Arturo Pendragón

En el Siglo VI, el rey Británico Uther Pendragon se vio atraido por Igraine, la esposa de uno de sus enemigos, Gorlios, duque de Tintagel. El consejero de Uther, Merlín, le dijo al monarca que su unión con su amada estaba predestinada y que fruto de esta unión, nacería un gran rey. Decidido a ayudar a su rey, Merlín lanzó un hechizo que le dio a Uther el aspecto de Gorlios, y de esta guisa se presentó ante Igraine con la que yació quedando la mujer encinta.

Poco después se produjo la muerte de Gorlios durante una batalla, y solo un tiempo después, Uther contrajo matrimonio con Igraine que pocos meses después dio a luz a un niño que recibió el nombre de Arturo. Merlín entregó la custodia de Arturo al caballero Sir Ector, para que pudiera crecer anónimamente y sin los peligros que conllevaba ser el hijo del rey. Durante años, Arturo creció como hijo de Ector junto al verdadero hijo del caballero, Kay.

Eran esos tiempos de guerra, el reino de Uther, Logres, era repetidamente atacado por tribus salvajes como los pictos, los anglo-sajones y los irlandeses, todas estas batallas acabaron pasando factura a la salud de Uther que finalmente falleció cuando Arturo solo contaba con 15 años. Merlin reunió en Londres a todos los nobles británicos y les mostró una espada la cual se encontraba incrustada en una piedra de mármol, en la cual rezaba la inscripción que aquel que pudiera extraer la espada de la piedra, se convertiría en rey de todos los británicos.

Durante mas de un año, muchos fueron los que intentaron extraer la espada, tanto nobles como plebeyos, y todos fracasaron. En un momento dado, el hijo de Sir Ector, Kay (ahora Sir Kay), llegó a Londres para disputar un torneo, junto a él acudió Arturo, que actuaba como escudero. Durante el torneo, la espada de Sir Kay se rompió y el caballero envió a Arturo a que le buscara una de repuesto, pero el joven no fue capaz de encontrar ninguna espada. Desesperado en su búsqueda, esta le llevó hasta la piedra con la espada incrustada, y sin saber el verdadero significado, cogió la espada y la liberó llevándosela a Sir Kay. Reconociendo la espada y lo que significaba, en un principio Sir Kay clamó que había sido él quien la había liberado, pero Merlín, camuflado entre la multitud, descubrió el engaño al obligarle a colocar la espada de nuevo en la piedra y retarle a sacarla de nuevo.

Visto que Kay fracasó en sacar la espada, fue el turno de Arturo, que ante la masa de nobles allí congregada volvió a sacar el arma de la piedra, siendo inmediatamente aclamado como nuevo Rey, tal como Merlín había planeado. Arturo perdonó inmediatamente a Kay por su arrebato de celos, y desde entonces su “hermano” se convirtió en uno de sus seguidores mas leales. Con Merlín como asesor y Camelot como centro de poder, Arturo gastó sus primeros años en el trono reuniendo una fuerza de choque compuesta de heróicos caballeros, al tiempo que luchaba contra aquellos nobles que se oponían a su reinado, exiliando al gigantesco caballero escocés Kevin MacCaul o repeliendo los ataques de los Anglo-sajones.

En un momento dado, mientras estaba combatiendo al Rey Pellinior, Arturo rompió la espada al golpearla contra una piedra. Entonces Merlín lo llevó ante un lago, donde Niamhh, la Dama del Lago, le dio la espada Excalibur así como una cota de malla que le protegería de cualquier herida. Ya armado con Excalibur, Arturo combatió en la batalla de Bedegraine contra el Rey de Lot, Insci Orc, que lideraba las fuerzas rebeldes, donde le monarca de Camelot derrotó a sus enemigos que hubieron de pedir la paz. Sin embargo, cuando Arturo y Orc iban a firmar la paz, el primero vio que entre el séquito del rey de Lot viajaba la esposa de este, Morgause, de la cual se enamoró perdidamente. Dejándose llevar por la pasión, ambos yacieron juntos sin saber que ambos eran medio hermanos.

