantasmas y que causaron la muerte de Artie Packer, un policía amigo de Steve. Todavía privado de su Neutralizador, Rom regresó a Clairton donde se enfrentó a un poderoso brujo de los Fantasmas que logró crear un Ala de la Muerte con la que atacó al Caballero del Espacio. Sin embargo el brujo fue incapaz de controlar su propia creación y murió asesinado, antes de ser destruida el Ala de la Muerte logró desbaratar los circuitos de Rom arrojándolo a una sima.

Cuando se recuperó, el galadoriano se encontró en unas profundas minas donde se encontró a Serpentyne, una criatura subterránea que también daba caza a los Fantasmas. En lugar de unirse para dar caza a sus enemigos comunes, Serpentyne intentó matar a Rom para evitar que este pudiera devolver a los Fantasmas de su exilio en el Limbo, pese a los intentos de Rom de detener la batalla, finalmente el reptil murió accidentalmente. En Clairton mientras tanto, la presencia de Rom provocaba la reacción tanto de los Fantasmas como los habitantes del lugar.

El forense de Clairton, Silas Lane, se dio cuenta de un hecho llamativo, todas las víctimas del alienígena habían nacido el mismo día, sin embargo esto era imposible ya que entre sus víctimas habían gente de todas las edades, desde jóvenes hasta mas maduros. Silas puso sobre aviso a una periodista de la gran ciudad, Ace Connor, que prometió que acudiría a Clairton a investigar. Los Fantasmas por su parte, urdieron un plan para acabar con Rom. Sabiendo de su amistad con Brandy y Steve, secuestraron a Steve al que encerraron en una dimensión adyacente, y lo sustituyeron por un Fantasma. El falso Steve se prometió en matrimonio con Brandy esperando que, en el momento adecuado, podría tender a Rom una emboscada. Las autoridades de Clairton por su parte, detuvieron a Brandy para interrogarla por la muerte del agente Artie Packer, pero cuando Rom regresó tras su batalla en las minas de Clayrton marchó a la comisaría, liberó a Brandy y huyó del lugar junto a la chica y Steve. Estos le indicaron el camino para marchar hasta Washington donde se encontraba la guardia de los Fantasmas y donde estos escondían su Neutralizador. Finalmente Rom regresó a Clairton, dispuesto a confesarle a Brandy sus sentimientos. Sin embargo, a su vuelta al pueblo descubrió que la pareja estaba en la iglesia para su ceremonia de boda y Rom marchó al lugar para evitarlo. Mientras tanto, Ace Connor (que había visto en Washington como Rom exiliaba a unos Fantasmas), intentó que su editor le publicara un artículo sobre el galadoriano y la amenaza de los alienígenas, pero para su desgracia, su propio editor era uno de los Fantasmas y la exilió a la misma dimensión donde se encontraba Steve Jackson. Cuando un par de Fantasmas llegaron a dicha dimensión dispuestos a matar a Steve, Ace logró distraerlos (aunque al coste de su propia vida) permitiendo a Steve escapar de vuelta a la Tierra, cerca de Clairton. Rom llegó a la iglesia dispuesto a detener la ceremonia, los asistentes a la boda, en su mayoría vecinos de Clairton, se horrorizaron ante la llegada del alienígena pero lo mas sorprendente fue la reacción de Steve, una mezcla de odio y pánico. Entonces Rom comprendió que aquel no era el verdadero Steve descubriendo que era un Fantasma, tras pelear el galadoriano lo capturó, pero fue finalmente el verdadero Steve quien acabó con la vida del farsante de un disparo. El Fantasma se desintegró ante los ojos de los asistentes a la boda y Steve les habló a todos sobre Rom, su pasado, su misión y el peligro que para la Tierra suponían los Fantasmas.

Desde entonces, todos los habitantes de Clairton consideraron a Rom como uno de los suyos, y se esforzaron en ayudarle y protegerle. Así, cuando al pueblo llegó Mack Killburn, compañero de la fallecida Ace Connor que tras la desaparición de su amiga seguía investigando el artículo en que estaba trabajando, todos los vecinos se confabularon para impedir que descubriera la presencia del galadoriano. Sin embargo, el engaño estuvo a punto de ser descubierto cuando unos niños activaron accidentalmente un Watchwraith, un robot al servicio de los Fantasmas que amenazaba con destruir Clairton. Rom se enfrentó al robot, contando con la ayuda de los habitantes de Clairton, que dispararon contra el robot, apagaron las llamas con las que el engendro intentó quemar a Rom y cuando acabó la batalla, ocultaron a Killburn la presencia de Rom, pese a que el periodista lo había visto todo, no tenía pruebas y el alcalde de Clairton le amenazó con que todo el pueblo declararía que en su contra si lo hacia público.

