Fantasma

Zak Del era hijo de Sim Del, un brillante científico Kree (quizás el mas brillante de todo el Imperio) que creó una fuente de energía capaz de iluminar toda la galaxía. Sin embargo las casas comerciantes de energía del Imperio Kree se encargaron que este invento jamás viera la luz y lograron prohibir el descubrimiento de Sim Del y le obligaron a auto exiliarse junto al resto de su familia, incluído Zaz Del, a un lejano planetoide en la fisura de Bennazar. En aquel paraíso desolado, el ingenio de Sim Del fue puesto a prueba y superó el reto convirtiendo aquel páramo desierto en un paraíso para él mismo y su familia. Los enemigos de Sim Del comprendieron que incluso desde el exilio el científico podría haber difundido su conocimiento por todo el Universo dando a todo el mundo la energía que pudiera necesitar y decidieron eliminarlo.

El asesinato de Sim Del fue encargado a una sociedad secreta dentro del Imperio, formada por miembros de la aristocracia militar que se encargaban de castigar las amenazas contra el imperio Kree. Incapaz de enfrentarse a los asesinos, Sim Del ocultó a su hijo Zak Del en una nave desde la que vio morir a sus padres, aunque no pudo ver a los asesinos de sus padres, si pudo ver que su líder portaba un sello característico que permanecería en su mente durante años, cuando los asesinos se marcharon, la nave despegó intentando poner a salvo al niño. Sin embargo, la nave vagó sin rumbo hasta caer en un agujero de gusano emergiendo en la llamada Latitud Exotérica.

Este lugar era el espacio de los Innominados, eran estos eran de los primeros Kree, cuando eran todavía exploradores y pioneros del espacio cuya nave alcanzó la Latitud Exotérica siendo invadidos de inmediato por los Exolon. Los Exolon eran entidades parasitarias que se alimentaban de las almas inmortales de los seres vivos. La unión de los Exolon con los Kree dio lugar a los Innominados que siglos mas tarde se encontrarían con el joven Zak Del cuando llegó a la Latitud Exotérica.

Deseando absorber el alma del joven, los Innominados clavaron un cuchillo en el corazón de Zak Del y los parásitos alienígenas atraparon el alma del chico y a su vez obtuvo la negra membrana que caracterizaba a las víctimas de los Exolon. Zak Del obtuvo fuerza, poder de curación, velocidad, inmortalidad… además de la capacidad de hacer que los Exolon formaran enjambres. En el lado negativo, Zak Del fue separado de su alma perdiendo todo sentido del tiempo y de sensibilidad. El resto de los Innominados se auto inflingían dolor ya que era la única manera de tener una experiencia lo suficientemente intensa para abrir las compuertas de su memoria recordándoles lo que era sentir algo.

Sin embargo Zak Del no cedió a esta masoquista búsqueda de sensaciones, manteniendo en su mente la imagen del asesino de sus padres, Zak Del creció con la obsesión de venganza, y tras años junto a los Innominados alcanzó la edad y fuerza suficiente para pelear por su libertad, y tras enfrentarse y derrotar al líder de los Innominados, le arrebató su nave y sus armas para a continuación abandonar la Latitud Exotérica para viajar por la galaxia en busca del portador del sello. Zak Del (aunque hacia años que nadie le llamaba de esta forma) viajó hasta la Galaxia Kree como punto de partida de su búsqueda, desgraciadamente el Imperio Kree había sido sometido bajo el yugo de la Falange al mando de Ultron.

Tras encontrarse a Zak Del a bordo de su nave, un navío de la Falange lo atrapó con un rayo tractor solo para encontrarse a su único ocupante. Dadas las características especiales del sujeto, puesto que carecía de alma, llamaron la atención de la Falange que pretendían estudiarlo, por su parte el antiguo Kree nada quería de la Falange y exigía que le dejaran marchar y cuando estos se negaron se dispuso a huir por la fuerza primero con sus armas y después creando enjambres con los Exolón. La visión del alma en estado puro aterrorizó a la Falange hasta niveles jamás alcanzado hasta ese momento, provocando que los atacantes se desconectaran para escapar. Esta batalla llamó la atención tanto del resto de la Falange como de las fuerzas de la resistencia que se oponían a ellos. La líder de una facción Kree rebelde, la Kree conocida como Ra-Venn, ofreció una recompensa a cualquier Kree que les llevara a este misterioso guerrero.

Días después este se encontraba en la ciudad de Harolin, que estaba bajo el control de la Falange, allí fue testigo del ataque que un maleante llevó a cabo contra una mujer inocente y se aprestó a detenerlo, tras ello le interrogó intentando localizar a su objetivo y el maleante le llevó hasta la base de Ra Venn y sus seguidores. Ra Venn intentó convencerle para que se uniera a ellos pero este nada quería saber nada de la Falange ni tampoco de los Kree y solo quería localizar al misterioso portador del sello, Ra Venn afirmaba conocer la identidad de este portador pero entonces fueron interrumpidos por la abrupta llegada de soldados de la Falange que dejando de lado a Ra Venn y sus hombres (lo que les permitió escapar) se aprestaron a combatir al guerrero misterioso al que lograron rodear y tras someterle a sedantes, tranquilizantes y suero consiguieron capturarlo.

