Kaos

Alex Summers, el mutante generador de plasma conocido como Kaos, era hermano del también mutante Cíclope. Dado que el genetista llamado Mister Siniestro tenía gran interés en los genes de su hermano, Alex fue reclutado para formar parte en la Patrulla X formada por el genetista y que, según sus palabras, debían velar por el destino de los mutantes impidiendo que elementos peligrosos pudieran poner en peligro dicho destino. Como miembro de la Patrulla X se ignoran las misiones que Kaos llevó a cabo hasta que marcharon a la Ciudadela del Cabo donde se enfrentaron a Magneto, un poderoso terrorista mutante que, según Siniestro, suponía una amenaza para la evolución de los mutantes. Alex y sus compañeros lograron herir a Magneto que a duras penas pudo huir.

Apenas pudieron disfrutar de su éxito ya que pronto tuvieron que hacer frente a la siguiente misión encomendad por Siniestro, marchar el Cairo a reclutar a una joven mutante con poderes climáticos. Pero el grupo de Alex no eran los únicos interesados en la nueva mutante, una nueva Patrulla X, esta vez el grupo formado por Charles Xavier, también marchó a Egipto lo que dio comienzo a un choque entre ambos grupos. Cuando una de sus compañeras, Malicia, comenzó un duelo psíquico con Jean Grey, Alex cubrió a su compañera atacando a la Bestia y a Banshee.

Se produjo entonces la llamada psíquica de Mister Siniestro avisándoles que estaba siendo atacado por Magneto acompañado de la Hermandad de Mutantes. Kaos quiso regresar junto a su mentor y fue en busca de Scott, pero este se entretuvo con Jean Grey que intentó convencerle para que abandonara a Siniestro y se uniera a la Patrulla X de Xavier. Estos segundos de retraso fueron vitales ya que Siniestro fue abatido por sus enemigos quedando malherido. Kaos y su hermano llegaron y un moribundo Míster Siniestro les hizo prometer que seguiría fiel a sus enseñanzas y tras esto aparentemente murió.

Alex y Scott aceptaron unirse al grupo de Xavier, pero lejos de pasar a formar parte de la Patrulla X, su intención era traicionarlos desde dentro, tal como Míster Siniestro había querido.