Anciano

El Anciano era el hechicero mas poderoso del planeta y como tal, desde su base en un templo en el Tíbet, acogió a varios discípulos a los que entrenar en el uso de la magia buena o blanca, siendo que era reconocido como el mago mas poderoso entre todos los magos blancos. En un momento dado, el Anciano acogió a un pupilo proveniente de Centroeuropa, el Barón Mordo, cuyo potencial místico era muy grande, pero tras un tiempo con Mordo a su cargo empezó a notar que su pupilo mostraba un preocupante interés en la magia negra.

Cierto día, el Anciano fue testigo de la llegada a su templo de un médico occidental, Stephen Extraño, que venía a que el Anciano curara sus manos dañardas irremediablemente en un accidente, sin embargo el Anciano tenía otros planes ya que detectó en él un increíble potencial para la magia y planeó tomarlo como discípulo, sin embargo su otro pupilo Mordo, influido por el demonio Dormammu, curó a Extraño con lo que este no encontró ninguna razón para quedarse en el templo y regresó a su país. Por desgracia, la magia utilizada por Mordo para curar a Stephen había sido magia negra y esta magia influyó sobre el occidental convirtiéndole en un ser mezquino, ególatra y egoísta que terminó siendo expulsado de la práctica de la medicina. Fue de esta manera como Mordo hizo su reaparición, ofreciéndole a Extraño poder suficiente para someter a los mas débiles y el Anciano vio impotente como Stephen caía en las garras de Dormammu.

Sabiendo que con alguien tan poderoso como Extraño a su disposición el peligro de Dormammu era incalculable, el Anciano, tras un infructuoso intento de convertir al Doctor Muerte en su nuevo pupilo reunió a los magos blancos para hacer un frente común contra el demonio y su siervo. Estos magos hubieron de enfrentarse a Extraño cuando este descubrió su aquelarre y apenas si pudieron crear una barrera mística, la cual se rompió cuando dos de los magos blancos intentaron invocar a Eternidad para que les ayudara, la decisión no pudo ser mas desafortunada ya que perdieron a uno de los suyos y Extraño regresó con mas ansia de venganza que antes. Entonces el Anciano usó a tres de sus aliados no místicos, Wong, Victoria Bentley y Hamir, para convertirlos en portavoces de los Vishanti para pedirles consejo.

Por indicación de los Vishanti, el Anciano envió el Ojo de Agamotto a Extraño en lo que pareció una estrategia de dudosa eficacia ya que el siervo de Dormammu regresó a la batalla mas poderoso que nunca rompiendo de nuevo el escudo místico y enfrentándose al propio Anciano, que se protegió mostrando a Extraño un aura de increíble bondad aunque esto no impidió su derrota.

Sin embargo, cuando Extraño marchó a combatir al propio Eternidad se vio enfrentado a la posibilidad de continuar al servicio del mal siguiendo a Dormammu o aceptar el camino del bien, como había podido ver en el Anciano, tras unos angustiosos segundos, Extraño aceptó seguir a las fuerzas del bien, abandonando al demonio y convirtiéndose en el nuevo discípulo del Anciano.

No se han vuelto a tener noticias del hechicero desde entonces.