La Falange no se atrevía a acercarse demasiado a su prisionero por temor a que usara sus extraños poderes, por lo que dejaron el interrogatorio a uno de los “Elegidos” de la Falange, el antiguo emperador de los Kree, Ronan.

Este torturó durante días a su prisionero sin éxito, ya que lo único que consiguió es que el reo reviviera los tiempos en que poseía alma y sentimientos. Frustrado Ronan abandonó a su prisionero, al que a falta de nombre apodó Fantasma tanto por su fantasmagórico aspecto como por su falta de sentimientos. Si bien la tortura no provocó que el Fantasma confesara, si le provocó un estado de inconsciencia que Ronan aprovechó para ir a informar a la Falange sobre sus escasos avances.

Mientras tanto Fantasma veía como aún en su estado de letargo le asaltaban visiones de su padre muerte que le exhortaba a liberarse de su encierro y a encontrar al hombre del sello, también le dijo que para ello debía buscar aliados para poder oponerse a la Falange. Fantasma se despertó y se liberó fácilmente de sus ataduras escapando de su prisión abriéndose paso entre las filas de la Falange y liberando a dos de los prisioneros, Super Skrull y Praxágora que se unieron a él en su fuga.

La huida de Fantasmas y sus aliados les llevó de nuevo junto a Ra Venn y sus hombres, salvándoles de una muerte seguro a manos de las naves de guerra de la Falange. Fantasma exhortó a Ra Venn que le dijera la identidad del asesino de sus padres y ambos llegaron a un acuerdo, Fantasma les ayudaría contra la Falange y acabada la guerra, Ra Venn y sus hombres le ayudarían a encontrar al misterioso hombre del sello. Fantasma y sus aliados descubrieron que la Falange pretendía usar a la Inteligencia Suprema para lanzar un eco psíquico que subyugara a los Kree rindiéndolos a la Falange.

Mientras Ra Venn y sus hombres combatían contra las naves de la Falange, Fantasma junto al Super Skrull y Praxágora entraban en la nave portadora del arma y mientras sus aliados mantenían a raya a los soldados de la Falange, Fantasma, tras derrotar a Ronan, llegaba junto a la Inteligencia Suprema solo para descubrir que esta era la causante de las visiones de su padre clamando venganza, la Inteligencia Suprema convenció a Fantasma para que usara a los Exolon para atrapar el alma de la Inteligencia Suprema impidiendo los planes de la Falange y extendiendo una ola de terror que atenazó a los invasores de ese sector de la galaxia permitiendo a Fantasma y sus aliados escapar junto a Ronan que había logrado escapar del control de la Falange gracias al apagón provocado por Fantasma.

Fantasma junto a sus nuevos aliados, aceptaron el plan de Ronan y marcharon hasta Hala, en poder de las tropas de Annihilius bajo el mando de Voraz después de la Guerra de Aniquilación. En condiciones normales las tropas de Voraz hubieran acabado con la vida de Ronan apenas lo hubieran visto, pero la amenaza de la Falange amenazaba también los territorios cedidos y Voraz aceptó reunirse con Ronan y sus aliados así como el misterioso Kree que viajaba con él. Voraz no sabía nada de Fantasma ni de sus poderes, pero pronto los descubriría ya que usó sus poderes para crear enjambres demostrando que las tropas de la Zona Negativa eran igual de susceptibles que las de la Falange. Aprovechando el desconcierto Fantasma apresó a Voraz y lo usó como rehén permitiendo a Ronan activar el ejército de Centinelas ocultó en el palacio.

Ronan planeaba usar a estos Centinelas para destruir Hala y acabar con los Kree liberándolos de su esclavitud a manos de la Falange y para prevenir el contagio de las máquinas, usó los exolon de Fantasma para protegerlos. Sin embargo, cuando se aproximaban a Hala, Ultron logró tomar el control de Praxagora y la utilizó para noquear al Kree, con lo que los Exolon desaparecieron y el robot pudo hacerse el control de los Centinelas, los cuales fusionó para lograr un nuevo cuerpo.

Ya en la superficie, Fantasma se unió a Phyla Vell en el combate definitivo contra Ultron, usando sus exolon para mantener atrapado al robot en su cuerpo formado por los Centinelas e impedirle huir a otra máquina mientras Phyla lo destruía. Acabada la amenaza de Ultron, Fantasma recorrió el Imperio usando sus exolon para purgar todo resto de Falange de los mundos Kree, tras lo cual es de suponer que continuó su búsqueda del asesino de su familia.