Ahora que sabían de la misión de Rom, Silas les habló sobre la coincidencia de las fechas, descubriendo al galadoriano una manera de localizar a los Fantasmas que se ocultaban en Clairton. Finalmente, el último de los Fantasmas que todavía quedaban en Clairton resultó ser Jacob Marks, que vivía en una granja junto a su mujer y su hijo Jimmy. Pero este objetivo resultó un objetivo mucho mas difícil que cualquiera de los anteriores, ya que el hijo de los Marks era un mestizo entre humano y Fantasma, el cual pese a ser criado como un niño normal, en un momento dado fue corrompido por los Fantasmas dando lugar a la criatura conocida como Híbrido. Fue necesario que Rom uniera fuerzas con los mutantes de la Patrulla-X para derrotar al engendro.

Con la derrota de Híbrido, no quedaba ningún Fantasma oculto en Clairton, Rom tenía la intención de regresar a Galador, pero temía que si marchaba de Clairton los Fantasmas pudieran regresar y la encontraran indefensa. Este problema fue resuelto gracias a la llegada de Brock Jones, el super hombre conocido como Torpedo, que llegó a Clairton tras aceptar el puesto de entrenador de fútbol pero que en realidad estaba escapando de sus enemigos, los Rocketeers. El primer encuentro entre Rom y Torpedo terminó en una batalla campal, ya que Brock pensaba que era un enviado de sus enemigos, finalmente Torpedo vio que el galadoriano no quería dañarle y detuvo el combate. Rom le explicó su misión y el peligro de los Fantasmas y Jones por su parte, no dudó en pedirle ayuda cuando los Rocketeers llegaron hasta Clairton amenazando la ciudad. Rom y Torpedo unieron fuerzas para enfrentarse a los Rocketeers, entre los cuales se habían infiltrado algunos Fantasmas. Ambos lucharon contra sus enemigos evitando que estos mataran a los niños de la escuela del pueblo.

Con Torpedo como nuevo defensor de Clairton, Rom pudo marchar a Nueva York en busca de un medio para regresar a Galador. Pero en ausencia del galadoriano, Torpedo no pudo evitar que el pueblo cayera bajo el influjo mágico de los Fantasmas, que crearon una niebla mística que privó a los habitantes de Clairton de su voluntad, permitiendo a los Fantasmas aprisionarlos en las minas y suplantarlos a la espera del regreso de Rom.

El Caballero del Espacio regresó de Galador junto a su compañera y antigua amante, Starshine, ambos llegaron a Clairton sin sospechar que el pueblo estaba controlado por los Fantasmas. Sin embargo, antes que los Fantasmas pudieran llevar a cabo su ataque, comenzaron a ser capturados uno a uno, al ser misteriosamente por la tierra, que se hundía bajo sus pies. En su desesperación, los Fantasmas pidieron ayuda a los Caballeros del Espacio que marcharon a investigar a las minas acompañados de Brandy y Steve (en realidad los Fantasmas que los suplantaban). En las minas, Rom y Starshine fueron atacados por criaturas de las profundidades y cuando lograron abrirse paso, encontraron frente a ellos al Hombre Topo y los Outcasts. Comenzó un combate entre ambos hasta que se descubrió que el Hombre Topo había ayudado a liberar de su encierro a los habitantes de Clairton y les había ayudado a capturar y derrotar a los Fantasmas. Entonces los Fantasmas que suplantaban a Steve y Brandy atacaron a los Caballeros del Espacio, hiriendo mortalmente a Starshine antes que Rom los exiliara al Limbo.

Ahora que estaba en la Tierra, Rom se dispuso a extender la lucha contra los Fantasmas al resto del planeta, dejando a Clairton bajo la protección de Torpedo, al que mejoró sus gafas de combate para que pudiera detectar a los Fantasmas incluso bajo sus disfraces, las mejoras probaron funcionar ya que Brock fue capaz de detectar el regreso de Híbrido, logrando avisar a Rom (que estaba combatiendo contra el Metal Master en el desguace de Bernie Tapin) que se enfrentó al engendro ayudado por las componentes femeninas de la Hermandad de Mutantes Diabólicos.

Tras la derrota de Híbrido, Rom se dispuso a marchar de Clairton para combatir a los Fantasmas por todo el planeta, el pueblo quedaba bajo la protección de Torpedo mientras que Mac Killburn se instalaba en Clairton y comenzaba la tarea de informar al mundo sobre la amenaza de los Fantasmas.

Sin embargo, ni Torpedo podía localizar a los Fantasmas si no los veía con sus gafas mejoradas, por lo que fue incapaz de detectar al Doctor Dreed, un brujo Fantasma que usó el ferviente deseo de Brandy de estar junto a Rom para convencerla que la única manera de estar junto a un Caballero del Espacio era convertirse en uno de ellos. Usando el cuerpo de la fallecida Starshine, el Doctor Dreed usó su magia para fundir el cuerpo de la joven con la armadura de la fallecida galadoriana, pero al hacerlo quedó bajo el control mental del Fantasma, algo que ni Steve ni Torpedo pudieron evitar al descubrir los planes del alienígena que marchó en busca de Rom para acabar con él, aunque el brujo murió en su combate contra el galadoriano en la URSS.

