Juggernaut

Poco se sabe del pasado de Cain Marko, mas que vivía con un padre negligente que contrajo segundas nupcias con una mujer, que aportó un hijo a la familia, Charles, que se convirtió en hermanastro de Cain. La relación entre ambos hermanos distaba mucho de ser cordial, de hecho Cain odiaba a su hermanastro y apenas cumplió los 18 años abandonó el hogar.

Se ignora las circunstancias exactas que llevaron a Cain a hacerse con el Rubí de Cyttorak convirtiéndose en el Juggernaut. Dotado de un poder e invulnerabilidad inmensa, y dejándose llevar todavía por el odio, marchó al hogar familiar donde su hermanastro había fundado la Escuela del Profesor Xavier para Jóvenes Talentos, donde jóvenes mutantes eran entrenados para controlar el uso de sus poderes. Juggernaut se enfrentó a su hermanastro y a los estudiantes de este, y los asesinó a todos a excepción del Hombre de Hielo, que por medios desconocidos logró escapar.

Lo que Cain desconocía es que sin Xavier para canalizar a estos mutantes sin entrenamiento, los humanos se dejaron llevar por su miedo a los mutantes y llevaron a cabo el programa de creación de los Centinelas. Los robots asesinos fueron activados y tras acabar con héroes como los Vengadores o los 4 Fantásticos, se volvieron contra su creador y decidieron que la única manera de acabar con todos los mutantes, era eliminar también a los humanos para impedir futuras mutaciones. Para ello hicieron unos ajustes en su programación y transformaron sus células energéticas para que emitieran un tipo de radiación letal tanto para los humanos como para los mutantes.

Sin embargo Cain, protegido por el Rubí de Cyttorak, no se vio afectado por la radiación e intentó detener a los Centinelas, pero los robots eran demasiados y él uno solo, de modo que no pudo evitar el genocidio de la raza humana. Furioso, Juggernaut persiguió a los Centinelas y los destruyó uno a uno, incluyendo las plantas de manufacturación de los robots entre ellas las del Gran Cañón. Pero tras la destrucción del último de los Centinelas, Juggernaut se encontró con que era el único superviviente sobre la faz de la Tierra, y en los meses siguientes cayó en la desesperación por la soledad a la que se veía sometido.

Dedicado a vagar por el país abandonado y destruido, Cain regresó a al Gran Cañón, y ante su sorpresa encontró a Magneto, que había sobrevivido al ataque de los Centinelas al haber sido secuestrado por el Extranjero y que había regresado a la Tierra demasiado tarde para detener el envenenamiento radiactivo. Cain tal vez podría haber razonado con la primera persona que veía en meses, pero no estaba en la naturaleza del Juggernaut parlamentar y cuando Magneto le acusó de haber provocado la destrucción de la humanidad al asesinar a Xavier tiempo atrás al tiempo que usaba sus poderes para intentar alejar a Marko del lugar, Cain lo atacó provocando que el Amo del Magnetismo no pudiera mantener sus escudos, viéndose afectado por la radiación y muriendo en pocos segundos.

Dejándose llevar por la furia, Juggernaut descargó su rabia provocando que el suelo cediera, cayendo en un refugio subterráneo, cuya entrada estaba protegida por el Hombre de Hielo, que le rogó que les dejara solos.

Pero Marko, ansioso por encontrar a otros seres vivos, arrolló al mutante helado y entró en el refugio encontrando que allí se encontraban un puñado de humanos y mutantes que habían podido ser rescatados por Magneto tras escapar del Extranjero y que se habían mantenido aislados en ese refugio protegidos de la radiación. Desgraciadamente, con la muerte de Magneto y la violenta entrada de Marko, nada detenía la radiación que afectó a los allí presentes, entre ellos los hijos de Magneto que exigieron al Juggernaut que se marchara de allí y les dejara morir con dignidad.

Juggernaut abandonó el refugio dejando a los últimos supervivientes del planeta, quedando como único ser vivo sobre la faz de la Tierra.