Esa noche, Arturo tuvo una pesadilla en que una serpiente llameante le atacaba por la espalda, destruía su reino y le combatía hasta la muerte. Haciendo a Merlin partícipe de su pesadilla, el hechicero vaticinó que Arturo tendría un hijo nacido en mayo y que cuando creciera, destruiría tanto a él como a Camelot. Decidido a impedirlo, Arturo reunió a los hijos de todos los nobles nacidos en dicha fecha, entre los que se encontraba Modred, su hijo nacido de su relación con Morgause, y los envió mar adentro a bordo de un bote, sin embargo Modred sobrevivió al ser recogido por unos pescadores.

Mientras, Arturo abandonó Camelot por un tiempo yendo a vivir al castillo de un viejo amigo de su padre, el Rey Leodegrance de Camelard, donde pudo conocer a la hija de este, Ginebra, de la que quedó perdidamente enamorado. Por esas fechas, otra de las medio hermanas de Arturo, Morgana LeFay, comenzó a estudiar hechicería con Merlín al tiempo que Camelot y el resto del reino comenzaba a adoptar la fe cristiana en sustitución de los mitos celtas que imperaban hasta entonces, esto provocó que Morgana, fiel seguidora de los mitos paganos, se volviera tanto contra Merlín como contra Arturo.

Cuando los últimos vestigios de rebelión fueron sofocados tras la batalla de Badon, Merlín recomendó a Arturo que tomara a una mujer como esposa que pudiera representarle mientras estuviera ausente de la corte combatiendo a los enemigos del reino. Fue la primera vez que Arturo le contó a su consejero su amor por Ginebra, y pese a que el hechicero vaticinó que este matrimonio traería la ruina al reino, finalmente se acordó el matrimonio entre Arturo y Ginebra, la cual además de una generosa dote aportó 100 caballeros procedentes de Camelard, que pasaron a engrosar en la Tabla Redonda que Arturo había heredado de su padre y que contaba con asientos para unos 150.

Merlín por su parte, viendo que su advertencia había caído en saco roto, comenzó a prepararse para la amenaza que representaba Mordred, y encargó a uno de los primos de Arturo, Dandel, que entrenara a su hijo mas joven, Percy, para convertirse en futuro defensor del reino. Pese a que había acabado con las amenazas terrenales contra su reinado, no había sido así con las amenazas arcanas, ya que los Nethergods intentaron conquistar Camelot, pero el Caballero Verde imbuyó a Arturo y a sus caballeros con el espíritu del Pendragón, dándoles el poder suficiente para derrotar a los dioses oscuros.

Años después, Morgana robó la espada Excalibur, sustituyéndola por una réplica sin poder. La hechicera le entregó la espada a su amante, Sir Accolon, y maquinó para que Accolon se enfrentara a Arturo en combate, sabiendo que su amante tenía todas las de ganar si portaba a Excalibur. Sin embargo la Dama del Lago intervino permitiendo la victoria de Arturo, que hirió mortalmente a Accolon reclamando la espada para sí. Con su último aliento de vida, Accolon se arrepintió y confesó la traición de Morgana la cual huyó, pero no antes de robar la cota de malla encantada la cual arrojó a un lago, privando a Arturo de su mágica protección para el futuro. Meses después Modred, que había vuelto junto a Morgana cuando tenía 14 años, y que ahora contaba con 20, marchó a Camelot, creyendo que era hijo de Lot, convirtiéndose en uno de los caballeros de la Tabla Redonda y sirviendo fiel y lealmente durante los primeros años.