En ausencia de Rom, un peligro se cernía sobre Clairton. A la Tierra llegó una nueva raza de Fantasmas, a diferencia de los Fantasmas que se encontraban en la Tierra, que eran todos machos y preferían la ciencia a la magia (excepto casos contados de algunos brujos como el Doctor Dreed), las recién llegadas eran todas hembras, además de poderosas brujas.

Estas nuevas Fantasmas tenían además una lengua prensil que usaban como un aguijón, que provocaba que el cuerpo de su víctima se tornara en polvo al tiempo que el Fantasma adoptaba su cuerpo y absorbía su mente y pensamientos. Sabiendo de la relación de Rom con el pueblo de Clairton, las Fantasmas convirtieron este pequeño pueblo en su objetivo. Pero para atacar Clairton primero tenían que evitar ser detectados por su defensor, Torpedo, para ello usaron su magia para nublar la mente de Brock de modo que aunque sus gafas detectaran a los alienígenas, su mente fuera incapaz de comprender lo que ocurría. Con el mayor defensor del pueblo ignorante a la amenaza, las Fantasmas comenzaron poco a poco su ataque sobre Clairton, decenas de vecinos del pueblo fueron asesinados y sustituidos por los alienígenas, entre las víctimas se encontraban Steve Jackson o los padres de Brandy. Cuando esta regresó (en el cuerpo de Starshine) y Rom, regresaron a Clairton, nada sabían de la infiltración de los Fantasmas. No lo descubrieron hasta que fue demasiado tarde, rodeados de sus enemigos cayeron en una emboscada ya que las Fantasmas lanzaron un hechizo que atrapó a ambos Caballeros del Espacio en la Dimensión de las Sombras donde los alienígenas esperaban que fueran asesinados por las criaturas que allí moraban.

Con los Caballeros del Espacio fuera de juego, únicamente Torpedo se interponía en los planes de los Fantasmas. Brock no supo nada del peligro que le acechaba hasta que fue demasiado tarde, aún así luchó valientemente hasta que un cobarde ataque por la espalda acabó con su vida. Ahora las Fantasmas tenían vía libre para asesinar y suplantar a todos los habitantes de Clairton. Lo que ninguno sabía (ni los Fantasmas, ni los Caballeros del Espacio ni los humanos supervivientes de Clairton), era que una tercera fuerza había llegado desde el espacio. Se trataba de una partida de guerreros Skrulls que habían llegado a la Tierra dispuestos a acabar con las Fantasmas ya que consideraban a estas como una mutación intolerable de la raza skrull. Detectando el enorme número de Fantasmas presentes en Clairton, la nave de los Skrulls aterrizó en las cercanías del pueblo y los metamorfos se pasearon por sus calles adoptando aspecto humano. Usando su avanzada tecnología eran capaces de localizar a las Fantasmas a las que dieron caza por todo Clairton. Desgraciadamente los Skrulls no eran precisamente blandos en sus métodos y medio pueblo fue destruido en la batalla.

Mientras, Rom y Starshine lograron escapar de la Dimensión de las Sombras y regresaron a Clairton, solo para encontrarla envuelta en llamas, tras interrogar a los supervivientes descubrieron que algo nuevo había caído sobre el pueblo. Starshine fue en busca de sus padres acompañada por Rom, a su llegada vieron que los Skrulls también habían llegado, dispuestos a acabar con el último foco de Fantasmas de Clairton. Los dos Caballeros del Espacio todavía no sabían que había ocurrido, Brandy aún no sabía que sus padres habían muerto y cuando los recién llegados demostraron ser Skrulls, y que se disponían a acabar con los residentes en la casa de los Clark, Starshine se dispuso a detenerles. Sin embargo pronto los hechos le quitaron la razón, de la casa salieron los Fantasmas que suplantaban al matrimonio Clark, a Steve así como otras Fantasmas, que al ver a los Skrulls abandonaron sus disfraces y combatieron a los Skrulls. Superado el estupor inicial, los Caballeros del Espacio se unieron a la batalla, Rom usando su Neutralizador para exiliar a los Fantasmas pero Starshine, furiosa por el asesinato de sus padres, usó la fuerza bruta para matar a los asesinos hasta que ninguno de ellos quedó en Clairton. Tras esto, los Skrulls marcharon de la Tierra puesto que les llegaron rumores que una catástrofe se había cernido sobre el Imperio (en efecto, la explosión de la hiper bomba había privado a los Skrulls de su capacidad de cambiar de aspecto) dejando a Rom la tarea de acabar con los Fantasmas de la Tierra. Con el pueblo en llamas y destruido, los supervivientes se arremolinaron en torno a Rom, este les recomendó que lloraran a sus muertos y comenzaran a reconstruir sus hogares, se ignora si los supervivientes de Clairton decidieron reconstruir el pueblo o en cambio, decidieron rehacer sus vidas en otros lugares y el pueblo ha quedado abandonado y destruido por siempre.