Durante una partida de caza, Arturo encontró a un caballero herido, Lord Beliar, el cual llevó de vuelta a Camelot, pero cuando este se recuperó comenzó a mostrar una actitud belicosa por lo que el rey lo expulsó del reino. Entonces Beliar, furioso, secuestró a Ginebra y huyó del lugar siendo perseguido por Arturo, Merlín y otros, produciéndose el combate final entre Arturo y Beliar que terminó con la victoria del rey y el rescate de Ginebra pese a que este contaba con la ayuda de su padre, el demonio Asmodiar.

Cuando mas tarde otro demonio, el monstruo Myth, atacó Camelot sembrando el miedo y la superstición, Arturo saltó a la primera línea demostrando la falsedad y permitiendo a Merlín capturar al demonio. Por su parte Mordred, tras descubrir sus verdaderos orígenes, se volvió contra el rey por haberle abandonado y se alió en secreto con Morgana con un objetivo común, acabar con Arturo y Camelot.

Tras años en que nadie había dudado de su derecho al trono, Arturo vio como Brandel, hijo de Vortigern, el cual había gobernado entre los reinos de Constantine (abuelo de Arturo) y Aurelius (tío del rey), le retaba a un duelo con el trono como trofeo. Cuando se disponía a acudir al combate, Arturo fue drogado por Mordred que pretendía que el rey no respondiera al reto y quedara como un cobarde indigno del trono, pero entonces Lancelot, el mejor amigo del rey, se ofreció como campeón del reino y dispuesto a ocupar el lugar de su monarca, venciendo a Brandel.

Pese a que no había pruebas que acusaran a Mordred de haber intentado envenenar al rey, Merlín mandó llamar al ahora adulto Sir Percy, para que acudiera a Camelot y se ocupara de la seguridad del rey. Para evitar que el propio Percy fuera objeto de ataques por su nueva posición, se creo una identidad secreta, la del Caballero Negro, que defendía a Arturo y a Camelot. Este nuevo paladín ayudó a Arturo en multitud de ocasiones, generalmente contra enemigos enviados por Mordred. Entre estos enemigos de Arturo que fueron combatidos por Percy se encontraban el recién retornado de su exilio Kevin MacCaul, Sir Robert de Quincy, el barón Sir Gilles, el guerrero mongol Mohar Jinn o el depuesto emperador de Roma, Tyrannus, al que Merlín exilió al reino de subterránea convirtiéndose en nuevo líder de los Tiranoides.

Arturo también tuvo que hacer frente a amenazas del futuro, como la de Kang el Conquistador que derrotó temporalmente al monarca de Camelot, pero finalmente logró prevalecer gracias a la ayuda de la Antorcha Humana y la Cosa, también provenientes del futuro.

Poco después, la raza alienígena de seres similares a los dragones, los Makluanos, sembró el caos en Camelot hiriendo gravemente a Arturo. Entonces la Dama del Lago envió al Caballero Negro en un viaje a través del tiempo para que poseyera el cuerpo de su sucesor, el Caballero Negro del futuro (Dane Whitman), el cual viajó al pasado junto a sus compañeros de Excalibur para ayudar a Arturo a derrotar a los Makluanos.

Con el paso del tiempo, Camelot comenzó a decaer, Merlin, intentando encontrar un nuevo objetivo tanto para Arturo como para sus caballeros, les sugirió partir en busca del Santo Grial, aunque esto provocó que los mejores caballeros del reino malgastaran años en una búsqueda inútil. El golpe de gracia para Arturo llegó cuando Mordred y Morgana hicieron pública la relación adúltera que la reina, Ginebra, mantenía con Lancelot. Atrapado por sus propias leyes contra el adulterio, un Arturo con el corazón roto por la traición de su esposa y su mejor amigo, tuvo que sentenciarlos a ambos a muerte, aunque Lancelot logró huir de Camelot llevándose Ginebra, provocando una guerra civil.

Fue en esos momentos de debilidad cuando Mordred y Morgana salieron a la luz como la mayor amenaza contra Arturo. Pese a la desbandada de los Caballeros de la tabla Redonda y la traición de Lancelot, el rey aun contaba con la ayuda de muchos de sus aliados, entre ellos Merlín que aprisionó mágicamente a Morgana en su castillo. Mordred por su parte, se aliaba con el Dragón de la Luna para que destruyera Camelot, pero Arturo, ayudado de nuevo por Merlín y el Intermediador, uno de los Eternos, logró derrotar al Dragón y exiliarlo fuera de la Tierra, en el espacio.

Esta fue la última vez que Merlín pudo ayudar a Arturo, ya que una antigua amante despechada, Nimue, le lanzó un hechizo que le mantuvo cautivo dentro de una cueva de la cual no podría escapar hasta que Arturo muriera.

Ya con Merlín prisionero, se produjo a Camelot la llegada de Iron Man y del Doctor Muerte, que habían viajado accidentalmente en el tiempo. Siguiendo sus instintos, Muerte marchó a reunirse con Morgana la cual, utilizando un fragmento de Excalibur que había arrancado cuando años atrás lo robó para dárselo a Sir Accolon, lanzó un hechizo para reanimar los cuerpos de aquellos que habían caído por el filo de la espada, creando un ejército enorme que fue puesto bajo el mando del Doctor Muerte. En Camelot, Iron Man acompañaba a Arturo y a sus caballeros a la batalla, pero cuando vio que el verdadero peligro no era el Doctor Muerte sino Morgana, abandonó la batalla y marchó a enfrentarse a la hechicera, a la cual obligó a huir, sin los encantamientos de la hechicera para animar los cuerpos, el ejército de muertos se derrumbó.

Poco después de la marcha de Iron Man al futuro, se produjo la confrontación final entre Mordred y Arturo, batalla en la cual ambos resultaron mortalmente heridos. Un moribundo Arturo le encargó a Sir Bedivere que devolviera la espada al lago de donde había salido, mientras que la Dama del Lago y las Hermanas de Gladstonbury Tor, transportaban el cuerpo de Arturo en dirección a Avalón, en el reino místico de Otromundo, donde permanecería esperando la resurrección, que se produciría en la mayor hora de necesidad de Britania.

Sin embargo, ni después de muerto Arturo pudo descansar ya que Morgana había aprisionado parte de la esencia vital del rey y sus caballeros de la Tabla Redonda, y los encerró en el Castillo de Gwillyn Dale, en Gales. Por otra parte, agentes de los Neithergods que buscaban venganza por sus derrotas pasadas robaban el cuerpo de Arturo y lo escondían en una isla remota.

No fue hasta siglos más tarde, ya en el Siglo XXI, cuando Rom, el Caballero del Espacio, marchó hasta Gales donde descubrió los espíritus aprisionados. Allí fue emboscado y atacado por sus enemigos, los Fantasmas, y hubiera sucumbido de no ser por que el espíritu de Arturo y sus caballeros ayudaron a Rom a derrotar a los alienígenas. Con su espíritu libre, Arturo protegió al nuevo protegido de Merlín, el Capitán Britania, de un ataque perpetrado por los Nethergods, dándole una visión de la isla donde su cuerpo estaba retenido. Como los arcanos estaban asediando la nueva Camelot, creada para proteger Otromundo, Merlín envió al Capitán Britania, a Dane Whitman y al elfo Jackdaw a enfrentarse a los asediadores, batalla que terminó con la derrota de los arcanos cuando Whitman acabó con el líder enemigo, Necromon, aunque no pudo evitar la destrucción del nuevo Camelot, sin embargo, el rey mago Vortigen, ofreció su propio castillo para que albergara la nueva Camelot.

La última vez que se ha visto a Arturo fue cuando viajó junto al espíritu de Merlín hasta el futuro de la Tierra-5556 para combatir al señor de la guerra mutante Catavolcus, donde Merlín fingió su muerte, acudiendo Arturo a su funeral.